La familia Jauregui los había recibido tan amablemente que Camila no había borrado su sonrisa en ningún momento, excepto cuando no vio a Lauren por ninguna parte. Suspiró viendo a sus padres hablar con Clara y Mike, Sofi y Taylor habían desaparecido apenas entraron a la casa.
Clara le había dicho que Lauren ya vendría y los minutos se hacían eternos esperando a volver a ver a la chica. Dios. Se estaba volviendo loca. ¿Cómo era posible que quisiera tanto verla nada más? Justo cuando iba a unirse a los mayores para no estar tan sola en ese lado de la casa una voz la detuvo.
—¿Me extrañaba señorita?—Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras se giraba y luego se abrazaba a Lauren por la cintura. Soltó un suspiro escondiendo el rostro en el cuello de Lauren que también sonreía mientras le devolvía el abrazo.
—Sí te extrañaba.—Murmuró sin soltarla.—¿Cómo estás?
—Bien. Muy bien ¿Y tú?—Ambas se separaron de en el abrazo y se vieron a los ojos un momento.
—Estoy muy feliz de estar aquí.— Camila asintió.
—Y yo de que estés aquí. Digo, de que estén aquí.—Se sonrojó levemente y desvió la mirada a donde estaban sus padres. Camila sonrió al verla nerviosa y se mordió el labio intentando ocultar su sonrisa.
—Voy a saludarlos y luego puedo acompañarte a tu habitación.—Camila asintió y la vio irse a saludar a sus padres.
Lauren estaba hermosa. Bueno, eso no era noticia pero es que esos pantalones de chándal y la remera que se ajustaba a su cuerpo acompañada de la larga cabellera negra de Lauren le cortaban la respiración. Sentía que se iba a desmayar en cualquier momento. Suspiró intentando calmarse un poco y fue por su valija mientras escuchaba a Lauren avisarles que acompañaría a Camila donde sería su habitación.
Camila sintió la mirada curiosa de sus padres sobre ella y se sonrojó horriblemente. Tenía que hablar con ellos luego. Odiaba que la vieran de esa manera delante de todos.
—Déjame ayudarte.—Le dijo Lauren mientras se ponía la mochila de Camila al hombro y comenzaba a llevar su valija. No hace falta decir que Camila se derritió por Lauren al verla hacer aquello.—Ven conmigo.
—Sí…—Dijo suspirando mientras subía las escaleras detrás de Lauren. El pasillo era enorme, era largo y había muchas habitaciones.
Una en especial llamó su atención y de inmediato supo que era de Lauren al ver un póster de Lana del Rey pegado en la puerta. Sabía sobre la gran obsesión de la oji verde por la cantante aquella y no pudo evitar sonreír.
Lauren se detuvo una puerta después de la suya, la cual abrió dejando que Camila entrara primera y la morena se quedó asombrada por lo hermosa que era la habitación. Si aquello era un cuarto para invitados no se imaginaba lo que sería su propia habitación. Aunque quizás sí, desde que Alejandro había llegado a sus vidas todo había sido más lujoso y debieron acostumbrarse porque su padre era un hombre millonario y así era su vida. Aunque realmente a ninguno les importaba el dinero, no lo tomaban como algo importante o fundamental.
—Todo para ti.—Murmuró Lauren que había estado callada durante el camino desde la sala hasta esa habitación.—¿Te gusta?—Sonrió de esa manera encantadora y Camila asintió mordiéndose el labio mientras veía a su alrededor.
Lauren se quedó con la mirada fija en los labios de Camila y suspiró apretando los ojos un momento. No podía ni siquiera mirarla que ya estaba comenzando a sentir esas estúpidas mil y una sensaciones por culpa de esa morena.
—Puedes hacer lo que quieras ahora. Quizás quieres dormir… debes estar cansada.
—Si estoy cansada porque no dormí nada anoche y durante el vuelo menos, pero no quiero dormir. Y tampoco tengo idea de qué hacer, ¿Qué harás tú?—Lauren se quedó viéndola fijamente Camila bajó la mirada sonriendo un poco.—Lauren…—Le dijo cuando luego de algunos segundos no tuvo respuesta.
—Lo siento.—Ambas se rieron y para la sorpresa de Camila, Lauren no se sonrojó como siempre. Estaba sonriendo hermosamente. Dios. Se iba a morir ahí mismo.—Eh… No voy a hacer nada, supongo. ¿Quieres hacer algo? Aún es temprano y el almuerzo no va a estar listo todavía.
—Como quieras. Puedo acomodar mis cosas más tarde.—Le sonrió mientras se sentaba al borde de la cama.—¿Qué hace Lauren Jauregui un día de descanso?
Lauren se rió sentándose al lado de Camila.
—Normalmente salgo a dar una vuelta por aquí, escribo, estoy en la cama viendo televisión o…—Se encogió de hombros.—Me gusta estar tranquila, definitivamente hago lo que sea mientras esté tranquila. ¿Y tú que haces?
—Bueno cuando no estoy rodeada de mis fans, o arriba del escenario cantando con mi hermosa voz prefiero escribir, dibujar o ver alguna película. También me gusta salir a caminar.—Sonrió cuando Lauren rodó los ojos riéndose.—¿Entonces qué quieres hacer? Mi hermana y la tuya están…
—En el jardín con nuestro perro Buster.—Terminó Lauren.
—Creí que estaban en la habitación—Dijo Camila.
—Podemos ir allí ahora y en la tarde ir a dar una vuelta.—Camila asintió sonriendo.—¿Sabes manejar un cuatriciclo?
—¡Obvio que sé!—Levantó una ceja.
—Perfecto entonces creo que estás dispuesta a unas carreras en la playa, ¿eh?—Dijo Lauren cruzándose de brazos, sonriendo divertida.
—Ni lo preguntes. Tienes que estar lista.—Camila sonrió cuando Lauren rodó los ojos.
—La perdedora tendrá prenda. Y debe cumplir lo que sea que se le pida.—Camila levantó sus cejas sonriendo y se mordió el labio asintiendo.
—Soy la persona más competitiva del mundo y no me gusta perder. Estás en problemas, Jauregui.—La sonrisa divertida y la manera en la que la miró Lauren hizo que su corazón se hinchara porque era tan hermosa y ya sentía que no soportaba más.
—Veremos.—Murmuró Lauren levantándose de la cama.—¿Vienes conmigo a tomar algo en el jardín?—Camila asintió levantándose también y caminó para salir primera de la habitación, pero Lauren la detuvo tomando su mano y haciendo que volviera hacia atrás.
Camila dejó de respirar un momento viendo los ojos de Lauren, que literalmente estaban a dos pasos de distancia y todavía no había soltado su mano mientras la veía fijamente a los ojos con una vaga sonrisa en los labios. Definitivamente no esperaba que esto pasara. Lauren estaba actuando distinto y no le molestaba para nada por supuesto.
Ambas se vieron a los ojos por algunos segundos que parecían años y Camila sentía que estaba a punto de infartarse ahí mismo.
—Quería decirte que… Que estoy muy feliz de que estés aquí.—Dijo sin dejar de mirarla. Camila soltó aire asintiendo. Estaba nerviosa. Por primera vez se sentía nerviosa gracias a la misma chica tierna que le robaba el aliento justo como ahora.
—Yo… yo también estoy muy feliz de estar aquí y te agradezco por habernos invitado.—Camila sintió la caricia que Lauren le dio en su mano antes de soltarla.
—No quería estar mucho tiempo sin verte luego de haberte esperado tanto.—Le dijo mientras daba un paso hacia Camila, que literalmente no estaba respirando cuando Lauren se acercó a ella para dejar un beso en su mejilla.—Vamos.—Le dio un sonrisa mientras salía de la habitación y Camila se quedaba viendo el piso pensando en lo que había escuchado.
Lauren la iba a matar en cualquier momento.
**
—¿Estás lista?—Lauren la vio sonriendo y Camila asintió.
—Por supuesto, perdedora.—Dijo mirando al frente.
Lauren y Camila habían ido juntas a la playa, cada una en un cuatriciclo ya que solo estaban a unas calles de la casa de los Jauregui. Lauren había tomado uno azul y Camila el rojo, era de Mike pero nadie había tenido problema en cuanto a que ellas fueran juntas.
Camila tenía puesto un short de Jean y una remera que dejaba ver su estómago, lo que tenía demasiado idiota a Lauren. Camila había notado que la miraba mucho y que realmente estaba actuando muy diferente a comparación con algunos días atrás cuando no había nada más que miradas y sonrisas. Pero no dijo nada porque quizás todo era su imaginación.
En realidad no, no era solo su imaginación porque Lauren realmente la miraba demasiado, le sonreía y la propia oji verde no podía luchar con esos impulso de acercarse demasiado a ella en algunas situaciones. Y eso que solo llevaban un día de esas vacaciones…
Lauren la miró un momento suspirando al apreciar ese perfil perfecto que tenía Camila. La forma en la que su mandíbula se marcaba, la nariz fina y el pelo recogido en un moño algo descuidado que dejaba caer algunos mechones de su pelo en la nuca y los costados. Camila simplemente era hermosa por naturaleza y desconcentraba a Lauren. La desconcentraba mucho.
—Bueno, la primera que llega al muelle, gana. A la cuenta de tres. ¡Uno…!
Lauren se quedó con la boca abierta cuando Camila sin problema aceleró saliendo a una alta velocidad dejándola atrás. Riéndose aceleró también porque había varios metros de distancia entre ambas.
Podía sentir el viento del atardecer en la playa, la arena y el agua salpicar su ropa al estar yendo fuertemente por la orilla del mar. Nunca había usado el cuatriciclo con esa velocidad pero se sentía realmente bien. Esa sensación de su cara chocando contra el viento era increíble y lo era más cuando la risa de Camila llenó sus oídos al estar alcanzándola de a poco.
—¡Eres una tramposa!—Gritó Lauren cuando sin bajar la velocidad se acercaba a Camila que sonreía viendo al frente.
—¡Y tú poco astuta, Jauregui! ¡Guarda la ola!—Lauren miró a su costado para no ver nada y suspiró acelerando otra vez.
Odiaba perder. Odiaba que alguien le ganara en algo y Camila no iba a ganarle. Aunque sea una carrera estúpida ella tenía que ganas y por supuesto lo haría.
Camila la vio sonriendo cuando sintió que la volvía a alcanzar. Lauren la pasó adelantándose varios metros y sonrió ampliamente cuando escuchó la risa de la oji verde. ¿era posible que simplemente una risa le haga sentir ese famoso hormigueo en el estómago?
Lauren estaba feliz porque iba ganando, porque estaba disfrutando de su tiempo libre sin prensa, sin cámaras que la molestaran, sin nadie pendiente de lo que estuviera haciendo ahora. Tenía su teléfono en la habitación desde el día anterior porque no necesitaba nada de eso, tenía a Camila y su familia con ella, en su casa, ahora estaba pasando un buen rato con esa chica que la traía loca y aunque eso la asustara como la mierda, lo estaba disfrutando. Estaba dejando que todo simplemente pasara. Y se sentía bien porque de alguna manera Camila le correspondía esas sonrisas y las miradas que decían más de lo que parecían o ellas veían.
Quizás no lo veían porque no querían, porque de alguna manera les aterraba estar sintiendo tanto por alguien a quien no conocían completamente. Porque de verdad sentían mucho, con solo una mirada, con solo una sonrisa o el tener cerca a la otra sentían como nunca antes y todo era nuevo, pero se sentía bien.
En ese lado de la playa no había tanta gente y solamente se escuchaba el ruido de los motores, sus risas y las burlas de Lauren a Camila porque casi llegaban al muelle.
Lauren ni siquiera recordaba cuándo había sido la última vez que la había pasado tan bien como lo estaba pasando esa tarde. Ella amaba estar arriba de un escenario, amaba conocer a sus fans y muchas veces poder hablar con ellos, pero nada se comparaba con estar en casa, con su familia, sin compromisos o cámaras siguiéndola y justamente en el momento que ganó la carrera se dio cuenta que ningún momento se comparaba como cuando estaba con Camila. Eso la hizo ponerse un poco nerviosa porque era algo nuevo.
Seguía teniéndole miedo al hecho de que una chica le estaba llamando la atención, que una chica la estaba haciendo tener momentos que probablemente nunca iba a olvidar y que esa misma chica estaba haciendo que comenzara a tener sentimientos por ella misma y tan pronto.
Haciendo a un lado sus pensamientos se encontró llegando al muelle y cuando se detuvo volvió por el camino por el cual había llegado para ir hasta Camila que se lamentaba mientras también bajaba la velocidad.
Lauren se rió burlona y se bajó del cuatriciclo viendo a Camila con una mirada de “te lo dije” sobre que había ganado. La había molestado durante todo el día y tuvo razón en todo porque le había ganado.
—Encima que sales antes, pierdes. ¡Apestas!—Camila se rió empujando a Lauren que se seguía riendo.
—Quiero la revancha. Estás equivocada si crees que voy a darme por vencida.—Camila se cruzó de brazos caminando hasta el mar para que el agua se llevara la arena que tenía en sus piernas.
—Será un placer ganarte otra vez.—Le dijo Lauren haciendo lo mismo que ella.—Voy a pensar tu prenda. Va a ser una buena, te lo prometo.
—Tienes que tener piedad.—Lauren se rió incrédula y Camila se mordió el labio ocultando su sonrisa mientras la empujaba haciéndola caer al agua.
—¡Camila!—Lauren escupió el agua que se había tragado al estar distraída y Camila soltó una carcajada saliendo del agua.—Vas a ver, maldita…
—¡No! ¡Lauren, no te me acerques a más!—Dijo intentando salir del agua rápidamente pero Lauren se lanzó sobre ella al ver que no iba a poder correr.—¡Lauren!
Ambas habían caído al agua y se volvía a escuchar el sonido de sus risas junto al movimiento del agua. Camila estaba intentando hundir a Lauren pero era imposible porque la oji verde estaba abrazada a ella en un intento de empujarla una vez más.
La lucha de quién podía hundir a la otra había durando varios minutos. Es como si hubieran perdido la noción del tiempo, no parecían dos chicas de dieciocho años, lo contrario eran como dos niñas riéndose, divirtiéndose y luchando por querer ganar al hundir en el mar a la otra. Cualquiera que las viera no podría evitar sonreír al verlas de esa manera.
—Está bien... ¡Está bien, me rindo!—Dijo Lauren acercándose a Camila.
—No te creo… Seguro cuando puedas me vas a hundir otra vez.
—Claro que n…
—¡Perdí mi sandalia!—Lauren soltó una carcajada.—Deja de reírte, estúpida.
—Te trajiste una valija casi llena de calzados y te quejas por una sandalia, Camila.—La morena empujó a Lauren otra vez mientras dejaba de buscar la sandalia finalmente saliendo del agua.—Yo puedo comprarte unas nuevas mañana.—Sintió la voz de Lauren en su oído.
Se detuvo junto con su respiración cuando Lauren la abrazó por detrás mientras se reía burlándose de ella. Pero no importaba el hecho de que se estaba burlando de Camila, sino que la estaba abrazando de la cintura y tenía su rostro al lado del suyo. ¿Cómo se supone que mantendría tranquilos sus sentimientos hacia Lauren si hacía esas cosas? No sé en qué pensaba, eso era imposible.
—N-no… No hace falta.—Dijo soltando un suspiro.
—Pero… ¿Y si quiero?—Camila inconscientemente movió su rostro a un lado. Ninguna estaba prestando atención a la conversación.
—No quieres.
—Claro que quiero.
—No, no… quieres.—Lauren se rió en voz baja dándose cuenta de lo que estaban hablando, de donde tenía sus brazos, aunque tenía su corazón vuelto loco dentro de su pecho al sentir el cuerpo de Camila contra el suyo y al notar que con un pequeño movimiento podía estar besando a Camila.
Pero no era el momento.
—Vamos señora de la chancla perdida. Está oscureciendo.—Le dijo antes de dejar un beso en la mejilla de Camila.
¿Cómo podía hacerle esto? Pensaba Camila mientras soltaba aire que no sabía que estaba reteniendo e intentaba calmar a su corazón que probablemente estaba sufriendo un ataque.
Lauren la vio salir del agua y suspiró dándose cuenta de lo que casi hacía, de lo que había hecho y cómo Camila había reaccionado. No quería que Camila se sintiera incómoda con ella o no la dejara acercarse otra vez. Negó un poco subiéndose al cuatriciclo otra vez y viendo a Camila subirse también.
Ambas miradas se encontraron un momento y Lauren se sorprendió un poco cuando Camila le sonrió pero le devolvió el gesto.
—¿Hacemos la revancha ahora?—Lauren se mordió el labio asintiendo, queriendo ocultar su sonrisa desvió su mirada a la llave para encender el móvil y Camila una vez más no la esperó para salir.
Lauren la siguió sonriendo mientras en sus pensamientos se imaginaba qué se hubiese sentido besarla. Quizás si no fuera tan cobarde y miedosa lo hubiese hecho. Estaba segura, ahora más que nunca, que quizás Camila tenía el mismo caos en su cabeza porque no se había alejado de ella cuando la abrazó por detrás.
—Concéntrate Lauren.—Murmuró aumentando la velocidad.
**
Hola perros. ¿Quieren más de esos jueguitos camren o ya las quieren juntas?
Igual yo decido, pero me interesa saber qué piensan👀
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Brands {Camren}
Fanfiction❝Sin duda la vida nos trae sorpresas y muchas veces no son buenas sorpresas. En éste caso, Camila no tenía idea si era bueno o malo volver a ver a Lauren en esas condiciones, haciendo lo que estaba haciendo...❞ ❝La vida no es fácil, si somos reali...