Brands {Camren}

Capítulo 11

—Clara dijo que saldrían a cenar con unos amigos.—Camila escuchó a su madre que iba en el asiento del acompañante del auto que había alquilado Alejandro en Miami.—Nos invitó, pero le dije que estaríamos bien en la casa y que cenaríamos ahí. No quiero que nos lleven a todos lados con ellos porque tienen que tener su espacio.

—Yo había pensado en pagar una cabaña por aquí o algo así.—Alejandro se encogió de hombros mientras giraba el volante para doblar a la derecha. Las palabras retumbaron en la mente de Camila.

—No.—Sinu se dio la vuelta para mirar a Camila mientras que Alejandro simplemente la vio por el espejo retrovisor.—Eh. Digo que no, no me parece bien, mamá. Si nos invitaron a que pasemos algunas semanas con ellos no pueden pagar otro lugar. Eso sería… descortés.

Pero en realidad lo que pasaba es que Camila no quería alejarse de Lauren.

—Además Taylor me va a extrañar.—Murmuró Sofía mientras iba tecleando en la pantalla tablet que estaba lleno de aplicaciones de juegos que le había pedido a Camila que las bajara para ella.

Sinu le dio una mirada a Alejandro y simplemente dijo:—Está bien. Pero sigo teniendo razón. Deben tener su espacio.

—Bueno, ¿qué quieren cenar? Vamos a pasar por comida en alguna parte y luego vamos a la casa a ver películas.

—Pizza.—Las hermanas respondieron a la vez y su madre sonrió viendo por la ventanilla. Esa siempre era la respuesta de sus hijas.

Camila suspiró viendo su teléfono. No tenía ningún mensaje de Lauren luego de todos los que le había enviado. Quizás estaba ocupada con su familia porque seguro que ya se habrían ido.

No podía estar ni un segundo sin pensar en ella. Deseaba tanto poder estar a solas otra vez para poder abrazarla y darle muchos besos, los cuales no volvieron a pasar luego de aquella noche en la playa puesto a que no podían estar tanto tiempo solas y aquel día se lo había pasado fuera de la casa con su familia.

Una sonrisa involuntaria se asomó por sus labios al recordar cuando había besado a Lauren. Se mordió el labio ocultando aquel gesto y pensó en que estaba loca. Ella estaba loca por estar haciendo esto, sabía que las cosas no iban a ser fáciles, que ambas iban a pasar por un duro momento a la hora de terminar con su pequeño secreto, que más tarde no iba a ser algo simple o tonto como ellas lo veían ahora. En realidad, no tenían idea de lo que les esperaba, puede que Camila sí, pero no le importaba.

El hecho de tener miles de personas pendientes de una de ellas lo hacía tan difícil, mucho más porque ambas eran adolescentes aún, eran adolescentes que se estaban enamorando y les pasaba igual que a todos, se volvían ciegos por las cosas que estaban sintiendo. No les importaba nada más que estar bien, creerse que todo estaría como lo estaba al principio cuando las cosas no eran así. Camila era consciente de que Lauren no tenía una vida normal y eso de cierta manera le afectaba un poco porque tenía miedo de salir lastimada. No es que no confiara en Lauren, no confiaba en lo que el destino tenía para ellas.

Ninguna estaba lista para enfrentarse al mundo, mostrándose tal y cómo son, lo que son. Era demasiado pronto para pensar en ese momento, pero Camila no podía evitarlo. Se estaba enamorando realmente de Lauren y a pesar del poco tiempo ya no podía controlar sus sentimientos. Estaba encantada con por chica.

*

Clara tomó su bolso y bajó las escaleras viendo a su esposo acomodarle el vestido de color rosa a Taylor que miraba a su padre con una sonrisa agradecida por hacerle mejor el moño alrededor de su pequeña cintura.

—Listo, princesa.—Le dio un beso en la frente y tomó la mano de su hija menor, levantando la mirada y frunciendo el ceño al ver a su esposa bajar sola.—¿Y Lauren?