Capítulo 8

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Lauren bajó las escaleras cantando en voz baja y se pasó una mano por el pelo mientras entraba al comedor donde estaban todos desayunando mientras hablaban de vaya a saber qué cosa.

Les dio los buenos días a todos los que estaban allí y sonrió aún más cuando su mirada se cruzó con ciertos ojos marrones y una pequeña sonrisa que la dejó boba. Mordiéndose el labio ocultando su sonrisa miró a Clara que le intentaba servir un poco de todo lo que había de desayunar.

A su lado estaba Taylor que se apoyó en su brazo suspirando. Lauren pasó el brazo por los hombros de su hermana y le dio un beso en la cabeza. Taylor se la pasaba encima suyo mientras podía y tenía a Lauren con ella. Era simplemente a causa de estar mucho tiempo lejos de casa, por lo tanto su hermana sentía su ausencia.

Lauren escuchaba a su madre hablar sobre el evento que tendrían esa noche, escuchaba a los mayores más que nada y supo que todos irían cuando Mike habló de más negocios para él y Alejandro.

La verdad es que a Lauren le aburrían esas fiestas porque todos eran grandes y no hablaban más que de negocios mientras tomaban sus copas de vino caro, pero sabía que aquella no iba a serlo tanto ya que tendría la compañía de Camila. Justo cuando pensó aquello sus ojos se encontraron con los de la morena y ambas se sonrieron un momento.

Todavía no superaba lo que había pasado la noche anterior. Simplemente no podía explicar como se sentía y todas las emociones que había tenido en un momento tan corto.
Se sentía tan contenta porque Camila sentía cosas por ella pero el miedo seguía estando y la inseguridad aún más.

Cuando estuvo sola en la habitación se quedó pensando en todo lo que había pasado y Camila le había dicho. Por un momento pensó en que quizás si Camila sabía más de ella, sabía sobre cómo era verdaderamente, todos los miedos, inseguridades y defectos que tenía ella se alejaría o no la vería de la misma manera. Se sintió horrible con solo pensarlo y no pudo evitar sentir una oleada de dolor al imaginarse a esa chica tan especial lejos de ella.
Lauren tenía que ser valiente esta vez y dejarse llevar, tenía que dejar de prohibirse el sentir y no tener miedo. Quizás Camila la ayudaría a descubrir quien realmente era y no es que la estaría usando o descubriendo, se iba a permitir disfrutar de la morena de buena forma, con las mejores intenciones y de eso no había duda porque había sentimientos y cada vez eran mas fuertes en tan poco tiempo.

Camila vio a Lauren levantarse con su taza en la mano y el rostro serio, como si estuviera pensando en algo y no pudo evitar seguirla con la mirada hasta que se perdió dentro de la cocina. Se aclaró la garganta llamando la atención de todos en la mesa y dijo que llevaría su taza a la cocina. Los Jauregui tenían una mucama pero ella prefería limpiar lo que había usado, además había visto que ellos mismos ayudaban a su empleada con las tareas de la casa.

Alejandro la vio levantando una ceja y Camila se encogió de hombros mientras caminaba finalmente saliendo de allí y entrando a la cocina. Lauren estaba de espaldas a ella enjuagando sus manos.

—Lauren Jauregui sabe lavar una taza luego de usarla.—Bromeó haciendo que la oji verde se diera la vuelta para mirarla.

—Eh, no soy tan inútil.—Se rió frunciendo las cejas y acercándose a Camila para sacarle la taza de las manos y volverse a la mesada para lavarla.—¿Ves?

—Creo que lavaste la taza que usé para impresionarme.—Camila se cruzó de brazos apoyando su cadera sobre el borde de la mesada a unos pasos de Lauren.

—¿Lo logré?—Levantó una ceja.

—Más bien lograste que te vea como mi esclava a partir de ahora.—Lauren rodó los ojos suspirando.

—Muy divertido ¿eh? Espera. Recuerdo que no te di la prenda cuando te gané.—Sonrió divertida al recordar.

—¡Olvidalo! Eso ya pasó.—Negó Camila molesta.

—No seas tramposa.—Camila la dio un leve empujón en el brazo.—Tienes que ser una buena perdedora. Voy a pensar mi prenda hoy sí o sí.

Camila le hizo una mueca de burla mientras volvía a empujar a Lauren del brazo, quien le devolvió la acción con gusto. Cualquiera que las estuviera viendo notaría lo tonta que estaban por la otra.

—Mis padres quieren que los acompañe a hacer unas compras ahora. ¿Crees que luego… podemos pasar el rato juntas?—Camila se había cruzado de brazos otra vez viendo el perfil Lauren ya que estaba apoyada contra la mesada mirando al frente.

—Ahora tengo que llamar a Zayn porque quiere hablar conmigo, supongo que luego no tengo nada que hacer. Al menos que mamá quiera que la acompañe a alguna parte.—Se encogió de hombros.—Pero me encantaría pasar el rato juntas.—Dijo mostrando su sonrisa encantadora.

—¿Y qué quieres hacer?

—Tenemos dos niñas que gritan todo el tiempo y que siempre están corriendo en el jardín. ¿Tú que dices?—Lauren se cruzó de brazos imitando a Camila.

La volvía loca la forma de ser de Camila, su ropa la cual a veces no era tan femenina, sus ojos, sus labios, la sonrisa, la manera en la que trataba a todos siempre era tan atenta, pero podía decir que con ella lo era más y eso la hacía sentir especial.

—Que podemos jugar con ellas.—Dijo Camila levantando las cejas.

—¿Te crees graciosa?—Camila sonrió mordiéndose el labio y dio una rápida mirada hacia la entrada de la cocina antes de abrazar a Lauren y darle un beso en la mejilla.

¿Es que acaso quería matarla o algo? Porque Lauren estaba a punto de desmayarse allí mismo. Sin embargo sonrió viendo al frente para evitar que Camila pudiera ver su rostro de idiota directamente. No había otra manera de describir como estaba, si la tenía hecha una tonta por ella.

—Eso es de los buenos días.—Dijo Camila viendo a Lauren reírse en voz baja mientras bajaba la mirada al piso. Le encantaba ponerla nerviosa de cualquier manera porque Lauren se volvía tímida y siempre se sonrojaba.—Y quizás podamos ir a la playa en la tarde antes de que tengamos que ir a ese evento que dicen nuestros padres.

—¿Van a ir a la playa?—Sofi entró seguida de Taylor con sus tazas, las cuales le dieron a Lauren que bufando comenzó a lavarlas.

—Sí,—Camila miró a Lauren un momento.—Pero...

—¡Nosotras también! Por faaa.—Sofi se abrazó a la pierna de su hermana que rodó los ojos.

—No creo que…

—Sí, claro. Ahora pueden irse.—Murmuró Lauren y también rodó los ojos viendo a las niñas festejar y burlarse de Camila que ahora la veía a ella.—¿Qué? No iban a dejar de molestar.—Dijo a la defensiva al tener los ojos de Camila sobre ella.—Además no sabes lo mal criada que es Taylor, iba a terminar  yendo con nosotras de todos modos. Luego las podemos ahogar en el mar o algo así para que no molesten.

A Camila se le escapó una risita y terminó por asentir.

—Quería que estemos solas. Felicidades, inteligente.—Le acarició la mejilla a Lauren antes de salir de la cocina dejando a la oji verde con una sonrisa en sus labios.

**

—Va a ser un evento importante. Es probable y muy seguro que pueda hacer más negocios. Mike me dijo que normalmente esas cenas se basan en eso, negocios.—Dijo Alejandro antes de llevarse la copa de vino a sus labios.

Camila apoyó su codo sobre la mesa y la barbilla en la mano observando a sus padres hablar sobre el evento de esa noche. Todos los que había asistido antes le parecían aburridos y seguro que éste no iba a ser una excepción porque todo allí era negocios, gente adulta y aburrida tomando vino de sus copas. Pero quizás la noche sería diferente porque iba a estar Lauren y su familia, su madre se iba a distraer con Clara y sus hermanas se iban a ir a ver qué desastre podían hacer y por lo tanto ella podía pasar un rato con Lauren.

Era medio día y no la había visto desde que salió de la cocina por la mañana porque los Cabello habían salido a recorrer Miami. Habían ido de compras y luego habían ido a almorzar a un restaurante que Mike le había recomendado a Alejandro. Era bastante lujoso y apenas se escuchaba a las personas hablar, había una música tranquila y en volumen bajo lo que aburría demasiado a Camila.

—¿Camila, me estas escuchando?—Miró a Alejandro que la estaba hablando desde hace un rato.

—No, lo siento. ¿Qué me decías?—Se acomodó un mechón de su pelo detrás de la oreja.

—Que ésta noche va a ser diferente. No es como todas las cenas a las que fuimos antes, hay más chicos allí con los que puedas hablar y eso.—Se encogió de hombros.—Seguro que son personas interesantes como sus padres.

Camila asintió pensando en que lo única persona interesante esa noche iba a ser Lauren para ella y nadie más. Además, muy poco le importaba si los demás chicos eran interesantes como sus padres. Camila agradecía no ser como la mayoría de ellos que les importaba más cuantos ceros después de la coma tenías, les importaba demasiado tu ropa y de qué marca era. Por supuesto, no todos eran así, pero la mayoría solía serlo y a ella no le agradaba aunque si quisiera podía ser como ellos o sentirse a “su altura” claramente cuando Alejandro le daba todo lo que quería y cuando lo quería. Con la diferencia que ella no se abusaba de tener ese privilegio.

—Claro.—Asintió “de acuerdo”.

—No creo que preste atención a nadie más si Lauren está ahí.—Murmuró Sinu logrando que Camila la viera con la boca abierta.

—Gracias, mamá.—Rodó los ojos.

Alejandro y hasta Sofi se rieron lo que causó que sus mejillas ardieran.

—No son de mucha ayuda, ¿saben? Deberían darse cuenta que no es bueno que me miren como me miran cuando me levanto de la mesa con Lauren o cuando decimos que vamos a salir juntas.—Habló un poco molesta y Alejandro sonrió luego de beber un poco de vino.

—¿Y qué pasa con ella?—Levantó las cejas viendo a Camila que desvió la mirada de todos.

—Nada. No pasa nada. Somos amigas.—Sofi se rió cubriendo su boca con una mano y Camila la vio seria.—¿Qué es gracioso?

—Que te gusta Lauren.—Dijo divertida.

—A mi no me…—Se quedó en silencio cuando pensó en que sería estúpido decir que no le gustaba.—Déjenme en paz.

—¿Cuándo pase algo me dirás?—Camila vio a su madre un momento y luego asintió.

A Sinu nunca le ocultaba nada. Su madre era como su mejor amiga y podía confiar en ella lo que sea. Sabía que si necesitaba un abrazo, un consejo o simplemente que alguien la escuche ella iba a estar. Pero por el momento no quería decir nada de Lauren hasta que estuviera segura de que la oji verde también lo estaba y que todo estaba bien entre ellas.

**

Lauren levantó su mirada encontrándose con la de Camila y luego ambas se sonrieron un momento. Estaba preciosa con su pelo suelto hacia un lado y ese vestido blanco que la hacía ver tan bonita. No podía dejar de mirarla, estaba realmente hermosa y la tenía casi hipnotizada con tanta belleza.

Volviendo su mirada a su plato de comida recordó que habían pasado un par de horas juntas y con sus hermanas en la playa. Habían reído tanto gracias a las cosas que hacían las cuatro juntas. Al final habían querido tener un momento solas pero en realidad habían tenido una buena tarde con sus hermanas. Esas niñas no paraban nunca.

Lauren, a diferencia de Camila, sí conocía algunas personas allí y había estado hablando o saludando junto a sus padres y Taylor que parecía importarle muy poco saludar a esas personas. Alejandro y Sinu también habían decidido integrarse un poco entre la gente pero Camila, luego de tanto insistir le habían dado el permiso de poder salir de la fiesta para ir al enorme jardín que tenía el lugar.

El jardín era igual de elegante que el salón principal, había alguna luces y si Camila caminaba un poco hasta el fondo se encontraba con un pequeño lago, probablemente hecho apropósito para el lugar.

Necesitaba estar sola un momento luego de haber estado saludando a algunas personas junto a su familia. Había algo que hizo que se sintiera mal. Aquel hombre no había tenido la intención, obviamente, pero y aunque no quisiera se sintió como un baldazo de agua fría recordando su pasado y su realidad.

“No se parece a ti” dijo viendo a Camila. “Aunque sí es parecida a su madre”. Agregó sonriendo. Alejandro simplemente cambió el tema mientes Sinu le daba una mirada y Camila suspiraba desviando la mirada.

Cada vez que algo le recordaba que Alejandro no era su padre y lo era otro tipo, un enfermo, se sentía horrible. Los recuerdos la invadían y de alguna manera la hacían sentir como si estuviera en alguna situación años atrás. Eran cosas que nunca se iban a borrar de su mente porque la había marcado.

-

—¡Basta!—La pequeña Camila de apenas siete años recién cumplidos empujaba a su padre que estaba gritándole en la cara a su madre luego de haberla golpeado en la cara.—¡Déjala!—Gritaba llorando.

Todo siempre era en vano, pero de alguna manera y con tal sólo siente años ella era consiente que esos gritos ayudaban a su madre porque toda la atención del hombre se iba a ella por “atreverse a enfrentarlo”.

—¿¡Otra vez tú!? ¡Vete a tu puto cuarto y deja de molestar!—De un solo movimiento y con una mano empujó a Camila lejos de él haciéndola caer al piso.

Los gritos de enojo de su padre y los desesperados de su madre, llenos de dolor y sufrimiento por los golpes llenaban sus oídos. Las lágrimas nublaban su vista y como pudo se levantó del piso para volver al hombre y golpearlo con sus manos otra vez. De alguna manera tenía que alejarlo de su madre.

—¡Me tienes harto, niña estúpida!—Y ahí fue cuando una vez más desvió la atención de su madre.

Simplemente cerró los ojos y pensó que no importaba cuánto la golpeara su padre porque ahora su mamá no estaba sufriendo. Los golpes iban y venían, no tenía otra opción que soportarlo y llorar nada más esperando a que el hombre se cansara de golpearla y gritarle para luego irse. Sabía que su madre no iba a ayudarla como algunas veces pasaba puesto que ni siquiera podía moverse por los golpes que había recibido. Pero no le importaba nada más que su madre no estuviera siendo lastimada.

-

Camila tragó saliva y suspiró viendo hacia el lago. Tenía un nudo en su garganta pero no se permitía llorar por culpa de esos recuerdos. Nada de esa mierda merecía ni una lágrima más.

Sintió el ruido de algunas hojas de las plantas enormes que había allí se movían y giró en su lugar para ver a Lauren con el ceño fruncido.

—¿Puedes creer que esa planta de mierda tenía una araña?—Observó su ropa con la sensación de que aquel horrible bicho estaba sobre ella y Camila luego de relamer sus labios sonrió viéndola.—¿Estás bien? Te vi salir hace un rato.

—Sí.—Mintió.—Quería ver aquí.

—¿Segura? Porque tienes cara de no estarlo—Camila asintió estirando su mano hasta la de Lauren quien la tomó con media sonrisa.—¿O es que estabas celosa porque me fui a hablar con esas chicas?

Camila la vio levantando una ceja incrédula cuando se habían sentado en un banco de cemento.

—Ya quisieras, Jauregui. Y no te vi con nadie, así que te puedes callar.—Lauren se rió abrazándose al brazo de Camila y apoyando su cabeza en el hombro de la morena.

—¿Eres celosa?—Preguntó y Camila se rió.

—No. No soy celosa. Cuando en una relación hay celos, hay desconfianza. Por supuesto que me pondría celosa si alguien coquetea con mi chica o algo así, pero no soy de esas celosas obsesivas.

—A mí deberías cuidarme.—Camila bajó su cabeza para mirar a Lauren cuando dijo aquello. La oji verde se mordió el labio levantando la cabeza.

—¿De quién debería cuidarte?—Levantó una ceja viendo esos ojos verdes tan hermosos.

—Soy una chica hermosa que tiene a muchas personas detrás de ella.—Dijo con arrogancia y una sonrisa divertida que hizo rodar los ojos a Camila.

—Imagina ser celosa de miles de personas. Olvídalo, pueden quedarse contigo.—Lauren se rió volviendo su mirada al frente.—Hay muchas chicas en el mundo.

—Pero ninguna es como yo.—Sonriendo, Camila pasó un brazo por la espalda de Lauren dejándola cerca suyo.

—Debemos trabajar el tema de tu ego un poquito.—La oji verde levantó su rostro para alcanzar besar la mandíbula de Camila mientras soltaba una risita.

— Me gusta pasar tiempo contigo.—Lauren había cerrado sus ojos sonriendo al disfrutar la cercanía de la morena y la forma en la que la estaba abrazando.

—A mi también me gusta pasar tiempo contigo.—Levantando su mano para acariciar la mejilla de Lauren, Camila se encontró nuevamente con esos ojos verdes.

Lauren había movido su rostro nuevamente para poder llegar a sus labios pero Camila suspiró haciendo que sus labios se apoyaran en su mejilla, cerca de sus labios, pero no los estaba ni tocando. Se moría por besarla y ya no aguantaba más.

Algunas risas se escucharon y como algunas personas conversaban en alguna parte del jardín. Lauren le dio un beso en la mejilla finalmente para luego separarse de Camila.

—No entiendo.—Murmuró suspirando.

—Hay personas aquí. No quiero que nos vean, no quiero que nadie nos vea ni sepa de esto.—Negó bajando su mirada.—No es que no quiera que me vean contigo hablen porque no me importa. Mis padres nos apoyarían, estoy segura…

—Mis padres también.—Dijo en voz baja sintiendo a Camila tomar su mano y enlazar sus dedos suavemente.—No veo el problema.

—Es que ellos no lo son, tus padres y nuestros amigos podrían estar de acuerdo con esto siempre, pero allá afuera hay miles de personas pendientes de ti y tú me importas. De ninguna manera soportaría que la pases mal si nos vieran juntas o en alguna situación que te comprometa. Esto es no es juego, ¿entiendes?

—Odio esto. Odio ir despacio y toda la mierda que quieres. A mi no me importa lo que los demás digan.

—¿Tienes idea de lo que podría pasar si nos ven juntas como más que amigas?

—Te dije que no me importa.—Lauren había alejado su mano de la de Camila.

—Conmigo no te hagas la enojada.—Camila se acercó a ella otra vez abrazándola de la cintura con ambos brazos.—Entiende que quiero hacer las cosas bien. Ojala las cosas fuera tan fáciles como lo haces ver.

—Mmhm.—Camila apretó los labios para no reírse porque Lauren estaba enojada y se veía adorable. Llevó una mano a la mejilla de Lauren para que se girara a ella.

—Quiero que pienses bien y que tengas claro lo que quieres. Me estoy enamorando de ti en tan poco tiempo y me dolería que solo estés confundida. ¿Entiendes lo que quiero decir?

Lauren asintió y cerró sus ojos cuando vio a Camila inclinarse hacia ella. Tania razón. No podía hacerle esto. Aunque sabía que era más que confusión, si estaba desarrollando sentimientos por la morena no era solo una confusión.

Cuando comenzaba a sentir el aliento de la morena sobre sus labios se escucharon unas risitas que muy bien conocían y se alejaron de repente cuando a los segundos Sofía y Taylor llegaban hasta donde estaban ellas.

—¿Qué estaban haciendo?—Preguntó Taylor mientras iba hasta Lauren. La oji verde estaba completamente sonrojada y molesta porque cuando por fin la iba a besar aparecen sus hermanas.

—Disfrutando hasta que aparecieron.—Dijo Camila acomodando un poco el pelo de Sofía.—¿No tenían un lugar mejor para ir? Aquí es aburrido y el jardín es enorme.

—Pero ahora nos queremos quedar con ustedes.—Dijo Sofía  abrazando a Camila.

—¿Podemos, Lo?—Taylor le apretó las mejillas a Lauren que la miraba sería, finalmente asintiendo.

Definitivamente con sus familias cerca nunca tendría un momento a solas y tranquila con Camila.

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Hola monos. Les agradezco por cada voto, comentario y por leerme sobre todo. Disfruten de esto, ya viene la mejor parte :)

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