Capítulo 35: Su Mirada

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Este día fue extraño, divertido y a la vez... mal.

Me había levantado temprano, Michael se había ido al Staples Center a ensayar, los niños fueron al parque lo cual querían que yo les acompañará, no quería, me había negado, ellos me dijeron que no había problema. Me di un baño en la tina, me cambié y recogí la habitación, bajé a la cocina y desayuné, estuve un buen rato con Greace, cuando de repente no esperé su pregunta.

-Michael esta haciendo algo mal ¿no es así?

-¿A qué te refieres?

-Todas la noches a la hora de que tú y los niños están dormidos él sale y se queda de ver con alguien.

Me quedé sorprendida ante su respuesta.

-¿Como que se queda de ver con alguien?

-Si querida, Michael se queda de ver con Lisa por las noches.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza que creí que saldría de mí pecho.

-¿Y sabes por que?

-No, no lo sé, pero sé que Michael te está perdiendo, se supone que te quiere, no entiendo por qué hace esto.- negaba con la cabeza.

No sabía que decirle, pero si que me había sentido demasiado mal. Pasó la tarde, los niños llegaron agotados de la energía, cené con ellos hasta que llegó Michael. Saludó a sus hijos y luego a mí. No nos dirigimos palabra alguna, los niños se fueron a acostar, yo me metí a la habitación, me acosté en la cama y me tapé con las cobijas.

Escuché la puerta de la habitación abrirse, escuchaba como los pasos se acercaban a mi. Era Michael. Se agachó a mí, fingí estar dormida. Depositó un suave beso en mi frente y salió de la habitación.

Esperé a que él saliera de la casa. El ruido de la limusina se hacía presente, me levanté rápidamente de la cama, me puse la chamarra y salí, Michael se estaba yendo así que salí de la mansión y pedí un taxi, le pedí que siguiera la limusina, lo cual el taxista me vio como loca, no me importó.

El taxista paró, me bajé y le pagué, estaba en frente de un pequeño restaurante chino. Michael estaba ahí.
Caminé desapercibida, me asomé un poco al ventanal y ahí estaba él con ella. Disfrazados por supuesto.

Mi respiración comenzaba a fallar ¡no podía respirar! Me senté sobre la banca que había afuera.

(...)

Ya habían pasado una hora, me estaba muriendo del frío, hasta que vi a Michael salir. Rápidamente me escondí detrás de un árbol, cruzaron la calle y fueron a un parque donde no había persona alguna. Yo suspiré y negué con la cabeza.

Pero ¿que rayos estaba haciendo? ¿estaba vigilando a Michael? ¿quería asegurarme si era verdad lo que me había dicho Greace? Realmente me sorprendí al ver lo que yo estaba haciendo. Solté unas carcajadas hasta que alguien tocó mi hombro. Giré la cabeza.

-¿Chris?- dije en un susurro.

-Hey, ¿Que haces aquí a esta hora?

-Yo...- comenzaba a ponerme nerviosa, no quería que él supiera lo que estaba haciendo. -Solo vine a dar un paseo.

-¿A estas horas?- miró el reloj que estaba atada en su muñeca izquierda y después a mí.

-Si...- reí nerviosamente.

-¿Todo esta bien? Parece que te escondes de alguien.

Solté una breve carcajada.

-No, no me escondo.

Ambos nos reímos, lo cual hizo que me sintiera complacida. Hasta que él dejó de reír.

-¿Es Mike?

Miré donde estaban ellos y me maldije en voz baja.

-Vamonos.- dije susurrando.

Chris me miró confundido, agarré su brazo y nos alejamos del árbol.

-¡_____!

Me quedé en seco, cerré los ojos y respiraba con cierta dificultad. Me di la vuelta lentamente y abrí los ojos.

-¿Que haces aquí?- esta vez su voz fue... molesto pero a la vez sorprendido.

-Yo...- miraba a la arpía que estaba a lado de él agarrando su brazo.

-La invité a dar un paseo.- se opuso Chris. Agradecí en silencio.

-Si, me invitó... y solo pasamos por un café.- comenté tratando de tener seguridad total.

-Pero ¿no estabas dormida?- me miró confuso.

-No podía dormir.

-Ah.

Sabía que no me había creído.

-¿Y tú que haces... con ella?- dije al fin.

-La invité a dar un paseo.

No podía creer lo que me estaba diciendo...

-Bueno, creo que es tarde y cada quien debería irse a su casa.- dijo Chris.

-Tienes razón.- miré a Chris. -¿Nos vamos, Michael?- Esta vez miré a Michael. -Si, es hora de irnos.- se despidió de la mejilla de la arpía esa y se vino conmigo. -Nos vemos Chris.- le di un abrazo y le sonreí. -Buenas noches.- me sonrió.

Nos dirigimos a la camioneta, el chófer nos abrió la puerta y nos subimos. La camioneta arrancó, me dispuse a mirar la calle, realmente no quería ver a Michael. A través del reflejo de la ventana podía ver que Michael me miraba... molesto... creo.

Yo solo deseaba irme ya a la mansión, llegar a la habitación y solo dormirme, fingir que nada pasó. Al llegar me bajé, hasta llegar a la puerta ya me estaba aliviando hasta que Michael agarró mi mano.

-¿Que estabas haciendo allí?

-Ya te dije.

-¿Me estabas espiando?

Comencé a reírme. ¡Lo peor es que era cierto!

-Mira, ya me voy a dormir, buenas noches.- me di la vuelta pero tomó mis hombros haciendo que quedará de frente.

Esta noche parecía que solo estábamos él y yo. Michael comenzó a mirarme a los ojos algo inexplicable, intentaba buscar una respuesta, yo solo.... me quedaba sin aliento por esa mirada tan aterciopelada.

El hechizo se había roto. Michael soltó mis hombros, se fue y me dejó sola. Me quedé inmóvil por unos segundos.

Realmente no entendí su actitud.

¿Realmente se molestó? ¿es que de verdad ahora mi presencia le había molestado?

Creo que no debí haberlo hecho... maldición.

Cinco Horas En El Paraíso #MoonwalKingAwards2017 (Michael Jackson Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora