Capitulo 12.

5K 228 6
                                    

Cuando llego a casa agradeció que no estuviera nadie, arrojo su mochila en un lugar de la sala y subió rápidamente a su habitación para encerrarse y llorar bajo las sabanas de su cama, ahora más que nunca deseaba que su papa estuviera vivo para consolarla por la primera vez que le rompían el corazón como él se lo prometió tantas veces cuando era pequeña.

Unas horas después escucho llegar a su hermano, este la llamaba desde la sala, desganada Eliza se levanto, entro al baño y lavo su cara, no quería que Daniel la viera así, salió del baño y fue directo a la puerta de su cuarto.

Estoy arriba Dan.- Dijo desde el marco de su puerta.

Traje pizza, ¿quieres comer?- Pensó en rechazar la propuesta, pero el sonido de su estomago le hizo aceptar dudosa. Bajo las escaleras y se detuvo en el ultimo escalón donde se encontró a su hermano mirándola con el seño fruncido.

¿Qué?- Pregunto secamente.

Emmm… nada, ¿estás bien?- Preocupado pregunto su hermano.

¿Por qué estaría mal?- Dijo irritada.

No sé, dímelo tu.- Contesto él.

¡Estoy bien! ¿Vamos a comer o no?- Respondió bajando el ultimo escalón para acortar la distancia que los separaba.

Claro.- Dijo en modo de susurro.

Minutos después ambos estaban sentados frente a la mesita donde se encontraba la pizza mirando la televisión, comían en silencio, un silencio que interrumpió su hermano al ponerse de pie y apagando el televisor captando su atención.

¿Ya me vas a decir que rayos te pasa? Estas actuando muy raro hoy… en realidad lo has hecho los últimos días, vamos dime.- Dijo su hermano claramente alterado.

¡Ya te lo dije! No me pasa nada, ahora déjame comer en paz.-  Contesto con la voz quebradiza, odiaba ocultarle cosas a su hermano, pero definitivamente contarle su problema no era una buena opción.

¿Vez? Ahora ya no me cuentas nada, extraño a mi hermanita, la que me tenía la suficiente confianza para decirme las cosas porque sabía que yo siempre estaría para escucharla y apoyarla.- Le dijo con dulzura arrodillándose frente a ella.

Ay Dan.- No se pudo contener más, se lanzo hacia él y lo abrazo rompiendo en llanto, ella también extrañaba poder hablar con el de cualquier cosa.

Tranquila pequeña Eli, no sé qué te pasa y porque no me lo quieres decir, pero sabes que puedes desahogarte conmigo cuando quieras.- Consolándola la recibió en sus brazos.

Gracias Daniel, pero es muy complicado, enserio quisiera contarte.- Dijo sollozando.

Solo dime algo, ¿estás metida en algo malo? ¿Estás bien? ¿Es grave? ¿Puedo ayudarte en algo?- Pregunto separándose para verla a los ojos totalmente preocupado.

Tranquilo, no es nada malo, bueno… para mí no lo es, estoy bien y emmm ¿a qué te refieres con grave? Y no, no creo que puedas ayudarme, solo confía en que nada malo me va a pasar, ¿sí?.- Contesto sinceramente.

Esa respuesta me deja aun más preocupado hermanita, pero está bien, confiare en ti, espero que pronto me cuentes que me pasa.- Respondió abrazándola de nuevo.

Yo también lo espero.- Susurro no muy convencida.

A la mañana siguiente despertó temprano, era sábado, tenía el fin de semana para pensar que hacer. Bajo las escaleras, su mama ya había ido al trabajo y su hermano tal vez a entrenar, estaba en un equipo de futbol de la facultad. Decidió tomar una ducha y luego ir a caminar para despejarse un poco.

Bajo La Lluvia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora