Capítulo 24: No pediré perdón

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La mañana siguiente nos despertamos por el grito de mi mamá.

Llegué a saltar de la cama para ir a verla y al correr hacia la pieza me encontré con ella frete al espejo. Tom estaba aún estaba dormido, o intentaba dormir ya que tenía una almohada enzima de la cabeza.

Justin llegó a mi lado y estaba igual de nervioso que yo cuando desperté.

Mi mamá se giró a vernos; tenía los ojos llorosos y con sus manos apretaba fuerte la polera que ayer le había regalado.

~ Parece que no le gustó tu regalo ~

No creo que ese sea el problema...

—Laura... —Me habló con la voz baja—La polera no me queda... estoy engordando —Se llevó la polera a la cara y comenzó a sollozar en ella.

~ Pareciera como si nunca ha estado embarazada ~

Ahora estoy pensando seriamente que tal vez sea adoptada

~ La polera nueva ahora está repleta de lágrimas... no durará mucho ~

Di un suspiro de cansancio. Yo pensaba que le había pasado algo grave... no que estaba subida de peso... lo cual es algo lógico.

—Te puedo comprar otra... —Le dije dando un bostezo. Me había quedado hablando con Justin hasta tarde y estaba feliz porque estaba de vacaciones y así podría levantarme más tarde...

— ¿Por qué me tuve que embarazar justo en verano? —Dijo un poco más triste. —Además... —Se quitó la polera de la cara y me miró. —La boleta dice que estaba muy cara... ¿De dónde sacaste dinero?

~ ¿Acaso no sabes que para regalar algo tienes que sacarle el precio? ~

Estaba cansada... se me olvido

—Trabajando —Se me adelantó Justin en contestar. Yo lo miré de reojo con una mueca.

— ¿Estás trabajando? ¿Son decirme? —Me dijo mamá frunciendo el ceño

—A mí tampoco me había dicho nada —Justin levantó los hombros y me miró acusadoramente—

Se suponía que después le diría un poco más calmada la cosa del trabajo... pero por el desquite de Justin tendré que explicarlo ahora.

—Conseguí un trabajo en una pastelería... soy mesera al igual con Nicolás... —Refunfuñé—. Pero yo no los llamé, ellos me llamaron —Me excusé

— ¿Es la pastelería que está a unas calles de la casa? —Me preguntó mamá

—Si esa "My sweet" —Asentí

—A entonces no hay problema —Respondió moviendo la mano

— ¿Enserio? —La miré entrecerrando los ojos.

—Si... tuve que ir a ver dónde iba a trabajar Nicolás y firmar algunas cosas... no es malo —Levantó los hombros —Al menos no estarás todo el día encerrada como el año pasado

Solté unos pequeño "jeje" enojada. Al menos no tendré alguna discusión con ella sobre esto.

—Además estás con Nicolás... oye, quiero una de color rojo —Me dijo indicando la polera y... ¿Puedes ir ahora? —Me sonrió —Es que quiero salir y como me gustó...

— ¿Quieres que me vista y solo salga para comprar una nueva polera la cual fue un regalo? —Dije irritada

—Así es —Asintió. La miré amargadamente y refunfuñé. Mi mañana de paz se acabó —Y que Justin te acompañe

El recuerdo de un amor olvidado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora