Especial: "Milagro de Navidad"

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Hoy es navidad... pero yo prefiero llamarlo el día de Kim; Digo que es su día ya que todos los años se vuelve como loca comprando regalos, preparando la cena de Navidad y planeando el paseo del 25 de diciembre.

Nos invitó a todos a su casa, pero yo más que ser una invitada era una sirvienta. Me mandaba de un lugar a otro adornando y acomodando la sala. Martín, Daniel y Justin fueron a comprar la comida que faltaba.

-Listo -Dije desplomándome en el sofá; Ya había terminado de decorar y poner la mesa con todos los cubiertos.

-Sólo queda la comida -Dijo Kim sentándose a mi lado.

-Oye ¿Y tus padres? -Pregunté. Había recorrido toda la casa pero en ningún momento la había visto.

-Vuelven en la noche... como a las diez -Resopló un mechón de su cabello que tenía delante en su cara.

-Pero lo que cuenta es que van a estar para navidad

-Si... y tú ¿qué harás?

-Estaré con Justin, mi mamá y Tom... y Nicolás -De me había olvidado que él ya era parte en la casa

-Tu primera navidad con Justin... yo le dije a Martín si quería pasarla aquí y dijo que sí ya que no quería estar en su casa con sus familiares

-Lo compadezco ¿quién querría estar en una casa llena de sirvientes y gente mal hablada?

-Bueno, yo la paso con ustedes... -Dijo sonriendo de lado. Le pegué en el brazo haciendo que se callara.... ¿Pero en realidad parecíamos sus sirvientes?

-¿Qué les regalarás? –Me acomodé en el sillón. Kim no me miró, estaba mirando el techo pensativamente. Eso respondía a mi pregunta, no les compró nada –No compraste nada ¿Cierto?

-Si compré –Despegó su mirada se refregó los ojos. Se sentó bien y me miró –Lo diferente es que no sé si a Martín le vaya a gustar su regalo...

-¿Qué le compraste?

-Un reloj –Se mordió el labio inferior y me miró nerviosa.

-¿Un reloj? No es mal regalo... pero ¿No crees que ya tenga uno? Él tiene dinero y puede comprarse lo que quiera

Soltó un quejido y se llevó las manos a la cara.

~ ¿No podías decir que estaba bien? Ahora te explotara para saber que podrá regalarle ~

No le voy a mentir... Martín estará feliz de recibir cualquier cosa de Kim pero creo que un reloj es muy común...

-Oye... -Iba a tantearle la cabeza cuando ella de pronto la levantó.

-Ya sé que hacer –Dijo con una sonrisa y ansiosa

-¿A sí?

-Si, y tú me ayudaras –Me tomó de las manos y me miró suplicando. Yo hice una mueca, no quería ayudarla ya que siempre sus planes terminan con algo extraño, pero no podía decirle que no ya que igual me llevaría con ella.

-¿Qué vas hacer? –Di un suspiro resignada.

-Hay una pieza a la que papá no me deja entrar... Sé que ahí esconde algo... pero mamá me dijo que también tiene muchos materiales para decorar y esas cosas

-Kim no, si tu papá te dijo que no es no. Puedes ir a comprar algo a la tienda si quieres materiales –No quería entrar a una pieza que en especial su papá había dicho que no, algo debe tener y no creo que sea algo bonito viniendo de él.

-Pero no es lo mismo... además no estamos haciendo nada –Enarcó una ceja.

-Kim... -Antes de que siguiera ella ya se había levantado y corrió hacia la habitación que estaba cerrada. No iba a quedarme ahí sola así que la seguí.

El recuerdo de un amor olvidado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora