Capítulo 12

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Lauren salió del estudio con Zayn detrás suyo. Sus pasos eran firmes. Deseaba llegar rápido a su camerino para encerrarse allí hasta que pudiera salir.

—Lauren, tienes algunas entrevistas. No es nada complicado, solo respóndeles algo y ya.—Le decía Zayn mientras caminaba detrás de ella.—Te mostraste un poco apagada. ¿Te pasa algo?

—No. Solo dame un momento.—Dijo caminando entre las personas que le daban sonrisas y felicitaciones por la presentación de momentos atrás.—Ahora no.—Detuvo a Dinah antes de que le dijera algo.

—¿Qué le pasa?—Preguntó la rubia a Zayn que simplemente negó pasándose una mano por el pelo.—Estuvo rara.

—Lo está.—Suspiró.—No sé qué demonios le pasa y lo que sea aquello la está perjudicando. No fue buena presentación. Estuvo seria todo el maldito tiempo y no le salió fingir bien su mal humor.

—Dale un momento.—Escucharon como Lauren maldecía luego de  que algo se cayera al piso.—Definitivamente, dáselo.

Lauren estaba con su teléfono cuando alguien abrió la puerta sin permiso. Su rostro estaba serio. Ella estaba enojada porque la presentación había sido horrible, se sentía incómoda y quería irse a casa lo antes posible y eso no era pronto porque debía quedarse en aquel hotel hasta el día siguiente porque en la mañana tenía que ir a un par de radios.

—¿Qué haces?—Preguntó cuando vio que era Camila quién había entrado.—¿Quién te dejó entrar?

—Oh, bueno. Hola a ti también.—Dijo sorprendida por la actitud de Lauren.—¿Puedo saber qué te pasa? Llevas días tratándome así de mal.

—¿No pudiste esperar a que llegue a mi casa para hablar de esto? ¿Justo acá tiene que ser?—Negó dándose la vuelta y fue a tomar la botella de agua dejando a Camila parada aún en el mismo lugar.

—¿Hice algo malo?—Lauren cerró los ojos al escuchar el tono de voz de Camila.—Dime porque de verdad no entiendo qué pasa. Estamos bien y de repente me evitas…

—Ven conmigo al hotel.—Se giró en su lugar.—Tengo que ir sola, ven conmigo y volvemos mañana por la tarde.

Camila la vio confundía por el repentino cambio de humor. La mirada de Lauren no demostraba nada. Estaba seria y parecía enojada todavía. Lo que sea que le pasaba no lograba entenderlo.

—¿Con quién viniste?

—Mi padre me trajo.—Le dijo sin quitar la mirada de la de Lauren.

—Puede volverse con mi madre que anda por ahí o… No sé, ni me importa. ¿Vienes o no?—Preguntó impaciente y Camila no sabía qué decir.

—¿Me vas a decir qué te pasa? Estás actuando raro.—Camila dio un paso hacia adelante un poco dudosa y Lauren dejó la botella a un lado caminando hacia la puerta asegurándose de  que estuviera bajo llave, luego fue hasta Camila y la abrazó por la cintura escondiendo el rostro en su cuello.—Lauren. Háblame.

—Te necesito.—Dijo intentando no llorar. Sus ojos quemaban por las lágrimas acumuladas.—Por favor, ven conmigo. Quiero que estemos sola. Tú y yo sin nadie que nos moleste.

—Tengo que hablar con mi padre antes y tú con tu madre.—Hizo que Lauren se alejara un poco para verla.—No llores que tienes que volver a salir.—Lauren asintió y Camila se acercó para darle un beso en la comisura de sus labios.—¿Estamos bien?

—No sé.—Se mordió el labio dando un paso hacia atrás cuando alguien llamó a la puerta.—Habla con tu padre y te veo en un rato.

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