El recuerdo de un amor olvidado ©

Capítulo 30: La encontré, o eso creo

La mujer lleva ya como quince minutos manejando al igual que yo, y me está comenzando a entrar miedo ya que se está dirigiendo a la autopista y no tengo idea que tengo que hacer.

Mi alegría vuelve cuando veo que la mujer se detiene frente a una población. Me arrinconé unos metros atrás de ella para que no se diera cuenta. Ella se bajó y vi que este era su lugar de casa ya que bajó todas sus cosas y con las llaves cerró la puerta automáticamente. Subió las pequeñas escaleras hasta llegar al portón y abrir nuevamente con sus llaves. No pude ver más ya que al entrar no me alcanzaba la vista y en estos momentos no es precisamente en los que traigo mis lentes.

Me apoyé en el volante para alcanzar a ver mejor pero lo único que conseguí fue que el perro que estaba a un lado de la vereda me mirara con mala cara y caminara en una dirección contraria a la mía.

~ No puedes dejas en paz ni a los animales ~

No es mi culpa que el perro sea un gruñón...

Me volví a sentar bien en el asiento y me crucé de brazos. Me sentía una tonta estando ahí cuando ni siquiera pude ver si en realidad la mujer era la madre de Nicolás. Había venido sin decirle a nadie y no conozco ni siquiera el camino de regresó. Sé que mamá me regañará, Nicolás lo hará igual por dejarlo solo en el centro comercial, y ni hablar de Justin...  

Estaba pensando en una excusa cuando el perro al cual molesté comenzó a ladrarme. NO le hice demasiado caso, pero cuando ya llevaba como seis minutos sin parar ya me estaba hartando. Intenté callarlo con el típico "tranquilo" pero no funcionó. El perro continúo molestándome.

—Fuera... —Murmuraba yo, despacio para no llamar la atención de los residentes de la población —Fuera, perro mañoso —Le dije enojada, pero el perro no se callaba. No fue hasta que el portón se abrió nuevamente que el perro cesó. Sentí un gran alivio al dejar de escuchar ese insoportable ladrido. Levanté mi cabeza para ver quién era mi "salvador" y para mi suerte vi exactamente  la mujer de antes. Esta me miraba extrañada y un poco asustada. Yo la quede observando detalladamente. La mujer era muy diferente a como la había visto antes. Si tenía unas facciones parecidas, pero para mí mala suerte no era ella.

Me sentí muy disgustada al no ver a quien estaba buscando. Perdí mi tiempo siguiendo a una persona que no conocía y ahora estoy perdida.

— ¿Necesita algo? —Me dijo la mujer mientras caminaba hacia mí. Yo parpadeé varias veces antes de contestarle. No podía decirle "No, es que la seguí porque pensé que era una persona que conocía" Parecería una completa inútil ya que es totalmente irresponsable salir de esa manera.

—No... —Dije nerviosa cuando ella ya había llegado al lado de mi ventana. —Es... que estaba descansando por manejar tanto... —Sonreí forzadamente. Al parecer se me da muy bien mentir... aunque mi cabeza ya parece árbol con tantas trenzas.

Ella se me quedó viendo.

—No... ¿No eres muy pequeña para conducir? Además, llevas un uniforme—Me dijo seriamente. Yo tragué saliva y con mi mejor pose me puse derecha y me senté bien en el asiento.

—Es un problema de familia... pero ya voy en el último año —Sonreí nuevamente. —Pero ya me iba... —Prendí el motor para poder hacer frente de que de verdad estaba conduciendo. La señora me siguió viendo un poco extrañada pero al verme encender el motor se hizo una idea.

—Ten cuidado al manejar chiquitita... hace un tiempo hubo un accidente cerca de aquí y el puente no quedó muy bien de camino a la ciudad... —Cerró los ojos pasivamente como si de verdad lamentara el accidente. —Bueno... no fue hace tan poco, pero es peligroso aún pasar por él... —Tomó aire y dio un gran suspiro —Ve con cuidado —Le dio unas palmaditas a el auto u comenzó a caminar en dirección nuevamente hacia el portón. Yo la observé al igual que el perro que iba junto a ella. El perro ruidoso no había traído tan mala suerte después de todo... me hizo darme cuenta de que ella no era quien buscaba.