El recuerdo de un amor olvidado ©

Capítulo 16: Calor y gimnasia

Después de cambiarnos a ropa de gimnasia llenamos unas botellas con agua.

Ahí aproveché de mojarme la cabeza con agua. Sé que se secará de inmediato pero al menos durará algo.

Kim me imitó mojándose la cabeza y se hizo un moño. Ella se había puesto unas calzas, en cambio yo estaba con un buzo ya que por más que busqué las calzas no las pude encontrar. Estaba segura que las había guardado en mi casillero, pero con el calor que hacía no me iba a esforzar preguntando o buscando las dichosas calzas.

Al salir junto con Kim, Sandra se nos cruzó junto a sus amiguitas.

-¿Qué quieres Sandra? -Pregunté yo seguido de un suspiro. Sabía que ahora se venía con alguna tontera

-¿Tan mal te vez con calzas que no las usas? -Dijo haciendo un puchero -¿O es que no las encuentras? -Terminó riéndose junto a sus amigas

Yo abrí los ojos enojada

-Fuiste tú -Le reclamé acercándome a ella para obligarla a que me dijera donde estaba, pero ella salió corriendo en dirección hacia donde estaban los demás

-¡Disfruta de la calor! -Me gritó ella mientras corría

-¡Sandra! -Yo la perseguí. Quería mis calzas, era la única de las chicas con buzo, hasta los hombres estaban con sus short.

Al llegar cerca de la profesora me detuvo ella con el sonido de su silbato

-Batzo, guarda esa energía para trotar en la cancha -Indicó la entrada en donde todos estaban saliendo.

Yo me resigné a no tener mis calzas en ese momento, además, ya gasté parte de la poca energía que tenía.

-Laura... –Sentí la mano de Kim en mi hombro. Estaba cansada.... -No vuelvas a correr de esa manera...

-No lo voy a volver a hacer... Créeme –Tomando un poco de agua nos juntamos con Martín y Justin.

-¿Qué te hizo Sandra? –Me preguntó Justin mientras quitaba el pelo que se me había ido a la cara

-Solo me condenó a asarme durante estas dos horas...

-Me alagas querida –Sandra se cruzó por nuestro lado sonriendo cínicamente -Me pone tan feliz qué preguntes sobre mi Justin... -Dio un pequeño saltito y corrió hacia sus amigas felizmente contándole las noticias

-Pobrecita, le falta tanto el amor de un novio que tiene que buscar el de otras –Me animó Kim mientras miraba a Sandra de mala manera –Oye, Daniel también está necesitado... ¿Por qué no lo ayudamos? –Dijo enarcando una ceja

-Prefiero que se quede solo –La detuve con la mano –Créeme, será mejor que este solo a que este con ella

Ella titubeo con la cabeza y asintió.

El silbato de la profesora nos asustó ya que se ganó justo en frente de nosotros

-¡Apúrense! –Nos gritó –Y yo soy la vieja aquí... -Nos miró de reojo y siguió apurando a los demás

~ Ja, te dijeron vieja ~

No estoy vieja... estoy madurita...?

~ Que ¿Ahora eres fruta? ~

Si, y tú eres esa pepa que a todos les molesta morder

***

Al llegar a la cancha la profesora nos dividió en parejas. Martín quedó con Justin y yo quedé con Kim... para varear.

La idea de las parejas era una competencia entre ellas, pero no podían competir hombres contra mujeres...

Nuestra queridísima contrincante fue nada menos que Sandra, y no fue porque la profesora la eligió, fue porque ella levantó la mano y nos indicó como sus contrincantes...