El Acto Final

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Trixie no era realmente una gran ilusionista, pero era bastante hábil con las manos, a tal punto que incluso llegó a pensar que si no encontraría un trabajo pronto podría robar, pero solo fue pensamiento pasajero, aunque no se pueden desechar opciones en especial en la situación en la que se encuentra.

Le gusta ser el centro de atención, siempre fue asi, de pequeña hacia toda clase de tonterías para llamar la atención de sus padres, desde comer hormigas, hasta cantar a todo pulmón dentro de la iglesia, pero hubo una vez que salió junto con sus padres a dar un paseo y vio a un hombre realizar trucos de magia con pelotitas rojas, realmente no era la gran cosa, pero para una niña de 9 años resulto maravilloso, era el típico truco de poner las pelotitas en vasos grandes de plástico obviamente color oscuro y "mágicamente" hacerlos desaparecer y que aparezcan en otro vaso o/y en su mano, la gente que pasaba por alli realmente no le prestaba atención, pero Trixie estaba atenta a cada movimiento, hasta que el hombre comenzó a hacer malabares con las pelotitas y al final lanzó todas al aire para luego atraparlas en un vaso que luego mostró a la pequeña niña completamente vacío, Trixie quedo maravillada, tanto asi que desde ese momento se dedicó a practicar su "magia" repitiendo el mismo truco una y otra en casa, en su escuela, bueno, prácticamente hacia lo mismo hasta que encontró más tipos de trucos, uno más difícil que el otro que desde luego no le costó para nada aprender.

Siguió con sus trucos durante mucho tiempo, sus padres siempre la miraban divertidos y con ternura, ver a su hija tan hiperactiva manejando las cartas con una maestría casi absurda, Trixie realmente era muy buena, siempre recibía halagos tanto de sus padres como de compañeros de clase y algunos profesores, se le subió tanto que antes de cada truco se presentaba asi misma como "la gran y poderosa trixie", a sus compañeros les encantaba, después de todo eran solo niños de 11 años.

Todo cambió cuando entro a secundaria, a los chicos de su edad ya no les gustaba los trucos y solo la miraban con fastidio y vergüenza ajena, al principio le afecto un poco, pero se dio cuenta realmente que si le gustaba hacer aquellos trucos que más da lo que digan los demás porque de 100 alumnos que la miren siempre habrá 1 o 2 que apreciarán su talento.

Es asi como trixie formó su carácter basado en su gran ausencia de atención que acumuló desde los 15 años, aunque hablar en tercera persona era solo un personaje que usaba a menudo, lo utilizaba como medio de defensa contra las agresiones verbales que recibia día a día, la tachaban de ridícula, arrogante, insoportable y muchas cosas más, y para variar le iba bastante bien en el estudio, como si no tuviera problemas ya ahora tenia que soportar a los envidiosos que no se ponían las pilas en clases...

El sonido seco del timbre alarmó a todos los alumnos dentro de las clases, era hora del almuerzo.

Todos los alumnos ingresaban a la cafetería, el grupo de Rainbow Dash no tardó en entrar, Rarity hablaba animadamente sobre los vestidos que lleba preparando para la graduación que se realizará en unos cuantos meses.

- ¡Pero Rarity! faltan todavía seis meses para la graduación - hablo con un tono cansado Rainbow Dash

- Querida este es un asunto muy importante- hablo con cierto tono de doña de telenovela - Quiero que todas nos veamos espectaculares en nuestro último baile que estaremos juntas

- Pero quedamos en ir todas a una misma universidad - dijo Twilight con confusión.

- Es cierto Rares, tomalo con calma no querrás que todo este asunto te mantenga tan ocupada que bajaras tus notas y no podrás entrar al baile ¿cierto? - pregunto applejack con una sonrisa burlesca

Quedate Conmigo (Sunxie) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora