Capítulo 59

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Incomoda me giro escapando de ese calor que choca contra mi oreja "Me muro de sueño" mi cuerpo se relaja de nuevo, pero el calor invade de nuevo mi oreja, sigue avanzando hasta chocar de frente contra mi rostro "Estaré de malhumor todo el día, si no logro dormir de nuevo" busco mi almohada y la coloco sobre mi cara

—Es hora de levantarse —ordena y juguetea con mis brazos "De verdad necesito dormir más"

—Pero ya es tarde, anda levántate —pide.

Juega con sus dedos sobre mi desnuda espalda; siento cómo el malhumor empieza a subir, me muevo para alejarme de él, pero me sigue.

—Quiero dormir, estoy cansada... Ve a hacer algo por allí —me cubro el rostro con la almohada

—Vamos cariño —insiste y me quita la almohada.

Me levanto y sin mirarlo camino al guardarropa; cierro la puerta de un portazo y agarro el primer vestido que veo "Estoy siendo muy ruda, pero me es imposible contenerme por completo y menos cuando muero de sueño" entro a la regadera y dejo que el agua escurra por mi cuerpo "Espero y esto me logre tranquilizar".

—Cariño —toca la puerta y salgo de la regadera.

Me seco y me visto con rapidez, peino mi cabello y lo dejo suelto "Solo tengo que mantenerme alejada hasta que la molestia se vaya" salgo del guardarropa y veo la cama desarreglada "¡Ah!".

—Arreglas la cama antes de hacer lo que sea que vayas a hacer —le ordeno.

Paso a su lado y salgo huyendo de la habitación "No necesita arreglarla, es cuestión de tiempo para que alguien se encargue del aseo de la casa" azoto la puerta y veo a John parado a fuera de su habitación, al verme ríe y levanta las manos rendido.

—Buenos días, bella —se mantiene quieto

—Buenos para ti —camino a las escaleras, bajo el primer escalón y escucho la puerta abrirse.

—Buenos días, Theo ¿Qué hiciste? —pregunta entre susurros

—¿Por qué crees eso? Solo le pedí que se levantara, ya es tarde y tiene que desayunar —responde de igual manera

—Jamás la molestes cuándo duerme, si no duerme suficiente tendrá malhumor todo el día y si ella no está feliz, nadie lo estará...

La ira bulle dentro de mí.

—¡Puedo escuchar lo que dicen! —grito airada.

Bajo las escaleras sin voltear, y camino a la cocina; mi abuela "Mi abuela, se siente tan extraño pensarlo ¿Será incomodo si lo digo en voz alta?" la miro haciendo el desayuno, apurada se mueve por la cocina "Se ve tranquila, verla, me hace recordar los días que pasamos juntas" me siento a lado de César y enseguida finge no haberme visto.

—Buenos días, cariño ¿Qué quieres desayunar? —limpia sus manos en el mandil y deja sobre la mesa un vaso de jugo —¿Quieres panqueques o huevos? —asiento y ella se voltea buscando un plato.

"El enojo se ha disipado con solo verla".

—Buenos días, César ¿Te encuentras bien? —tomo el vaso y doy un largo trago.

John entra en silencio a la cocina, mira a todos y se para a un lado de mi abuela; se miran cómplices y travieso toma una de las galletas de avena que puso sobre el plato, huye del golpe que mi abuela le da y sin verme revisa el refrigerador "Hace un tiempo que no tenía un día cómo este"... 

—¿Te apetece un poco de fruta? —John pone frente a mí un tazón de fresas y encima un chocolate —No me mires así, mejor toma mi ofrenda de paz y mis disculpas —me cierra un ojo y se levanta.

VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora