Capítulo 20

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Anoche fue la más larga que me ha tocado vivir, sufrí, lloré y te vi, soporte todo eso porque sabía que solo así podía verte de nuevo, podía escuchar tu voz en medio de ese ruidoso silencio; pero dado al sacrificio que hice, hoy no tuve la suficiente fuerza para levantarme, así que me tomaré el día para recobrar las fuerzas que necesito para esta noche.

La noche en que por fin haga lo que debo hacer y obtenga consuelo, aunque con esos actos vaya perdiéndote, al final valdrá la pena y yo podré ser libre. Sé que mi cuerpo nunca a sido preciso en cuanto a su talla o forma, pero ya había dejado de darme molestias "Detesto subir de peso" miro la cena en la mesilla de noche y suspiro triste "Muero de hambre, pero me rehúso a seguir perdiendo ropa" me volteo y me cubre con la sábana hasta la cabeza.

—Erick Gutiérrez, estará hoy en su casa —cierra la puerta y escucho sus pisadas andar por la habitación —Ven a cenar, ya descubrí que te saltaste el almuerzo por dormir toda la tarde —se siente en la orilla contraria 

—Mi cuerpo esta exhausto por las tantas noches que estuvo en vela, esta comenzando a pasarme factura —jala la sábana y la agarro con fuerza

—Lo sé, pero procura no saltarte las comidas y menos ahora que tu estómago a estado inestable —jala de nuevo la sábana y estiro la pierna para detenerlo —¿Estás dentro de la cama con zapatos? —jala con fuerza y me destapa la cara.

Mi cabello despeinado cubre mi rostro y él sigue quitándome la sábana, se detiene hasta ver mis zapatos.

—Quería estar lista para cuándo llegaras —cierra los ojos y toca su frente

—¿Dónde está la peluca? —veo la frustración y cómo niña pequeña me voy escabullendo lejos de él —Teníamos un acuerdo y tú no estás respetándolo —saco la peluca debajo de la almohada

—No me importa si me reconocen —resopla y se levanta

—Lo sé, pero seguirás usándola por protección, al igual que los guantes que no te has puesto —me señala las manos y las escondo —Esto no es un juego, todo lo que te obligo a usar, es para que no te busquen —enfurruñado sale de la habitación.

Camino tras de él, en silencio descendemos y andamos hasta la cocina; me paro y veo el rosal alumbrado por la tenue luz del jardín, miro la escalera por la que se fue John y regreso la vista hasta el rosal "Así como mi amor está en mi contra, las rosas serán nuestro sello" camino hasta la salida del jardín y toca la bella rosa roja que florece, paso mis dedos sobre su pétalo y bajo hasta el tallo, lo doblo hasta romperlo "Siempre las usaste como símbolo de nuestro amor" huelo la rosa y miro la luna resplandecer, tan lejos y al mismo tiempo cerca.

Regreso a dentro y John me mira, sonrío para tranquilizarlo y sigo el oscuro que camino que me llevará hasta nuestra noche que promete ser reveladora.


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John mira la cámara y después saca de su mochila un pequeño auto de juguete, con cuidado lo mete por las barandas de la reja, se pone de cuclillas y conduce el carrito lejos de la entrada, de esa forma vemos cómo la cámara lo sigue.

—Entremos rápido —abre la reja pequeña de madera y corremos a la entrada —Su familia está con él, así que espero y tengas la seguridad de terminar todo de un tajo —se agacha y pone dentro de la cerradura las pequeñas piezas metálicas.

Empuja la puerta y se asoma primero, después me mira y acomoda la peluca, asiente y entra primero; entro y huelo el exquisito aroma a bebé, los juguetes desordenados en la sala y las copas vacías sobre la mesa de centro "Una maravillosa noche familiar" la casa se siente a hogar y las fotografías lo demuestran... Sigo a John y conforme subo por las escaleras, veo las fotografías de su bebé, me paro al final de las escaleras y miro la puerta cerrada al final del pasillo "Si lo hago, le estaré quitando un padre a este bebé inocente, es por eso que me pregunto si estaría segura de hacer lo necesario" John baja con el bebé en brazos, mientras mi cuerpo se mantiene congelado en el mismo sitio...

VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora