A veces siento que puedo ser como un auto, si conduzco yo puedo estrellarme y si dejo el modo automático desconfió de cualquier movimiento que hace; no tiene sentido lo que pienso y conforme los días transcurren siento que pierdo la cordura poco a poco, si no fuera por el hecho de que puedo ver y sentir mi vientre crecer, terminaría recluida en algún psiquiátrico "Sucumbir al pecado destructivo que alimenta mi alma, me hace sentir vigorosa, en cambio ser ordinaria, me hace sentir aburrida e insegura" un suspiro cansado escapa de mis labios, masajeo mis ojos exhausta y miro el cielo azul resplandeciente por la ventana "Quiero dejar de pensarte, pero tus ojos acaramelados me lo impiden" masajeo mi vientre y recuerdo la sonrisa cargada de emoción con la que llego ayer Liana; su corazón no dejaba de brincar de felicidad y plena satisfacción, ver a Pamela dar el primera paso para forjar una relación, la hace realmente feliz...
Ver su sonrisa amplia y coqueta, me recordó a la sonrisa de Theo, esa leve curva en su comisura, el hoyuelo que sale en su mejilla derecha y sus carnosos y suaves labios, sus cejas pobladas y su mandíbula cuadrada.
—¿Te parecerás a él? —miro mi vientre —¿Tendrás esos bellos ojos que desprendían amor cada vez que me veían?... Tu padre era una persona muy talentosa y extremadamente complaciente —sonrío y enseguida el llanto surge "Él era mi paraíso en la tierra, la luz brillante que ilumina mis días, el ser más preciado que tenía" —Discúlpame, me estoy poniendo nostálgica —con ambas manos limpio mis mejillas y las lágrimas que siguen saliendo.
"Recordar es vivir, al menos eso dicen; pero no explican que recordar hace que tu vida duela de nuevo". Regreso la mirada al cielo y pienso en lo cobarde que fui hace unas horas, debí contarle a Peny sobre mi embarazo, pero no pude hacerlo; las palabras se me quedaron atascadas justo en el momento en que hablo sobre su viaje a Alemania, su vibrante emoción me estrujo el pecho y me obligo a callar "¿Por qué empañar su felicidad con mi noticia?" no quería que su visita se centrara en mí, no cuándo estaba por ir a celebrar su quinto mes, así que callé y escuche atentamente sus planes y sus sueños de querer expandirse si el Club de Alex tiene éxito "No todo debería de tratarse de mí, eso fue lo que me repetí para no sentirme cómo una mentirosa"...
—¡Hola! ¡Hola! —giro solo para ver como entra riendo —Lamento no avisar, pero quiero comentarte algo y saber tu opinión al respecto —observa la mecedora y conforme se va acercando sus pasos se van deteniendo
—Honestamente creo que me doy una idea, Liana vino ayer por la tarde —desconcertada parpadea un par de veces —Hablo sobre qué quieres darle acciones de la empresa, parte de la herencia que tu padre dejo para ustedes y a la cuál Michelle tiene acceso completo y una disposición muy dispuesta, también dijo que no quiere absolutamente nada...
—Espera... Esto...
—Están en todo su derecho de querer darle parte de la herencia, incluso estoy de acuerdo de darle parte de las acciones, debes de recordar que la empresa sigue siendo mía porque se rehusaron a tenerla ¡Ah! también escuché un vago rumor sobre una cena de nombramiento, no pensé que planearan hacer pública la noticia de Liana, de hecho, no creo que le guste mucho...
—¡Basta! —su grito me hace brincar asustada —Solo espera un momento... —su rostro se ve rojo y sus ojos húmedos por lágrimas no derramadas
—¿Pamela? —niega y levanta las manos rendida.
"Debí notarlo" entra a la habitación secundaría que había mantenido oculta; sus manos tocan la cuna blanca que están en medio de la habitación y sigue caminando hasta situarse delante de la cómoda adornada por muñecos y figuras, mira la habitación y su vista se detiene en el cerezo de la puerta. Todos los cambios que hice son acuerdos a los que llegamos Theo y yo, desde las paredes pintadas en tonos pastel, hasta ese cerezo grande; los largos y anchos estantes que colocaríamos y que prometimos llenar de muñecos.
—¿Por qué? —su dura voz muestra el desacuerdo que siente —¿Por qué ahora Marily? —se gira y sus ojos inyectados de dolor me miran con reproche
—Hace mucho tiempo habíamos hablado sobre los cambios que quería hacerle a la habitación, me pareció una buena idea hacerlo por él... Tengo demasiado tiempo —miento
—¿Con que propósito? ¿Planeas tener un hijo? —sus preguntas acusatorias hacen que detenga mi movimiento
—¿De qué estás hablando? ¿Crees que yo puedo tener un bebé con alguien más? ¡¿Cómo piensas siquiera que podré hacer una vida con otra persona?! —grito y veo a John entrar apresurado.
Miro a John y sé que de nuevo estoy exaltándome de más, me recargo de nuevo del respaldo e inhalo y exhalo para tranquilizarme "Mis cambios son repentinos y rápidos, que no logro diferencia entre un estado y el otro" sujeto mi vientre con fuerza y John entra sin voltear a ver a Pamela.
—Discúlpame Pamela, no debí exaltarme como lo hice —John me ofrece al vaso de jugo de Kiwi que hace unos momentos le había pedido a Martha —Gracias —lo sujeto y con su dedo golpea mi barbilla
—Trata de no alterarte ¿Sí? ya practicamos el inhalar y el exhalar, úsalo antes de perder el control —asiento como una niña pequeña y él sonríe.
Bebo del vaso que amablemente refresca mi seca garganta, esa que hace unos momentos rugió airada por las suposiciones equivocada.
—Estás embarazada... —su voz se corta por el arrasador llanto que escapa de su boca y que provoca esos abruptos movimientos en sus hombros.
Toso e intento poner el vaso sobre la mesilla, en cambio cae contra el piso; Pamela se apresura al verme y de allí los nervios comenzaron a hacer su trabajo, lejos de poder ayudarme, su cercanía me hacía desconfiar en sí podría ver incluso más de lo que escondo.
—No debías saberlos, al menos no aún —susurro al recobrar el aliento —Sé que es imposible de creer y que podrías estarte cuestionando las cosas, pero...
—Lo siento mucho Marily, lo siento... —lo sollozos urgentes y adoloridos me hacen abrazarla —Te lo regresaría si pudiera, te juro que lo haría... —me limito a abrazarla mientras ambas nos rompemos.
"Sé que es así, si pudieras recuperarlo lo harías; todos haríamos lo necesario para tenerlo de vuelta, pero ya estamos grande como para dejar nuestros sueños volar con tanta libertad, si volviera ahora, ya no sería la mujer de la que se enamoró y probablemente no querría seguir a mi lado, no a menos que sea por nuestro hijo.
—¿Desde cuándo lo sabes? —con lentitud me alejo de ella y sin dejar de sostener su mano la miro —Yo... No sé qué hacer ahora mismo, pero créeme cuando te digo que estoy inmensamente feliz, esto... —mira mi vientre y con sus manos temblorosas toca el escondido y pequeño vientre que crece velozmente —Aré todo lo posible por ayudarte, te cuidaré tanto como me lo permitas y te juro que siempre podrás contar conmigo —asiento emocionada por sus palabras
—Yo sé que sí, pero debes de prometerme que no dirás nada a nadie; no hay seguridad en que llegue a término y eso solo me lo debo a mí —apresurada limpia su rostro
—No pienses así, si sigue aquí es porque está decidido a conocerte, su espíritu es fuerte y no te abandonara, así que no lo abandones a él... O ella —su sonrisa se ensancha y la esperanza brilla de nuevo —¡Seré tía! ¡Oh por Dios seré tía! —emocionada y aún sorprendida grita
—Sigues llorando —se aclara la garganta
—Son lágrimas de felicidad, estoy tan feliz que mi cuerpo parece no resistir la emoción que corre por mis venas; la dicha que siento de saber que él y tú tendrán lo que siempre soñaron —se levanta de golpe y mira la habitación.
Es evidente la felicidad que siente, es cómo si ella fuera a convertirse en madre de nuevo, de hecho, no sé cómo interpretar su actuar; otra en su lugar habría creado otro tipo de historia en su mente, pero ella lo acepto de inmediato, es como si lo necesitara, aun así, me hace llena de gozo verla así de feliz y vibrante.
Ahora me concentraré en cuidarme y cuidar de mí, después me ocuparé de mi mente caótica que siempre busca sabotearme. Voy a saborear esto tanto como pueda, porque su llegada no solo es dulce, es mi esperanza.
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VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).
General FictionUn dolor agonizante, noches bañadas de soledad; recuerdos presentes y hechos dolorosos... Un pasado que no perdona, un presente decidido a cobrar las deudas y un futuro escrito... No puedes escapar de tu pasado y menos de tu destino. ¿Qué quieres o...