El dulce sentimiento de sentirse importante, de saber que eres agradable e interesante para los demás, que recibes las miradas impresionadas de muchos por tu talento, por ser quien eres y por tu habilidad que compartes con el mundo a tu alrededor.
Dios...
Aquellos suspiros llenos de sorpresa acompañados de sonrisas soñadoras e inocentes de niños que ven algo de esta manera por primera vez.
Muchas miradas de un público mayor que se deleita con el acto, hombres escépticos que se preguntan ¿Cómo lo hizo?, de mujeres que tienen un momento de puericia que se les puede ver a leguas en el rostro...
Sin lugar a dudas es bueno volver a sentir esto, en especial después de haber pasado ratos no tan agradables, como el haberse enterado de la muerte de tu padre y que el único hogar que tuviste durante años se invadido por personas extrañas que comienzan a llevarse todas tus cosas dejando absolutamente vacío aquel lugar donde aún están todos tus recuerdos. Haber tomado la decisión más grande de tu vida y prácticamente huir de todo lo que conoces -de manera egoísta- para comenzar una nueva "vida" llena de inseguridades y un futuro para nada alentador, todo esto sin pensar en tus amigos que dejas atrás, aquellos que se quedaron a tu lado apoyándote y brindándote su cariño y comprensión, pero aun si irte sin siquiera decirles gracias como es debido, un adiós decente y un abrazo fuerte que quiera transmitir todo aquellos que se quiere decir en tan poco tiempo. Recibir insinuaciones sexuales, ser rechazada por diferentes personas por ser menor de edad y sentir tu autoestima por los suelos mientras duermes en un frio banco en un metro. Cuando por fin encuentras un lugar en el cual empezar con el pie derecho y también hallas allí al pedazo de vida que creías haber perdido para siempre, cuando realmente piensas que puedes empezar desde cero y ser alguien en tu vida, olvidar tu pasado...
El destino te lo quita todo de golpe... La única persona que parecía ser tu pilar emocional desaparece para siempre sin que tú puedas hacer algo para evitarlo, todos tus planes de vida son completamente destruidos, y por segunda vez, por una maldita segunda ocasión eres testigo de cómo te vuelven a arrebatar a ese pedacito de vida que necesitabas para ser feliz.
La vida no es justa, nunca nadie que es sencilla, y es ahora cuando puedes demostrar que aún se puede dar batalla, no todo está perdido...
Pero primero.
Hay que sobrevivir.
Trixie se estaba esta vez con los trucos de magia que había preparado, malabares con algunas cartas en el aire para luego hacerlas desaparecer "mágicamente". Estaba con un conjunto de ropa diferente ya que su traje característico lo tenía Sam, usaba una chamarra liviana con caída más o menos larga hasta llegarle a atrás de las rodillas, con un color gris en el cuerpo y negro en las mangas, unos pantalones de mezclilla rasgados, zapatillas estilo Cover pero muy antiguas, un peinado Shag que le daba un aire más maduro y ahora tenía algo que la diferenciaba, al no tener su sombrero y capa debía improvisar algo para agregarle a su nueva personificación...
- ¡Y recuerden que la magia es la magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos.- con esa frase Trixie da por concluido su primera ronda de magia.
Sus pequeños espectadores comienzan a aplaudir fuerte y efusivamente, en su mayoría jóvenes y algunos niños acompañados por sus padres.
Seguidamente se acercan poco a poco a darle algunas limosnas a un pequeño jarrón café que Trixie tenía cerca de ella en el suelo mientras que la ilusionista hacia una reverencia elegante ante ellos mostrando una gran sonrisa realzando en su rostro un parche que le daba una sensación de misterio, este simpático parche en el ojo izquierdo tenía una luna bordada en medio y también una pequeña varita mágica, y en sus manos tenía unos guantes para montar motocicleta cortados de tal manera para que pueda sacar los dedos, estos guantes eran negros y sus palmas eran rojas, sus nudillos tenían una mezcla de colores que daba la impresión de fuego.
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Quedate Conmigo (Sunxie)
RomanceEl padre de Trixie era un hombre que le gustaba la bebida y las apuestas, y por causa de esa vida falleció dejando a su hija de 17 años sin hogar a causa de dinero que debe Trixie se ve obligada a buscar trabajo, sin embargo se dará cuenta que la vi...