Quedate Conmigo (Sunxie)

Las Dazzlings

La paciencia es considerada como la madre de las virtudes, porque a diferencia de otras, esta requiere necesariamente aplacar un montón de sentimientos para llevarse a cabo, se debe reprimir muchas cosas que uno necesita expresar para sentirse bien consigo mismo, al no poder liberar estos sentimientos que se acumulan dentro de ti, ya sea de manera física o mental, nosotros mismos nos damos cuenta de que podemos sentirnos incomodos y con malestar.

Cuando uno es paciente aprende a reprimir estos sentimientos y simplemente soportar muchas cosas que quiere hacer y tal vez no lo hace, o también cuando necesita algo de sobremanera pero por diferentes razones no puede conseguirlo cuando quiere y solo le queda esperar por ello.

La paciencia es la madre de las virtudes por alguna de estas razones, si es que no son más todavía.

Es una lástima que Sunset no tuviera esa virtud de mierda.

La pelirroja era alguien impaciente, eso se pudo notar casi desde siempre, en su antigua escuela, mucho antes de ingresar a Canterlot, ella solía hacer los trabajos grupales que organizaban sus profesores, sola; pero, eso no significaba que siempre tenía que hacerlo todo por sí misma.

Había ocasiones donde se la veía enojada con todo mundo a causa que su equipo no realizó bien su parte del trabajo, es por eso que la tachaban de abusiva y se alejaban de ella. Sunset no tenía alguien cercano a quien considerar amigo, por su propia elección de vida prefirió seguir con su política de "No puedes confiar en alguien que hace las cosas de mala manera"

¿Tendrá razón en eso?

Y por qué no...

Las personas se acostumbran rápidamente a lo sencillo sin tener que esforzarse demasiado, es por ello que la mayoría quería tener a Sunset cerca cuando era más joven. El carisma, la buena voluntad, la inteligencia y la belleza, algunas cosas que a la pelirroja le sobraba y que modestamente negaba, Sunset nunca fue alguien que era déspota, simplemente era alguien que era muy correcta.

Las palabras bonitas de todo mundo, halagos casi innecesarios y premios que ella ganaba por su propio esfuerzo fue lo que fue moldeando su personalidad poco a poco.

Siempre acostumbrada en hacer las cosas a su manera, que según ella es la manera correcta.

No le gustaba seguir órdenes porque ella sabía que esa era la manera incorrecta de hacer aquello, se enojaba cuando no le hacían caso, pero honestamente era porque ella quería ayudarles a hacer las cosas bien.

Por los jóvenes inmaduros tienden siempre a interpretar las cosas sin leer las líneas de entre medio.

Es por ese motivo que ella fue tachada de abusiva y mala persona.

Y ella era terriblemente consciente de ello, mas nunca desmintió nada de eso, ya que en el fondo sentía que ese era su lugar de confort... Nadie podía molestarla por el miedo que causaba, podía ser alguien a quien respeten y teman por lo que había construido inconscientemente.

Cuando por fin consiguió su primera motocicleta, el mundo a su alrededor volvió a temerle, pero por las razones más estúpidas. Las pandillas de motoristas era algo muy extraño de ver en Canterlot, pero era bastante común en otros lugares como Manehattan y grandes ciudades con una tasa delincuencial superior una detrás de otra, para su mala suerte le tocó vivir en una de las ciudades más peligrosas del país... Pero

¿Por qué tendrían que pensar que una adolescente estaba metida en una pandilla?

Sobre todo, que una muchacha que aún estaba en colegio tenga permiso para manejar esa clase de motocicleta. Es decir, Sunset tenía tan solo 16 años cuando aprendió a manejar esa poderosa máquina. Su hogar quedaba relativamente lejos de su hogar con sus padres y ningún bus escolar o algún tipo de movilidad le facilitaba su ida al su colegio, además tomar un taxi era algo caro. Sus padres la llevaban hasta cierta parte ya que ellos igual debían ir a trabajar, la vida en Manehattan era algo complicada después de todo.