Capitulo 17.

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Después de comer lo que amablemente había preparado la madre de su amiga, esta se retiro diciendo que visitaría a una de sus amigas, dejando sin supervisión a las jóvenes.

Ni creas que se me olvida, ¿de qué hablaron tú y el profe?- Rompió el silencio la pelirroja mirándola con curiosidad.

Emmm bueno, es complicado...- No sabía qué respuesta inventar y al parecer ella no se cansaría hasta saber la verdad.

¡Oh por Dios! ¿Estás saliendo con él? No puedo creerlo, eso es tan... ¡Ah! Dime que estoy en lo correcto, dime, dime, dime.- Gritaba eufórica tomándola por los hombros mientras la agitaba bruscamente.

Emmn no, eso es una locura.- Dijo con un hilo de voz, agachada, ocultaba su rostro enrojecido con un par de mechones de su castaño cabello.

¡Entonces es verdad! ¡Increíble!, estoy muy feliz por ti, que emoción.- Celebraba Nahomi.

Está bien, es verdad, pero por favor, no le digas a nadie.- Suplicó Eliza.

¿Bromeas? Ahora eres mi mejor amiga, obvio no hablaré, pero me lo tienes que contar todo.- Prometió la pelirroja.

Luego de relatarle a su amiga la relación que tenía con su maestro, Nahomi no paraba de gritar de la emoción, no creía lo que sus oídos escuchaban y no dejaba de alegrarse por su amiga.

Al atardecer oyeron el timbre, ambas bajaron y no se sorprendieron al encontrarse a William detrás de la puerta con una bolsa de bocadillos.

A las casi 10 de la noche los tres jóvenes están sentados en el gran sofá de la sala viendo una película de terror en la pantalla de 32 pulgadas de su amiga, la noche era fría y ya cada quien con su pijama puesta se tapaban con una manta.

William llevaba puesto un pantalón azul con cuadros y una camisa sencilla de tirantes blanca que marcaba su cuerpo tonificado, Nahomi llevaba una pijama de Bob Esponja, que mas que pijama parecía un mameluco para bebé, era un jumper que le cubría todas las piernas, en la cintura tenia elástico y en la parte de arriba parecía una camisa de manga corta con cuello y botes de la cintura hasta poco más abajo del cuello, estaba completamente estampada de imágenes de la caricatura y al verla sus amigos estallaron a carcajadas, parecía una niña pequeña. Y en cuanto a Eliza, ella usaba un pijama celeste con pequeñas flores blancas que apenas se veían en el pantalón y la blusa con dos flores en el centro.

En un momento de la película donde la mejor parte los mataba del susto la madre de Nahomi entro dando un portazo sobresaltando a los chicos que la voltearon a ver con horror.

Ups, lo siento niños, ¿quieren algo de cenar?- Pregunto amigablemente.

No mami, pedimos una pizza hace rato y ya comimos.- Contesto su hija.

Al poco tiempo de esto William se despidió diciendo que solo le habían dado permiso para pasar la tarde con ellas y que ya era hora de irse a casa.

Entre bromas y anécdotas de ambas, sobre todo de Nahomi que no paraba de hablarle de ella, se quedaron dormidas en la alfombra de la sala, a la mañana siguiente, después de vestirse y desayunar se fueron caminando hasta el colegio.

Las horas de clase pasaron relativamente rápido, nada interesante había pasado más que cuando avisaron que una señora de aproximadamente 50 años bastante tierna seria la suplente de su profesor.

Al salir se compro un helado y se sentó en una banca solitaria del parque a disfrutarlo, ese parque le traía el recuerdo de como conoció en ese mismo parque.

Flashback.

Corriendo se detuvo debajo de un árbol, su madre le advirtió que llovería, pero llevaba tanta prisa de ir a casa de su mejor amiga que acababa de regresar de vacaciones que no hizo caso y ahora estaba mojada de pies a cabeza por la gran tormenta de agua fría que caía en ese momento. Temblaba de frío esperando a que la lluvia terminara, pero para su mala suerte lo único que se terminaba era la luz del sol, estaba anocheciendo y ningún taxi la quería llevar por su ropa mojada, frustrada escurría su falda de holanes café y despegaba de su cuerpo su blusa blanca que comenzaba a trasparentar su sostén rosa, avergonzada se abrazo mientras frotaba sus brazos tratando de combatir el frío que estaba sintiendo.

Bajo La Lluvia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora