¿Hola?

Otra vez

Sevilla

Kath

Es fin de semana, pedí permiso en el trabajo de una semana para ir a casa y decirle a mis padres que me voy a casar con Pablo, aunque eso no le agrade a mi padre.

—Me siento como si fuera la primera vez —expresa— si cuando fuimos a decirle que somos novios casi me mata... hoy yo muero.

—Tranquilo, amor —entrelazo mis dedos con los suyos—. Aunque no lo acepte, yo me voy a casar contigo. No me importa lo que digan los demás.

—Gracias... —miramos el paisaje a través de la ventana. No quiero que se dé cuenta que también estoy nerviosa. Los minutos pasan y con ello nos acercamos más a mi tierra. La verdad es que no me apetece una discusión, pero si él no está dispuesto a aceptar tendré que hacerlo.

[...]

Mamá nos recibe gustosa, ella realmente aprueba que esté saliendo con Pablo, a pesar de que mi papá no quiere o se molesta por ello. Cuando le dije que Pablo me ha pedido que me case con él, se ha emocionado, aunque...

—Espero que tu padre comprenda que ustedes se aman —mira a Pablo— y que tú no serías capaz de dejarla.

—Gracias... —en ese momento se abre la puerta, es la hora. Nos mira sorprendido, pero luego endurece la mirada.

—Pablo... no los esperaba

—Señor, buenas tardes, tengo que hablar con usted de algo delicado. Le he propuesto matrimonio a su hija y pido formalmente su aprobación para nuestro casamiento.

El silencio es abrumador... no responde ni tiene reacción alguna. Pasan unos minutos hasta que él gruñe.

—Muy bien... esto lo tenemos que hablar en privado —contesta serio, lo cual nos impacta a todos, pues creíamos que rechazaría tajantemente la noticia. Pablo asiente y papá lo invita a su despacho. Cierra la puerta y nosotras nos quedamos estáticas... abrazo a mamá. Tengo miedo de lo que pueda pasar allí... no quiero volver a lo mismo, no otra vez.