¿Hola?

Roto

  —¿Por qué siempre soy el idiota que sufre por alguien que no lo vale? —susurra mientras lee el último mensaje que le envió a Kath. No debió tomar el móvil de su hermana. 

Lo sospechaba, ella utilizaba varias veces al día su teléfono y era raro, porque ella no es mucho de usar por tanto tiempo. El dolor que le causa el leer que iba a intentarlo con el chico que conoció aquí justo en el lugar en el que se vieron por primera vez. Kath lo está haciendo de nuevo. Nadie había llegado tan hondo a los sentimientos de Pablo, pero ella vino y se fue en un instante y lo peor es que ni siquiera tuvo tiempo de explorar a fondo sus sentimientos. 

Debía resignarse, lo sabía... en unos días se sabrá si el niño que espera esa mujer es suyo, pero está casi seguro de que no. 

Volvió a dejar el móvil en la mesilla y pretendía regresar a encerrarse, pero ¿De qué le sirve? Tiene una gran familia apoyándolo, tiene sus sueños cumplidos y por cumplirse... tiene que empezar a vivir de nuevo. No puede dejarse por una chica que siquiera tuvo la opción de permitirle demostrar que lo que estaba empezando a sentir era real. 

Y allí fue cuando se decidió a olvidarla, por su propio bien... debe olvidar a Katherine... 

Pero el destino les tiene preparado a ambos un encuentro del que no podrán escapar