Capítulo 43

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En ocasiones no logro entender que ahora no soy solo yo, me es difícil recordar que debo de avisar sobre mis movimientos; explicar a dónde voy y con quién salgo, sin olvidar mencionar a la hora que debo de volver o si volveré, bueno, ayer fue un día en que olvidé que ahora soy una niña en el cuerpo de una mujer. John estaba vuelto loco porque no explique lo que haría, grito tanto anoche cuando me vio llegar sola en el taxi; estoy segura de que su grito despertó a todos los vecinos, sin embargo, nada de eso me preparo para encontrar mi casa decorada para navidad, John me comento que Michelle vino y preparo la casa para acción de gracias.

Aunque mi mente se encuentra absorbida por la presencia del desconocido de ayer, su presencia aún sigue clavada en mí; no logro comprender el sentimiento que abrigo con su presencia, la calidez que ayudo a que el dolor no siguiera avanzando...

—Penélope esta al teléfono —entra y me da el teléfono, lo veo recoger los platos —Hola...

—¿Es verdad? ¿Estás embarazada? La madre de Alex le llamo asegurando de que estás embarazada y de que milagrosamente es de Theo ¿No pensabas decírmelo? —resoplo y cierro los ojos agotada

—Me enteré hace poco, no solo lo oculté de ti; no planeaba decirle a nadie sobre eso hasta que estuviera lista...

—Hasta donde sé soy tu única amiga, debiste confiar en mí y decirme lo que estaba ocurriendo; últimamente no haces otra cosa que ocultar y omitir, sacas a las personas de tu vida como si no fuéramos nada... Eres egoísta Marily —escucho el suave y sutil gemido de dolor que aguanta

—Egoísta. No sabes nada de lo que sucede en mi vida, no tienes derecho de opinar y menos hacer un juicio sobre mí; no logras abrir tu mente para intentar entenderme, entender la situación en la que me encuentro... No quiero hablar contigo, no cuándo estás siendo irracional y no haces otra cosa que juzgarme y culparme —termino la llamada y dejo caer el teléfono al suelo.

"No importa lo que diga, ella jamás comprenderá mis acciones y decisiones".

—Fuiste muy dura, ella no sabe nada...

—Al menos yo tuve la decencia de terminar una llamada antes de precipitarme a hablar de temas que desconozco; en cambio yo siempre soy juzgada y señalada, aunque tú sabes mucho sobre eso —se endereza y me observa en silencio.

Su mandíbula se tensa y la presión ejercida en los platos que sostiene hacen que rechinen.

—Y esta es mi señal de salida, si necesitas algo llámame —termina de recoger y sale huyendo de mí.

"Sigo paranoica, es un sentimiento que no me deja y se refuerza cada vez que veo a John; como si mi mente me estuviera alertando de algo que ignoro...

—Está descasando, deberías volver otro día o no volver nunca —su voz agria por la molestia me hace sonreír.

"¿Ahora con quién estará peleando?".

—Entiendo, volveré en otro momento —su voz desilusionada hace que me mueva.

"Le debo por lo menos esto, debería de aprovechar el momento y decirle que no vuelva más; no hay nada en mí para darle".

—John, déjalo pasar —me siento e intento arreglar mi desordenado cabello.

Entre y son sonrisa se amplía al verme, en sus manos trae grandes bolsas de regalo y siento una leve punzada al ver la mirada de fastidio de John "Es incluso más protector que antes" esta vez no lleva su traje habitual de tres piezas, al contrario de las pocas veces que nos hemos visto; hoy va vestido casualmente, unos jeans de mezclilla y una playera que deja a la vista sus brazos bien dotados.

VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora