Cuando despertó ya estaba anocheciendo, bajo a cenar con su familia en silencio y subió de nuevo a su habitación, y mientras se ponía la pijama su celular vibro al recibir un mensaje.
"Tengo algo importantísimo que contarte D:"- Nahomi.
"Dimeee!!"- Eliza.
"Ayer, despues de que William me trajera a casa lo bese y fue hermoooooso, lo mejor de todo es que me correspondió, ¿lo puedes creer? Asdfghjkl"- Nahomi.
"Wow :o ¿ya están saliendo? *-* ¿por eso actuaban tan raro hoy? ¡Me alegro mucho por ustedes!"- Eliza.
"En realidad no estamos saliendo jeje ._. Creo que William está enamorado de otra..."- Nahomi.
"¿Enamorado? Eso es mentira Nah, ¿de quién lo estaría?"- Elizabeth.
"De ti."- Nahomi.
No pudo evitar reír por lo que acababa de leer, ¿William enamorado?, ¿de mi?- Se preguntaba sin dejar de reír, eso era imposible.
"Eso es una tontería Nah, ¿por qué piensas eso?"-Eliza.
"¡Pues porque si! ¿Has visto como te mira? No tengo oportunidad :("- Nahomi.
"Es no es cierto, yo hablare con él y aclarare las cosas ;)"- Eliza.
"¡NO! Lo más probable es que lo niegue, creo que le gusto y por ahora me conformare con eso"- Nahomi.
"Obvio lo negara porque es MENTIRA, pero bueno, si así lo quieres, no me meteré, te deseo suerte :)"- Eliza.
"Gracias y por favorcito no le digas que te conteD:"- Nahomi.
"Ok, no le diré ;)"- Eliza.
"Tanks, hasta mañana<3"- Nahomi.
"Buenas noches :)"- Eliza.
Ya era más de media noche y el sueño no llegaba, se levanto y parada frente a su ventana observo la calle, a esa hora desierta, se puso una sudadera arriba de su pijama, tomo sus llaves y salió silenciosamente de casa.
Llevaba media hora trotando al rededor de su calle, con la respiración agitada tomo asiento frente a su casa y vio un par de autos pasar, abrazo sus piernas y escondió su cara en ellas.
¿Qué haces aquí?- Asustada levanto la cabeza encontrándose con la mirada reprobatoria de su madre.
No tenía sueño y fui a dar un paseo.- Contesto rápidamente.
Entra la casa cariño, no quiero que te enfermes, te prepara una taza de chocolate caliente, ¿si?- Dijo acariciándole el cabello con ternura.
Está bien mamá.- Se levanto e ingreso a su cálido hogar junto a su madre.
En silencio vio como le preparaba el chocolate, lo sirvió en una gran taza con un par de pequeños malvaviscos dentro y se lo dio aún tibio. Lo bebió con la mirada de su madre en ella hasta que por fin le dijo algo.
¿Estás bien?- Pregunto preocupada.
Si mamá, gracias por el chocolate... Ya es tarde, mejor me voy a dormir, hasta mañana.- Se despidió al terminar su bebida.
Bien, descansa cariño.- Respondió cansada.
Subió lentamente hasta su habitación, al llegar se quito la sudadera y la arrojo en el piso del cuarto, se tiro a la cama y después de arroparse con las mantas se durmió, esta vez sin esfuerzo.
Al día siguiente, se encontraba en la aburrida clase de Ingles, era la última antes de salida y ya estaba desesperada por irse cuando por fin toco el glorioso timbre que anunciaba el fin de clases por ese día, guardo sus cosas apresuradamente como la mayoría de sus compañeros y camino a la salida del colegio, se despidió de Nahomi que esperaba a su madre a lado del portón de salida y se fue a casa.
Cuando entro busco con la mirada a su hermano, pero al parecer este no había llegado, se preparo un sándwich, lo comió apresurada, y subió corriendo a su habitación, después de una ducha se encontraba frente a su armario tratando de elegir lo que usaría.
Luego de cambiarse varias veces, ya había escogido su ropa, unos jeans blancos, blusón rojo y zapatillas del mismo color, en cuanto a su cabello, decidió trenzarlo a un lado, casi siempre lo llevaba suelto, así que quiso cambiar esta vez. Se puso una leve capa de maquillaje, delineador negro bajo sus ojos, rímel y un poco de brillo labial transparente y listo, pero aun era temprano, así que hizo un poco de tarea para pasar el tiempo, antes de salir se vio al espejo y conforme a su aspecto se fue rumbo al departamento de su novio.
Cuando llego al gran edificio subió en el ascensor hasta el último piso, donde vivía Alberto, toco y la puerta y rápidamente la abrieron.
Antes de poder saludar a su novio este ya le estaba devorando la boca con uno de sus apasionados besos que obvio, no tardo en responder.
Me da gusto verte.- Dijo Alberto al separarse de ella.
A mi también.- Confeso sonrojada.
¿Alguna vez te dejaras de sonrojar cuando te hablo?- Pregunto con una enorme.
Creo que no.- Respondió sincera.
Está bien, porque me encanta cuando lo haces, o sea siempre.- Dijo acariciándole la barbilla, se inclino hacia ella y de nuevo la beso, pero esta vez despacio, saboreando esos dulces labios que solo el había probado.
Al separarse la llevo dentro del gran departamento, después de comer y hablar cosas sin importancia ahora se encontraban frente al televisor viendo una película romántica y de comedia.
La observo reír disfrutando una escena graciosa de la película, su sonrisa era hermosa, amaba oírla reír, parecía una niña pequeña e inocente, sin pensarlo la atrajo a él, le dio un corto beso en los labios, la abrazo y volvió a ver la película.
Eliza se sentía tan feliz a su lado, el era muy tierno y con cada cosa que hacía o decía se sentía a morir, recostó su cabeza en su pecho y mientras él jugaba con su mano que se encontraba sobre la pierna de su novio volvió a poner atención a la película.
Cuando la película termino era hora de despedirse, el amablemente se ofreció a llevarla y mientras salían del departamento tomados de la mano el comenzó a hablar.
El otro día te prometí que te contaría lo del problema que tuve y pues aquí voy.- Empezó a decir, Eliza lo iba a detener para decirle que no era necesario pero le hizo una seña con su otra mano y siguió hablando.- Mi abuelo materno murió hace poco y me entere de que me heredo todo, estos días estuve en Italia y mi prima me estuvo aconsejando legalmente, los socios de ni abuelo quieren que me encargue de la cadena de hoteles desde allá, quieren que viva ahí...
Pero no te irás o ¿sí?- Pregunto preocupada.
Por el momento no, pero tal vez el próximo verano.- Respondió desganado.
Vaya...- Dijo en forma de respuesta, no se le ocurrió que decirle, solo pensaba en que lo dejaría ver en el verano, cuando saldría del colegio y podría salir libremente con él, se sintió egoísta, pero era la verdad.
Después de un silencioso viaje en el automóvil de Alberto llegaron frente a su casa, se estaciono y la observo unos segundos antes de hablar.
No te voy a dejar si es que me voy a Italia.- Dijo respondiendo a la pregunta que Eliza se hacía en la mente, volteo y lo miro a los ojos con una pequeña sonrisa, se acerco a él y lo beso lentamente.
Gracias por... todo, ya debo entrar a casa.- Dijo despidiéndose.
Observo como baja del auto y antes de entrar a casa le regalo esa hermosa sonrisa que tanto extraño ver en tan poco tiempo, si así se sentía por unos días no quería ni imaginarse como estaría si se mudaba a Italia.
¿Quién era él que te vino a dejar?- Le pregunto su hermano cuando entro a su casa.
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Voten y comenten ;)
Es cortisimo, lo sé, pero fue lo más que he podido escribir x.x me queda un mes de clases y mis maestros me explotan con tanta tarea :( pero bueno, sean pacientes y espero les guste, tomen en cuenta que he tenido cero cratividad :v
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Bajo La Lluvia...
Teen FictionElizabeth, una joven de 16 años marginada gracias a la traición de su mejor amiga, comienza una relación prohibida con uno de sus profesores, el cual fue el causante de la traición, juntos trataran de ser felices. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~...