Capítulo 15

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Me dolía la cabeza, sentía que iba a explotarme, era como si alguien estuviera presionándola de ambos costados con fuerza. Quizás no solo me parecía. Sentía mi cuerpo entero palpitar de dolor. No sentía las piernas, me dolían las costillas y no podía hablar.

Yo podía sentir como comenzaba a ahogarme por la sangre que no salía hacia afuera y se quedaba en mi boca, bajaba por mi garganta y me daba náuseas, lo que era peor porque no podía moverme, estaba total y completamente paralizada. No tenía fuerzas y aún podía sentir gritos y como alguien me golpeaba. Era él, él seguía aquí. Dios mío me estaba matando y no paraba.

Yo tosí un par de veces escupiendo sangre y quizás lo que sea que vomitaba gracias a eso. Parecía como si me estuviera cortando por dentro desde el lado derecho. Me dolía muchísimo la cabeza aún y quizás algo me estaba golpeando aún. ¿No había parado?
No veía nada, pero sentía un poco, escuchaba algo y claramente el dolor era lo único que quizás me mantenía despierta pero yo sentía que iba a morirme en cualquier momento y si no era ahogada, por la falta de aire o por el dolor, iba a ser gracias a Nick que no paraba de golpearme.

Yo no sé que hice mal alguna vez, no sé porqué, porqué a mí, porqué existían personas como él que lo único que hacían era arruinar vidas. Nick me la había arruinado, lo seguía haciendo y quizás acabaría con ella pronto. Pero quizás sea lo mejor porque de ese modo él no me tendría, ya no podría hacer conmigo todas estas cosas, yo no sería una molestia para mis padres, quizás entonces no tendría que preocuparme más por sentirme sola, excluida de todos lados y una completa imbécil. Quizás si él acababa conmigo en este momento sería lo único bueno que haría por mí desde que lo conozco.

Sentí que me movían y más gritos, más golpes, más dolor hasta que por lo menos sentí como salía de mi boca aquel líquido que ya no sabía solamente a sangre.

Logré abrir los ojos apenas, no veía nada, apenas lo hacía. Mi cuerpo seguía inmóvil y adolorido mientras escuchaba más gritos y no eran los mismo de antes eran más, eran más y me hacían doler mucho la cabeza. Pero no me importaba porque sé que era mi padre, él por fin estaba en casa y mi corazón se aceleró pensando en aquello. Escuchaba que gritaban, escuchaba cosas romperse, que alguien lloraba, escuchaba mi nombre pero no veía nada, no podía moverme, solamente sentí dolor en todo mi vientre cuando volví a vomitar. El aire me faltaba. Dios mío. Yo no podía más, no podía respirar, no tenia fuerzas y dejé de intentarlo.

Pensé en que quizás las cosas debían ser así para mí porque yo lo merecía, porque yo lo permití y quizás ahora estaba muriendo y todo era mi culpa porque le grité, yo no dejé que el me tocara porque estaba cansada. Eso fue todo, pensé. Lo repetí una y otra vez. No pensé en nadie, no pensé en mis padres, ni en Taylor, en nadie. Simplemente dejé de intentar respirar. Porque no podía, porque no quería y estaba cansada de mi vida.

*

—¡Lauren!—Taylor cerró sus manos en un puño tomando la remera de Lauren.—¡Despierta! ¿Lauren?—La niña lloraba intentando que su hermana despertara. La había visto moverse y respirar de una manera rápida, irregular y desesperada mientras dormía.—¿Lo? Lauren… Despierta.—La mayor abrió los ojos y se desesperó al ver donde estaba.

Se encontró con los ojos de su hermana y las mejillas bañadas en lágrimas y aunque estaba temblando completamente, aunque su corazón parecía querer salir de su pecho y apenas podía respirar normalmente, ella tomó a Taylor por la cintura acercándola a su cuerpo mientras se dejaba caer en la cama otra vez.

—Lauren.—Taylor dijo una vez más y aunque estaba en shock logró calmarse un poco.—¿Qué te pasaba?—Su hermanita habló luego de varios minutos en los que se habían quedado abrazadas en silencio.—¿Estás bien?

Brands {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora