VENGANZA © (Segunda parte de AMOR).

Capítulo 47

LIANA.

Tomo la foto de Theo que hay en el escritorio y me siento en el sofá cerca de la chimenea "Cómo desearía tenerlo aquí, aunque me odiara de nuevo... Debí ser honesta con él, debí decirle la verdad; de esa manera no hubiera perdido tanto tiempo, lo deje odiarme, lo deje creer una mentira para protegerlo" Al menos eso es lo que me intento hacer creer, no dije ni hice nada, porque no quería manchar el nombre de Héctor, lo hice por mi padre, lo hice aun cuando no lo merecía, ni yo merecía vivir en la sombra y perder a la persona que amaba "Mi hermano".

Tengo la oportunidad de tener una familia, de vivir y de dejar ese vacío de soledad en el cual viví la mayor parte de mi vida. Mi madre murió y quedé sola y luego perdí a Theo, y creí perder la oportunidad que tanto necesitaba, ero Marily estuvo allí; ella me escucho cuando no tenía que hacerlo, me apoyo y me ayudo a salir del abismo en el que creé para mí. Ese abismo; que a veces llega queriendo sumergirme de nuevo, pero, ahora ya no estoy sola... Abre la puerta y sonrío, por fin voy a tener un poco de ropa seca sobre mi fría piel "John fue una completa bestia, estúpido; pero si cree que esto se va a quedar así, está loco. Al menos le di un gran golpe; un golpe que jamás va a olvidar, entrenar con James está resultando mejor de lo que creí".

—Que rápido fuiste por la ropa...

—¡Oh pequeña bruja! Has hecho que mi hermana se enoje conmigo —todo el cuerpo se me eriza al escuchar su gruesa y profunda voz

—Vete de aquí —me cubro todo lo que puedo con el suéter largo que me dio Marily

—No.

Dejo de mirar a la nada y volteo enfrentándome a su intensa y curiosa mirada; me pongo todo lo derecha que puedo "Jamás me dejaré intimidar por un hombre" pongo los brazos cruzados sobre mi pecho "Necesito cubrir mi desnudes" sigue llevando su ropa mojada, su cabello esta despeinado y sus ojos brillan cómo dos estrellas en el firmamento.

—Pareces muy nerviosa —da un paso hacía mí.

El corazón empieza a latir de esa manera que detesto; de esa manera que me hace sentir expuesta... Soy una estúpida, no debí desnudarme sin antes cerrar con llave la puerta.

—No hay razón para estar nerviosa —miento y es ahí, donde aparece esa sonrisa torcida.

Mira hacía la chimenea y luego continua su recorrido por todo el estudio,  inspeccionando cada rincón de el. Pero no va a encontrar mi ropa, esta cubierta por el sofá, desde dónde esta no puede verla.

—No te creo —camina y se detiene frente al sofá mirándome sin perder detalle

—Basta John. No es momento, me estoy congelando y necesito calor —miro a la chimenea y cubro mis piernas desnudas para que no las vea

—Eso dijo Mar, todo el calor que necesites —sus palabras de doble sentido hace que enfurezca

—Así es, ahora, por favor vete...

—¿En serio crees que saldré? —camina otro paso.

Los nervios empiezan a tomar fuerza; al igual que mi furia, se esta burlando de mí y no soporto que nadie se burle de mí.

—John...

—No puedo Liana; y menos cuando sé que estas completamente desnuda —su voz se hace más profunda y cargada de deseo.

Lo miro furiosa "Estúpido, todo este tiempo lo supo y se divirtió con mi incomodidad" no puedo caer de nuevo, y menos cuando él está dispuesto a hacer que se repita. Parece ser que con tres veces no fue suficiente.

Lo que no sabe, es que soy yo quién decide, cómo, cuándo y dónde.

—Aléjate John, no estoy de humor para...