Capítulo 3

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Dinah estaba juntando algunas pinturas que había dejado sobre un escritorio antes del concierto de Lauren. Había sido una gran noche y que su chica lo había hecho genial, era más que obvio. Se sentía tan orgullosa de Lauren. Y hablando de ella, la veía pensativa mientras estaba sentada en una silla giratoria y se movía apenas de un lado a otro. Tenía la mirada perdida en algún lugar desde hace un rato. Estaba en silencio y luego del festejo en equipo al terminar el concierto ella se había quedado aquí sola.

Dinah sabía lo que le pasaba, mejor dicho, lo intuía por conocerla tanto. Además, el día de hoy había estado observándola demasiado y había notado varias cosas. Una, por ejemplo, era que no se había despegado de esa chica Camila mientras pudo, otra era que las dos se olvidaban de que estaban rodeadas de personas en todas partes y entonces más de una vez notó esas miradas bobas, esas sonrisas y la manera en la que se trataban.

Dinah pensó en que quizás era solo cosas de amigas. Lauren nunca le había dicho que le gustaban las mujeres, pero si tenía claro cuán importante era esa chica para la oji verde.

Soltando un suspiro se fijó en la más joven y a propósito hizo un fuerte ruido con un pote de crema sobre la mesa para llamar la atención de Lauren, quien se asustó girándose a ella. Dinah se rió burlona y se puso frente a Lauren teniendo su atención por fin.

—¿En qué piensas?—Se cruzó de brazos apoyándose sobre el escritorio y viendo a Lauren que giraba la silla para estar frente a Dinah.—Y no me digas en nada porque llevas como media hora con cara de idiota viendo la pared.

—Estoy cansada, Di. Fue un día largo.—Suspiró.—Y estoy esperando que mi madre termine de recoger algunas cosas antes de irnos al hotel. Vamos a cenar todos juntos, ¿Vas a ir?

—Sí, sí voy. Llegaré un poco más tarde con Alfredo, pero estaremos.—Lauren asintió.—¿También va la familia de Camila?

Lauren la vio a los ojos confundida por la manera en la que Dinah había preguntado aquello. Sin embargo asintió. Su padre había invitado a la familia Cabello a aquella cena porque Lauren se lo había pedido. No quería aceptarlo, pero era para tener más tiempo cerca de la morena.

—¿Qué pasa con ella, Lauren?—La voz de Dinah sonó llena de cariño mientras le daba una sonrisa agradable a Lauren. La vio desviar la mirada y negar de inmediato. Estaba nerviosa y parecía incómoda.

—Nada. No pasa nada. Ya sabes la historia. Solo… Solo ella vino y pasamos el día juntas, ¿Por qué preguntas?—Se pasó una mano por el pelo mientras miraba a Dinah.

—Bueno… Pregunto porque vi que sí estuvieron todo el día juntas, vi la manera en la que te trata y como te mira. Vi como sonríe cada vez que le hablas y no solo fui yo. Todo el equipo estuvo hablando de “la amiga de Lauser”.—Lauren se rió apenas al escuchar el apodo que le había puesto Dinah hace meses y ahora todos le decían así.—También decían sobre como se miran y… Bueno. Ya te imaginas lo que piensan.

—¿De que estás hablando, Dinah? Yo no…—Negó nerviosa y se levantó de la silla para alejarse de Dinah. ¿qué demonios estaba diciendo?—A mi no me gusta Camila. Solo… Ella es buena conmigo y me importa. Nada más. No puedes simplemente hablar de esto, alguien puede escucharte,  mamá o… o Camila.

Dinah se arrepintió de haber dicho lo que dijo y rápidamente fue hasta Lauren poniendo sus manos en los hombros de la menor.

—¿Por qué te pones así si no es nada?—La voz de la rubia fue tranquila y Lauren suspiró viéndola a los ojos.—Te conozco más de lo que en éste momento te gustaría, Lauren. Lo sabes perfectamente y déjame decirte que puedes confiar en mi lo que sea, cariño. Yo no voy a juzgarte nunca por nada, tienes mi apoyo siempre y en todo. Si dices que todo está bien con Camila y solo te importa como amiga está bien, pero no te prohíbas el sentir. Si las cosas pasan es por algo.

—¿Por qué haces esto?—Se alejó de Dinah bastante asustada porque parecía que leía su mente. Lauren estaba desesperada porque alguien le estaba insinuando que sentía cosas por Camila, que la miraba “diferente” y le decía que no se prohíba sentir. ¿Sentir qué? Ella no sentía nada. No le gustaba Camila.

—Porque te quiero y me pasé noches enteras abrazada a ti escuchándote hablar de esa chica, porque hoy es la primera vez en meses que te vi tan feliz como nunca y porque no ves que la forma en la que ella te trata, te mira y te atiende todo el tiempo no es normal. Ni siquiera Alfredo me trata de esa manera ¡y eso que llevamos dos años juntos!—Terminó riéndose. Lauren simplemente se quedó viéndola. Sus ojos brillaban porque se estaban llenando de lágrimas y porque no podía creer lo que Dinah le estaba diciendo.

—¿Te das cuenta de lo que me estas diciendo?—Dinah asintió estirando su brazo para que Lauren tomara su mano, cuando lo hizo la llevó a la silla nuevamente y la oji verde se sentó.—Dinah mi madre puede escucharte. Y a mi no me gusta… no me gustan las mujeres. Te dije que solo la aprecio porque es una buena persona, me ayudó y estoy contenta porque volví a verla. Eso es todo.

—Perdóname por esto. No quise…—Negó tragándose las palabras.—Perdón.

Lauren sentía su corazón latir rápidamente porque las palabras de Dinah la habían dejado sorprendida. Ella no encontraba “extraña” la manera en la que Camila la trataba. Ni tampoco veía esa manera en la que la miraba según Dinah. Lauren estaba confundida ahora y tenía miedo.

-

Lauren entró a una enorme sala donde varias de las personas que conformaban su equipo, músicos, seguridades, bailarines, Dinah, Normani y su familia estaban allí en el rato de descanso que tenían todos de los preparativos del show de ésta noche.

Lauren se encargó de presentar a Camila delante de todos que parecían encantados con la morena, incluso ella se sintió cómoda y se le hizo fácil integrarse una media hora más tarde, ya estaban riéndose entre todos apenas se presentaron, pero Lauren quería seguir mostrándole a Camila el lugar así que la llevó con ella nuevamente dejando a todos con una sonrisa.

Dinah, principalmente, vio a Camila y también a Lauren, la forma en la que la trataba, la veía sonriendo y buscaba todo el tiempo estar cerca de la oji verde. Prefirió no decir nada y disfrutar del momento. Lauren se estaba riendo a carcajadas con todos allí, cosa que no pasaba muy seguido porque siempre encontraba más divertido encerrarse a escribir o tocar la guitarra. Aquel día las cosas estaban siendo diferentes y sabía que la principal causa era la llegada de Camila.

Mientras Lauren y Camila estaban caminando por los pasillos hasta llegar al escenario, en aquella sala todos se quedaron hablando sobre Lauren y lo feliz que estaba. Mike se quedó sonriendo porque veía a Lauren demasiado feliz y eso lo hacía feliz a él.

—Ellos son divertidos.—Le dijo Camila caminando junto a Lauren.—Tienes un gran equipo. No te debes aburrir nunca.—Lauren se rió asintiendo.

Si Camila supiera todas las cosas que hacía ella durante las giras. Se la pasaba molestando, haciendo bromas, incluso se robaba los autos que usaban para trasladar cosas pesadas y molestaba a todo el mundo hasta que Alfredo y Big Rob, sus principales seguridades, iban por ella y casi la arrastraban dentro del predio para que dejara de hacer travesuras. Había cientos de vídeos en internet de Lauren siendo cargada en el hombro de sus seguridades mientras la llevaban dentro, vídeos en donde gritaba para que la soltaran, otros donde los hacía correr hasta que la alcanzaran y otros en donde simplemente se dejaba llevar porque sus seguridades eran el doble de fuertes que ella y nunca los vencía.

La verdad es que Lauren no la pasaba mal estando de gira, excepto cuando tenía malos momentos y recaídas como la de hace algunos días.

—La verdad no, nunca me aburro. Pero igual… a veces extraño mucho a mi familia y ni esas cosas me hacen bien.—Hizo una mueca.

—Debe ser difícil estar tanto tiempo lejos de ellos. Viajar sola a todos lados y tener que sonreír todo el tiempo no debe ser fácil.—Camila pasó un brazo por los hombros de Lauren que le sonrió un poco mientras pensaba en que la morena era demasiado buena.—¿No llevas a tus amigos contigo a veces?

Lauren se sintió triste al escuchar aquello y se detuvo antes de subir las escaleras que la llevaban al escenario donde haría la prueba de sonido.

—Yo… Yo no tuve tantos amigos antes.—Dijo apenada.—En el colegio siempre estaba sola y las únicas personas con las que hablaba un poco… Nick las alejó de mi. Me obligó a que dejara de hablarlos.—Camila la vio y tomó la mano de la oji verde entre las suyas, dándole apoyo.—Solo hubo algunas personas con las que hice amistad antes de volverme alguien famoso, Vero, Alexa y Lucy, sigo en contacto con ellas cuando puedo, pero no vienen conmigo porque ellas van a la Universidad y no pueden dejarlo por mí.—Bajó la mirada a su mano, donde Camila le estaba dando caricias.—¿Tienes idea de lo sola que me siento a veces estando rodeada de personas? Las únicas que considero amigas están lejos, tienen su vida y luego estoy yo viajando por el mundo, me gusta, me hace feliz, pero no del todo…—Suspiró pesadamente y Camila se quedó en silencio para que hablara.—Cuando estoy pasando por un momento difícil a veces quiero tener la misma vida que ellas, ir a la Universidad, estudiar, conocer gente nueva y poder salir a la calle y hacer cosas que hace una chica normal, no preocuparme de las cámaras, de lo que la gente pueda decir de mi y esas cosas.

—Puedes ir a la Universidad y estudiar lo que quieras más adelante, Lauren. Ahora estás… como llegando a la cima.—Dijo con una sonrisa mientras la miraba.—Sé que debe ser difícil y lo siento, pero mira a tu alrededor que tienes a muchas personas que te quieren y te cuidan. Lauren todos ellos están pendiente de ti porque te quieren y no porque eres famosa. Yo lo noté y apenas estuve media hora allí. Con respecto a tus amigas, las puedes ver cuando puedas, cuando tengas tiempo libre y es importante que aún mantengan el contacto al menos en  mensajes.—Lauren asintió dándole la razón.—Y estoy segura de que hiciste amistad con gente importante, ¿no?

—Sí.—Se rió un poco asintiendo.—Pero ellos tienen la misma vida que yo, supongo. ¿Entiendes lo que quiero decir? No tengo a alguien que esté para mi siempre, es decir, sí, sí tengo a muchas personas, pero no a… alguien esencial. Solo soy una chica que se siente sola a veces y necesita de esa amiga que esté ahí cada día. Si no hubiese permitido que ese estúpido me alejara de todos quizás yo…

—Hey…—Camila la detuvo al ver que Lauren se estaba enojando.—Si me dejas puedo ser esa… amiga.—Lauren la vio a los ojos y Camila se contuvo de suspirar al ver esos orbes preciosos.—Te prometí que iba a estar para ti y no voy a romper esa promesa ahora que pude volver a verte. No tienes idea de lo contenta que me siento por poder estar hoy aquí y no lo digo porque estoy con una chica famosa, no lo digo porque te conoce todo el mundo o sea interesada…

—Yo no creo que seas eso.—Negó.

—Estoy aquí porque quería verte, quería saber de ti y me alegré tanto cuando tu padre me dijo de ti. Así que si me permites, te prometo que voy a hacer lo posible para estar contigo si me necesitas. No importa cuándo. Y no te sientas sola nunca, no olvides que además de este grupo de personas divertidas y geniales tienes a otras miles que te aman allá afuera.

—No tienes idea de lo bien que  me hace escucharte decir esto, sobre todo que vas a estar para mi.—Murmuró sintiendo sus ojos arder por las lágrimas que intentaba que no salieran mientras de abrazaba a la cintura de Camila, escondiendo su rostro en el cuello de la morena, soltó un suspiro y luego sonrió dejando caer algunas lágrimas cuando sintió las caricias de Camila en su espalda.

¿Acaso podía ser más perfecta? Camila era la persona más buena que había conocido en su vida. No sabía qué había hecho bien para que alguna vez se cruzara en su camino, pero lo que sea, le encantaba tanto estar con ella ahora mismo.

—Muchas gracias, Camila. De verdad.

-

—Yo no sé que me pasa.—Dijo apenas audible luego de un largo rato pensando en las palabras de Dinah.

La rubia cerró su cartera y se giró a Lauren para mirarla. Ella había estado un largo rato en silencio y Dinah prefirió no hablarle más para dejarla tranquila, además se sentía mal por haber alterado a Lauren con algo que ella SUPONÍA.

—¿No sabes que te pasa con ella?—Preguntó entrecerrando un poco los ojos.

—No. No. Solo es muy buena y me hace sentir bien.—Negó a sus propias palabras y miró a Dinah que ahora se había cruzado de brazos y se había sentado en otra silla frente a ella.

—Estás confundida.—Se encogió de hombros.—Y no está mal.—Justamente Lauren estaba pensando en eso, en que sentirse de esa manera con Camila estaba mal porque era una chica. Una chica.—Lauren, mírame. Te prometo que no está mal. Por eso te dije que no te prohíbas el sentir. No es algo malo y de lo que debas sentir miedo. Antes sufriste mucho y ella de repente llega a tratarte como si fueras lo más valioso en su vida y te juro por lo que quieras que vi eso, vi la forma en la que te trata y para mi no es algo de “amigas”. ¿Entiendes que apenas se conocen y ya pasan estas cosas? ¿Eres consiente de que estuviste meses deseando verla otra vez y  que te pasaste demasiado tiempo hablando de ella como si fuera lo único que sabes hacer? ¿No pensaste en que quizás estas evitando sentir realmente porque tienes miedo?

—Pero está mal...

—Deja eso, tarada.—Rodó los ojos.—No está mal. Tú no puedes controlar lo que tu corazón siente. Si alguien te gusta, si quieres a alguien, si sientes cosas por otra persona, sea quien sea, no puedes evitarlo cuando es real, ¿Me entiendes? No tengas miedo, Lauren.

—Pero quizás solo estoy confundida…

—Las escuché cuando hablaban antes de la prueba de sonido.—Contó algo avergonzada.—Y ahí fue cuando me di cuenta de que no quieres alejarte de ella y Camila menos quiere que eso pase.—Sonrió acariciando la mejilla de Lauren con cariño.—A esa chica le gustas y no tengo duda alguna de eso. Por favor no tengas miedo, siente, vive, Lauren. Eres joven y estas cosas no le pasan a cualquiera. Alguien como ella no le pasa a cualquiera.

—Tengo miedo.—Lauren dejó caer un par de lágrimas mientras bajaba su mirada.

La conversación con Dinah le había hecho dar cuenta de muchas cosas y poner en duda otras.

—¿Miedo de qué?

—De lo que siento. Ella es una chica y yo también. ¿Te das cuenta de lo que digo? Si la gente sabe de esto, ellos me…

—Espera.—La detuvo.—Escúchame bien, NO está mal sentir lo que sientes porque cuando pasa, pasa. No está mal que sean dos chicas. Y nadie tiene que saber de esto, Lauren. ¿Sabes? Intenta, prueba, deja que tus sentimientos fluyan, no intentes detener aquello. No te digo que uses a Camila como un experimento porque está mal, pero si realmente tienes ganas de hacer o decir algo, hazlo, habla, no te quedes con las ganas si realmente lo sientes.

Lauren intentaba asimilar cada palabra que Dinah le estaba diciendo. La rubia sabía perfectamente como se sentía Lauren porque la conocía como si fuera ella misma.

—Te quiero Lauser y no sabes lo feliz que me haría escucharte decirme que ya no tienes miedo y sabes bien lo que quieres y sientes. No es fácil porque estás confundida, pero tiempo al tiempo y disfruta. Tienes a una hermosa y buena chica a tu lado ahora. Te prometo que estoy aquí también, siempre, y que no voy a juzgarte por nada. Me alegra saber que pude hablar de esto antes de que te vayas por meses. Te venía viendo… algo ida.

—Te quiero mucho Dinah.—Lauren la abrazó y la rubia hizo lo mismo sintiendo como la más pequeña se aferraba a ella.—Y te voy a extrañar muchísimo en mi descanso.

—Yo también te quiero mi pequeña gran estrella.—Lauren se rió junto a Dinah por como la llamó.—Y estás loca si crees que no iré a verte a Miami.

—Más te vale, apestosa. Voy a preparar tu habitación apenas llegue.—Le dio un beso en la mejilla y se alejó.—Gracias por hablar conmigo y estar siempre para mi.

—Me encanta hablar contigo. Y espero que estés mejor. Todo va a salir bien, te lo prometo. Solo nada de miedo, ¿sí?

—Nada de miedo.—Negó.—Ya no más.—Susurró más para ella misma acompañado de un suspiro.

**

Lauren llevaba un rato largo sentada al lado de Taylor y frente a sus padres mientras hablaban con algunas personas que trabajan para que cada show fuera bien. Lauren tenía la costumbre de invitarlos a todos a cenar cada vez que podía y si ellos querían y podían también.

Para Lauren no había nada mejor que el final del día cuando todos se reunían a cenar, aunque algunas veces ella cenaba sola, con Dinah o Normani. La mayoría de las veces cenaba con sus compañeros de trabajo lo que para ella era una de las cosas más divertidas sin duda alguna puesto a que se la pasaban hablando de tonterías y se molestaban entre ellos como era normal.

—¿Estás cansada?—La voz de su hermanita hizo que quitara la vista de su teléfono para mirarla. Lauren sonrió negando y dándole una mirada a sus padres.

—Fue un gran día, ¿verdad?—Clara le sonrió y Lauren sonrió asintiendo.—Estoy muy orgullosa de ti cariño.

Para Lauren no había nada más importante y hermoso que escuchar esa palabra salir de la boca de sus padres. Realmente era inexplicable lo que sentía cuando lo escuchaba porque luego de lo que había pasado hace un año y meses atrás ella sentía que sus padres la veían de otra manera. Pero se equivocaba, Lauren se equivocaba completamente porque sus padres la amaban y realmente estaban orgullosos de su hija mayor.

—Por dios… Los extrañé tanto.—Lauren habló en voz baja viendo a sus padres.—Y no veo el momento de que estemos yendo a casa.

—Todavía te queda un  concierto más.—Mike habló riéndose un poco y Lauren cerró sus ojos asintiendo con una pequeña sonrisa.—Los días pasan rápido, además tienes que disfrutar de estos días en New York, Lauren. Tienes un público increíble aquí. ¿Los sentiste ésta noche?

—Estaba eufórica detrás del escenario.—Clara se rió viendo a Lauren con cariño.—Era… Wow. Demasiada gente. No puedo creerlo.

—Casi veinte mil personas.—Dijo Mike viendo a Lauren con una sonrisa enorme en su rostro.—Eres increíble bebé.

—Gracias papá. Saben que fue importante saber que estaban allí conmigo.—Mike le dio una mirada a Clara que también sonrió asintiendo.

—Claro… Y la presencia de Camila también.—Lauren tragó saliva frunciendo las cejas antes las palabras de su padre.

—¿qué? ¿De que hablas?—Negó y Clara miró a su esposo.—Bueno, sí. Pero más me importaba que estén ustedes porque fue un concierto importante y saben que si mi familia no está presente no es lo mismo nunca, nada es lo mismo sin ustedes.

—Está bien.—Mike asintió suspirando.

Lauren se ponía tan nerviosa y alterada otra vez. Era la segunda vez que se ponía así cuando le hablaban de Camila. Por eso mismo decidió cerrar su boca y no decir nada más al respecto. Aunque su esposa y él habían visto claramente, y también las miles de personas presentes, cómo Lauren le cantó a Camila en una de sus canciones.

—Buenas noches.—La voz gruesa de su nuevo amigo lo hizo girarse. Alejandro Cabello estaba junto a su familia allí tal y como lo había prometido.

—Buenas noches Alejandro. Siéntense por favor.

Mientras los Jauregui y los Cabello se saludaban, Lauren se quedó viendo a Camila fijamente, la morena estaba sonriendo mientras saludaba nuevamente a Clara y tenían una pequeña conversación. Camila tenía unos jeans blancos con cortes en las rodillas y parte de sus piernas, llevaba una remera de mangas largas que dejaba ver un poco de su estómago y el pelo suelto a un lado. Lauren suspiró desviando la mirada mientras se daba cuenta de cómo la había mirado. ¿Qué le pasaba? Negó internamente y les sonrió a los padres de Camila que por fin la conocían.

Durante el día solamente Camila había estado con Lauren, por lo tanto no había conocido a sus padres hasta ahora. Ellos parecían buenas personas, habían sido amables y agradables. En apenas quince minutos de haber llegado su madre y la de Camila ya estaban hablando sin problemas, igualmente sus padres y también la hermana de Camila, Sofía Cabello, parecía de la misma edad que su hermanita, que por cierto miraba sonriendo a la niña que tenía en frente.

Lauren se rió en silencio porque seguramente Taylor empezaría a hablar con Sofía y no pararía más.

Mientras tanto… a su lado se había sentado Camila que la había vuelto a saludar con una sonrisa enorme. Ellas se habían separado luego del concierto, es decir, al finalizar el concierto Camila se fue con su familia al hotel para poder prepararse para la cena.

La morena estaba concentrada en la conversación de las mujeres de la mesa hasta que sintió la mirada de Lauren en ella y sonrió viéndola también.

—Gran concierto.—Dijo sacando a Lauren de su estado hipnotizado. ¿Qué le pasaba de repente?—Fue increíble de verdad.

—Gracias.—Lauren se sonrojó un poco.—Me alegro de que lo hayas disfrutado.

—Realmente lo disfruté muchísimo.—Dijo viéndola a los ojos.

Camila no había dejado de pensar en el momento que Lauren cantó mirándola a los ojos y luego sonrió alejándose. ¿Eso había pasado? O quizás solo era idea suya. No podía olvidarse de esos ojos verdes sobre los suyos, esa voz ronca sonando por todo el lugar fuertemente y la letra que posiblemente había sido para ella en ese momento: “And now I'm trying to find the words. I don't know what else to say but you're pretty fucking dope. Just so you know. I've been thinking 'bout the ways that I wanna hold you close. Just so you know. I don't know what else to say but you're pretty fucking dope. Oh just so you know. I don't know how else to say this but you're pretty fucking dope.” Quizás solo había sido imaginación suya.

Lauren no podía cantarle, ¿por qué lo haría? No había manera. Esa chica no la veía de la misma forma que ella lo hacía. Para Lauren, Camila era simplemente una nueva amiga y nada más.

Durante la cena Camila habló con Lauren sobre el concierto, sobre lo que habían hecho en el día y también la oji verde le había mostrado lo que eran sus notificaciones en twitter, literalmente eran miles y no podía verlas a todas aunque quisiera. Camila sonreía mientras veía a Lauren responder a alguno de sus fans siempre agradeciendo y diciendo que los quería. A veces simplemente se quedaba viéndola concentrándose en el teléfono y más de una vez se obligó a dejar de verla porque quizás era demasiado obvia. Lauren le encantaba no iba a negarlo.

Al parecer los padres de ambas se habían llevado bien, incluso sus hermanitas estaban hablando mientras se reían y Sofía le mostraba algo en el teléfono de su madre. 

Algunas veces las conversaciones dejaban de ser individuales y eran entre todos, es decir, no solamente sus familias, también quienes trabajan con Lauren. Si bien  recordaba Camila, Dinah estaba y Normani también. Algunos de sus músicos y quien reconocía como uno de sus seguridades. No estaban todos los del equipo, obviamente, pero eran bastante en aquel restaurante.

—¿Quieres ver algo?—La voz de Lauren la quitó de sus pensamientos. Camila asintió dándole una sonrisa y justo al levantar la mirada por un momento se cruzó con la mirada de Dinah qué le guiñó un ojo sonriendo algo divertida. ¿Qué le sucedía?—Sígueme.—Le dijo en voz baja.—Disculpen, Camila y yo regresamos en un momento.—Avisó llamando la atención de casi todos en la mesa, en especial de sus padres y la de Dinah.

—Claro cariño.—Mike asintió dándole una sonrisa.

Sinu, la mamá de Camila, le dio una mirada curiosa a su hija pero asintió.

No hace falta decir que todos en la mesa las veían curiosas y sobre todo luego de haberlas visto juntas durante el día. Lauren  suspiró molesta porque estaba teniendo la atención de las personas solo porque se iría con Camila. ¿es que acaso no podía irse un momento con su amiga?

Lauren le hizo una seña a Camila para que la siguiera y así fue. Ambas caminaron por el restaurante y luego subieron unas escaleras que las dirigía al balcón del lujoso restaurante. La vista desde allí era increíble. Podía verse gran parte de la ciudad por la noche, las luces de los edificios, las estrellas, la luna y la brisa fresca que corría hizo suspirar a Lauren y a Camila sonreír mientras cerraba los ojos un momento.

—Esto es increíble.—Dijo Camila mientras veía hacia la ciudad. Lauren se mordió el labio asintiendo y apoyando un brazo sobre la baranda para ver un poco hacia abajo en las calles.—¿Siempre vienes aquí?

—Cuando estamos  aquí, sí. Es uno de mis restaurantes favoritos.—Dijo con una sonrisa.

—Me encanta.—Murmuró Camila viendo a Lauren. Se golpeó internamente porque estaba siendo demasiado estúpida hoy.—¿Cómo te sientes? Fue un día y un concierto demasiado agotador me imagino.

—Ya estoy un poco acostumbrada a esto.—Lauren sonrió.—Pero sí, sí estoy un poco cansada. De todos modos en unas horas voy a poder dormir y mañana tengo el día libre, así que puedo descansar.

—¿Y cuándo es el próximo concierto? Tengo entendido que el tour termina en unos días.—Lauren asintió pensando en lo que iba a decir.

Quizás Camila pensaría que estaba loca, pero luego de la conversación con Dinah muchas cosas habían cambiado para Lauren.

—Pasado mañana es el último concierto y luego tengo unos tres meses de descanso.—Camila asintió viendo hacia la ciudad.

—Escuché a tu padre decir que irían a Miami.

—Sí.—La ojo verde sonrió viendo el perfil Camila.—¿A ti no te… no te pone un poco triste el echo de que no vamos a vernos porque ustedes vuelven a Los Ángeles y…?—Su voz fue disminuyendo y bajó la mirada avergonzada porque si bien hace unos momentos no le importaba, ahora sí. Camila sonrió viéndola con cariño porque Lauren era tan adorable.

—Claro que sí. Si recién hoy volví a verte y ya mañana en la tarde me vuelvo a casa y no sé cuando vamos a vernos otra vez.—Dijo dulcemente mientras movía un mechón de pelo de Lauren detrás de su oreja.—Pero vamos a hablar. ¿Me lo prometes?

Lauren la vio a los ojos y no podía creer que sentía su corazón latir rápidamente porque Camila le había acomodado el pelo y luego le acarició la mejilla. Además de que esa morena era preciosa. Lauren cerró sus ojos cuando se dio cuenta de lo que estaba pensando y suspiró confundiendo un poco a Camila.

—Quizás tenga un plan y quizás no tengamos que alejarnos porque quizás mi padre podría hablar con el tuyo y quizás…

—Lauren—Camila se rió deteniéndola.—Tranquila.

—Lo siento. Sí.—Suspiró intentando estar tranquila porque Camila la tenía embobada y no sabía porqué.—Debo verme como una idiota.

—No te ves como una idiota –Camila se rió negando mientras Lauren.—Eres adorable y no entiendo porqué te pones nerviosa.

Si Camia supiera que Lauren estaba a punto de  desmayarse y no sabía porqué se sentía de esa forma ni cómo es que de repente se sentía nerviosa por estar a solas con Camila. Además de que sus pensamientos no salían de lo hermosa que estaba esa chica.

—¿Cuál es tu plan?—Preguntó divertida sacándole una sonrisa a la oji verde.

—Convencer a tu familia de venir de vacaciones a nuestra casa en Miami. Así no tendríamos que alejarnos. Además estaríamos todo el día juntas y no creo que mis padres tengan problema alguno con eso. No sé tus padres, pero creo que puedo manejarlo hablando con papá si me dejas y quieres.

Lauren sabía que eso era una locura. Camila sabía que también lo era, pero las ganas de no dejar a Lauren la mataban por dentro. No quería alejarse de esa personita hermosa que la tenía total y completamente idiota. No quería alejarse por tanto tiempo de la persona que había esperado volver a ver durante muchos meses.

Además la idea de pasar semanas enteras junto a Lauren pudiendo conocerla más la emocionaban, la volvía loca y deseaba que sus padres aceptaran aquello.

Las cosas para Lauren estaban cambiando muchísimo y cuando menos se diera cuenta iba a estar metida en un terrible problema con ella misma más que nada.


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