Es Bueno Verte De Vuelta

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La bizarría era que llamaba completamente la atención de los niños no importa la época en la que vivan, aquella llamativa ausencia de sentido común a la hora de hacer alguna travesura pero siempre saliéndose con la suya, disfrutando cada momento de su juventud y de la manera más increíble posible ante los ojos de un infante que apenas incursiona en lo que es la vida.

En especial si hablamos de alguien que nunca tuvo unos padres que la amaran.

Scootaloo siempre fue alguien que adoraba lo intrépido y atrevido, aunque era alguien que era sumamente valiente y audaz no faltaba los momentos en los que se notaba su curiosidad e inocencia tan característicos de su edad, recordándole a ella misma que seguía siendo una niña, no una niña normal, sino alguien que lo ha llegado a perder todo y a su vez pudo salir de una gran miseria gracias a las personas correctas en aquel centro de adopción que desde ahora solo puede llegar a ser un dulce recuerdo y también cruel recordatorio de que existen personas capaces de abandonar a sus propios hijos y también aquellas que están dispuestas a cuidarte y amarte como si fueras parte que complementa su vida.

El tiempo le enseño a Scootaloo a ver las cosas de una forma más madura, a comprender que hay ocasiones que los adultos tienen problemas y que también pueden llorar al igual que los niños, también que no todo siempre se trata de juegos, el estudio es quien te hace una persona capaz e útil para cualquier cosa, al menos eso es lo que le enseño Bon Bon, el diversión es lo que te separa de la gente mala y aburrida que jamás pudo tener lo que todo niño tiene como derecho, eso lo decía Lyra y por ultimo estaba el amor, aquel sentimiento que era obligatorio para todo ser vivo, sin importar su raza, tamaño, color o sexo, todos merecen un poco de ello y Sweetie era capaz de dar su vida si fuera necesario por sus niños, incluso por Lyra, Bon Bon y Trixie.

Fue una gran experiencia convivir con tan increíbles personas, esto lo comprende a medias la pequeña Scootaloo, pero en un futuro lejano se dará cuenta lo cuanta afortunada llegó a ser gracias a su desgracia, ahora el destino quiso que ella este ahora aprendiendo a manejar una bicicleta por primera vez en su vida, con ayuda de su hermana y también de una nueva amiga que conocía ya hace un tiempo.

- ¡No mires atrás! – gritaba Rainbow con una gran sonrisa mientras terminaba de empujar a la menor que manejaba la bicicleta ya sin sus apoyos para principiantes, solo les llevó unas cuentas horas antes que Scootaloo se sienta cómoda y preparada para hacer sin sus apoyos.

- ¡Tú puedes Scoots! – la voz de Sweetie Belle se hizo presente corriendo hasta llegar al lado de la peli arcoíris para darle ánimos a su nueva amiga.

No sentía nervios, el volante lo tenía bien controlado, sin necesidad de hacer esfuerzo logro girar lentamente y doblar la calle para dirigirse a las demás que la veían emocionadas, junto a ellas llegaba cansada una Rarity que aunque tenía una sonrisa en el rostro se le notaba que había tenido que acelerar el paso para alcanzar a sus acompañantes.

- Eso... eso está muy bien – dijo apenas llegó al lado de Rainbow para apoyarse en su hombro y tomar aire ganándose una risilla de su hermana menor y una mirada triunfante de su amiga.

- Primer intento – le dijo Rainbow de forma socarrona y presumida a Rarity.

- Ya se, ya se – aun recuperando el aliento saco de su elegante cartera de mano 20 dólares y se los entrego de mala manera – Nunca imagine que sería igual a ti, es como si fuera una mini tu – dijo con mala cara, pero a medida que veía a la nueva chica de la ciudad no pudo morir de ternura tan solo verle la cara de concentración que tenía, con una lengua afuera como si se tratara de una caricatura.

Quedate Conmigo (Sunxie) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora