Quedate Conmigo (Sunxie)

Reencuentros

Ansiedad

Aquella sensación que nos aflige cuando las cosas se ponen en extremo estresantes, sobre todo cuando no tienes un conocimiento previo del resultado que tiene que se tiene que dar al fin de cuentas.

Todo siempre está basado en la cantidad de suerte que uno posee al final, a veces no importa que tanto te esfuerces en algo que realmente es importante para ti al final todo se define en cuanta suerte tengas al final.

Algunas veces puedes ganar la lotería.

Otras veces sin embargo, puedes recibir el impacto de una bala que se disparó por accidente a dos cuadras de distancia.

Lastimosamente las cosas tienden a funcionar de esa manera.

Trixie siempre culpo a su mala suerte por todo lo que estaba viviendo, desde el momento que perdió a su madre hasta el momento que estuvo a punto de vender su cuerpo a cambio de al menos un lugar para dormir.

El fin justifica los medios, esa frase siempre fue del agrado de la ilusionista, desde pequeña vivió en carne propia que eso era realmente lo que hacía, siempre velando por sí misma y en su propia fantasía, después de todo eso es lo que su madre hubiese querido para ella, incluso su padre antes que se convirtiera en una persona completamente ajena a ella cuando perdió a su esposa, su madre.

Pero también es una frase de doble filo, no siempre puedes conseguir las cosas de buena manera, la necesidad lleva a actos deplorables y poco morales en sentido de sociedad ética. Trixie comenzó su oficio de carterista cuando aún estaba en Canterlot, con ayuda de Sam lograban conseguir un ingreso extra para darse sus caprichos, puesto que el padre de Trixie le dejaba 10 dólares cada primer día del mes y no le importaba darle algo más, Sam era una dulce niña con discapacidad que vivía en un orfanato pagado por el estado y que era realmente de mala muerte. De una manera más retrospectiva, todo lo que hizo Trixie siempre lo hizo con ganas de mimar a su niña pequeña, darle todo lo que su difunta madre no pudo darle en vida y también lo que su desapegado padre se negaba a siquiera mostrar indicio alguno.

- Todo tiene sentido ahora –

En una oficina de la policía de Manehattan se encontraba Discord, delante de una computadora con muchos datos acerca de Trixie que pudo recolectar con ayuda de Celestia y también su gran número de contactos que posee en todo el país.

- A estas alturas supongo que ya deben estar en casa – dijo Discord

- ¿Sería bueno que le dijéramos a Cele? – se preguntó a si mismo

- Nah, seguramente se lo dirán de todas formas, es mejor no meter las narices donde no nos llaman –

- Wow, no puedo creer que esas palabras salieron de mi propia boca ¿Qué pasó con el gran Discord que podía hacer lo que él quería y cuando quería? -

- Me pregunto dónde estará –

- Aquel monstruo ya fue domado hace mucho tiempo –

- Claro, ahora solo queda un viejo loco que prefiere las fiestas de té con su esposa y hablar consigo mismo cuando siento un atisbo diminuto de soledad –

- Así soy feliz

- Somos felices –

Discord sin lugar a dudas perdió el camino de su vida cuando decidió arrasar con los estudios como si fuera un completo genio, puesto que sí lo era, pero en un punto casi creyó por completo perder su propia humanidad, ni hubiera sido por Celestia dios sabe qué clase de persona se hubiera convertido, sin embargo se quedó con algunas secuelas mentales que le resultará imposible curar, sin embargo sí que pudo moldearlas a su gusto y con mucho trabajo.