Capítulo 15

212 8 0
                                    

Compasión.
Pasaba el tiempo y los invitados de Carlos y sus abuelos iban llegando, tíos y demás familia, Ange y Mar junto a Luis y Roberto. Carlos me presentó a sus tíos, hermanos y hermanas de su papá y primos de su edad, menores y mayores. La madre de Carlos no tenía hermanos, pero sí primas que se parecían muchísimo a ella, nos presentaron y de inmediato nos agradamos.
-Qué bonita pareja hacen, hijo.-La tía de Carlos, Elizabeth nos miraba con ternura.-Me alegra que estés por terminar el bachiller.
-Lo sé, tía. Me alegra que vinieras.-Le sonrió.
-¿Cómo te sientes, Carlos?.-Supuse que preguntó respecto a los recuerdos que le traía ese día en específico.
Carlos adoptó una postura seria, lo cual creí normal.-Bien, estoy bien.-Dijo sin más.
-¿Seguro?
-Si, tía. Tengo que ir a saludar a los demás, así que, si me permites.-Me tomó de la cintura y me condujo a los demás parientes.
Nos encontramos con una niña pequeña, la cual corrió a los brazos de mi novio.
-Hola, princesa.-Carlos la levantó en el aire y la abrazó.
-Hola, tío Carlos.-La pequeña se veía feliz al ver a su tío. Se acercó a nosotros una chica un par de años más grande que nosotros y me abrazó fuerte.
-¡Qué emoción conocerte al fin!, eres preciosa, Eunice, qué linda te ves.-Me dijo sonriendo, era hermosa, tenía ojos grandes y expresivos y rasgos como de princesa.
-Mucho gusto...-Dije esperando a que dijera su nombre.
-Oh, disculpa mis malos modales. Soy Mariam, prima de Carlos, es un gusto al fin conocerte, como te decía.-Me abrazó una vez más.
-Gracias, Mariam, qué linda, es un gusto conocerte.-Le sonreí.
-Carlos, primo, felicidades.-Lo abrazó fuertemente.
Él me tomó de la mano.-Gracias, Mariam, me alegra que hayan venido.
-¿Estás bien?, ¿cómo te sientes?
-Me siento bien, gracias.-Supuse que todos le preguntarían si se sentía bien.-Eunice, ella es mi prima, su madre es prima de mi madre, y ella es Rebeca, mi sobrina.
La pequeña Rebeca me observó detenidamente, yo le sonreí e inmediatamente corrió a abrazarme.
-¿Tú eres mi tía?-Me preguntó dulce e inocentemente.
-Oh...-No sabía qué decirle a la pequeña, no quería romper cualquier ilusión que tuviera, o cualquier ilusión tonta de adolescente que yo tuviera.
-Tal vez algún día lo sea, Rebeca.-Carlos interrumpió un vago pensamiento, y yo le sonreí a Rebeca.
-Me gustas para tía.-Abrazó mis piernas, le calculé cuatro años, era bastante pequeña y adorable.
Nos reunimos con nuestros amigos quienes estaban disfrutando de la fiesta, Mar y Ange se veían divertidas viendo a los primos de Carlos, sabía lo que pensaban en sus perversas mentes "Ese para mí y aquel para ti", así eran ellas, y así las quería.
-Con que presentándote a toda la familia, ¿eh?, lo suyo va en serio.-Mar me dedicó una mirada pícara.
-Es que él es muy amable.-Traté de no parecer tan emocionada como lo estaba en realidad.
-Ay, cállate con tu amabilidad. Es obvio que está loquísimo por ti, ya te presentó a casi toda su familia, qué más pruebas quieres.-Ange se veía tan emocionada como yo.
-Bueno, bueno. ¿Qué tan grande fue el desastre que dejamos en tu casa ayer?-Pregunté evadiendo en tema de Carlos.
-Todo muy tranquilo, aunque terminé exhausta por limpiar todo. Fue muy divertido, deberíamos hacer otra fiesta así al finalizar el ciclo escolar.-Ange dio brinquitos de emoción sólo al pensar en otra fiesta.
El ambiente se sintió más como el de una fiesta y la celebración comenzó, todos comimos de la carne asada que Carlos y su abuelo, de igual nombre, prepararon y las deliciosas botanas que su abuela preparó. Se les veía felices a todos, sobre todo a los abuelos, Beatriz y Carlos se veían sumamente orgullosos y felices. Llegó el momento de partir el pastel y brindar por el cumpleaños de mi novio, todos tomamos nuestra copa y escuchamos atentamente las palabras de los anfitriones de la fiesta.

-Quiero agradecerles a todos por estar conmigo hoy, celebrando 19 años de vida. Familia y amigos, saben que soy el primero en decir que cada día que vivimos es una nueva oportunidad de ser mejores personas, de hacer algo por alcanzar nuestros sueños y metas y de encontrar una nueva razón para ser felices. Los quiero a todos, gracias. Salud.-Todos dijimos al unísono "Salud" y bebimos de nuestras copas.

Así era él. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora