¿Hola?

Necesidad

Kath

Siento como su cuerpo tiembla al besarnos y yo como si estuviera en las nubes. Sus manos se posan en mi cintura mientras que las mías se enredan en su cabello. Es como si fuese aire, como si este tiempo hubiese pasado en cámara lenta.

—Kate... —susurra, sus caricias se vuelven fuego junto a mi piel— te amo, pero... vayamos lento.

—Es que yo... necesito estar contigo —desciendo mis labios a su cuello, suspira.

—Amor... por favor, si no, no podré contenerme. Soy completamente tuyo, no tienes que acelerar las cosas, siempre fui tuyo —dejo de besarlo y le miro a los ojos.

—¿No estuviste con nadie más?

—Te lo juro —se acerca a mi oído— y perdón por lo que diré pero me es ya inevitable.... Extrañaba tus sonrisas, tus ojos, tus besos, caricias. Tu forma de seducirme y la manera en que hacíamos el amor. Me hacías tanta falta y creí que ese era mi condena por haberte dejado así. Me estaba volviendo loco sin ti. Quiero hacerlo, pero también quiero cuidarte, mimarte, hablar sobre lo que ha pasado, ayudarte a recordar. Sé que no es impedimento para lo que estamos sintiendo, pero quiero que estés plena y feliz.

Mi corazón late como loco, siento mis mejillas enrojecerse y miro su sonrisa. Por esa bella sonrisa daría lo que fuera... recuerdo ahora nuestra primera noche juntos. Y cada momento que paso con él, me estoy enamorando más.

Tiene razón, quizás por ahora es mejor hablar de nosotros pero luego quiero perderme en sus brazos. Porque estoy segura que él es la persona con la que quiero estar en este y cada minuto de mi vida.

—Vale... por ahora vayamos a cenar, pero... acabo de recordar nuestra primera noche y quiero volver a vivirlo. Quiero ser tuya.