Cinco Horas En El Paraíso #MoonwalKingAwards2017 (Michael Jackson Y Tú)

Capítulo 21: Demasiado Tarde Para Arrepentirse

Presionaba mi mano en la boca, mis lágrimas aparecieron de inmediato.

¡Era él, era él! ¡Era Michael Jackson!

Me levanté y corrí hacia a él, entonces me detuve frente a él y alargue el brazo para tocar su rostro... era tan suave, se veía tan aterciopelada su piel.

−¿...Michael...? Eres... tú...

−_____, soy yo. Soy Michael.

Quité sus lentes negros y vi sus ojos, los mismos ojos que tanto me derretían.

−¿Pero como...? ¿Que hiciste?

Pregunte con dolor. Me tomó de la mano y me miró con profundidad a los ojos pero no decía nada.

−Habla.− insistí.

−No sabes... cuanto me duele lo que hice...

−¿Que hiciste, Michael?

−No quería lastimarlos... pero ya estaba cansado de tanta injusticia...

Tomé aire con la boca y exhale.

−Déjame...− solté su mano.

−_____, por favor escúchame.

−No, déjame sola.

Me tomaba del brazo impidiendo irme.

−No me hagas esto.− pidió casi en un ruego.

Quité su mano de mi brazo y me alejé de él...

Salí en busca de un taxi, me subí en el taxi y le indiqué la dirección al taxista. Me limpié las lágrimas, aguantando las ganas de llorar otra vez. Hasta que llegué a casa, entré rápido a la casa y saqué algo de dinero, le pagué y se fue, sin más corrí a la casa, cerré la puerta y me fui a mi cuarto y me acosté en la cama... ahora si, había soltado las lágrimas...

¿Como fue que lo había hecho? ¿Por que lo hizo? ¿No llegó a pensar que eso dolería tanto para su familia como para nosotros, sus fans? Me dolió mucho cuando me enteré de su partida, en ese momento sabía que no iba haber otro artista como él. Ese día lloré tanto, tanto que había pensado que la vida ya no giraba igual desde que se fue.

¿Sus hijos sabían de esto? ¿Paris sabía la verdad de todo esto? ¿Toda la familia lo sabía? Como fue que lo hizo...

[•••]

Durante la noche no pude dormir, pensaba tanto en eso, así que me había levantado a las 4:00 de la mañana, me puse el uniforme y agarré la mochila, salí de casa y me fui caminando, era de noche todavía y hacía aire, pero no me importaba, me senté en la parada del camión. Los minutos pasaban y yo estaba como zombie, cruzada de brazos escuchando música triste. Levanté la vista hacia al frente y no había nadie, eran apenas las 5:00 de la mañana, decidí no esperar el camión y me fui caminando por la acera, solo estaba perdida en mis pensamientos. Ahora me daba cuenta por que usaba esos típicos guantes, los lentes y el cubre bocas y el sombrero.

Un sonido llamó mi atención, era la misma camioneta. Era él. Seguí en mi camino.

−_____.− salió de la camioneta.

Yo seguí.

−_____.− me tomó del brazo, me giró hacia él, pero no traía puesto el cubre bocas, el sombrero. −______, por favor, ven conmigo.− buscaba mi mirada pero yo me negaba. Esta vez miré sus ojos. No dije nada y me subí.

Nadie hablaba, pero podía ver que me estaba mirando. Tomé aire y lo miré a los ojos.

−¿Por que lo hiciste?

−Déjame decirte por que lo hice...

Narra Michael:

−Chicos, es todo por hoy.

Me acerqué a Orianthi.

−Excelente.− comenté.

−Gracias, Michael.− me sonrió.

Me despedí de beso y me fui con los chicos a quien les agradecí por el ensayo.

−¡Dios les bendiga!

−¡Dios te bendiga Michael!− dijeron todos al mismo tiempo.

Me fui de ahí y me subí a la limusina. Al llegar a mi hogar donde mis hijos me esperaban la puerta de la limusina se abrió y bajé.

−¿Todo está listo?− pregunté.

−Todo esta listo señor Jackson.

Asentí con la cabeza y le di las buenas noches, me metí a la mansión, fui a la sala donde mis hijos estaban jugando Monopoly.

−¡Papi!− Paris se acercó a mi, me agaché y le di un beso.

−¿Que hacen?− pregunté mientras me acercaba a ellos.

−Jugando papi, ¿quieres jugar con nosotros?− me preguntó Blanket.

−Seguro.

Después de un rato acosté a mis hijos, les leí un cuento y se durmieron, a cada uno les di su beso de las buenas noches, dejé la lámpara prendida de la habitación y cerré la puerta tratando de no hacer ruido. Me fui a mi habitación, me desvesti y me puse la pijama.
Bajé a mi estudio, me senté y sobre el escritorio acomodé algunas cosas que tenía pendientes. La puerta se abrió, dejando ver a Greace, la que cuida a mis hijos.

−¿Que sucede?

−Solo vine a ver como estaba.− respondió.

−Estoy bien.

−Señor... ¿esta muy seguro de lo que va a hacer mañana?

−Sí...

−Mire, no quiero meterme en ese asunto, pero quiero que piense lo que va a hacer el día de la mañana.

−Greace, todo estará bien, mañana me sentiré libre, y es lo que quiero, quiero quitarme todo ese cargo que he tenido en casi toda mi vida... solo te pido que no digas nada, mis hijos lo saben y mi familia también.

−Lo comprendo. Iré a dormirme, que descanse, señor Jackson.

−Buenas noches, Greace.

Se retiró del estudio cerrando la puerta. Dejé lo que estaba haciendo y me recargué en el escritorio posando mis manos en mi rostro.

Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, pero simplemente ya estaba cansado, yo lo único que quería era desaparecer, fingir mi muerte y así tener siempre la paz que quise toda la vida. Revisé el reloj que estaba atada en mi muñeca, eran las 12:09 de la mañana, salí del estudio, subí en las escaleras y me fui hacia mi habitación. Me senté en la cama, apagué la luz y me acosté.

−Lo necesito.− dije murmurando.
−Perdonme.− cerré los ojos.

[•••]

Todo el mundo se había quedado sin aire, enterandose de mi muerte, pude ver como la gente estaba, llorando de dolor. Me sentí tan mal que supe en ese momento que lo que había hecho estaba muy mal.

Ya era demasiado tarde para arrepentirse...