Capítulo 7

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Siempre me había gustado la manera en que a Nohemí le gustaba ordenar su habitación, habitación que compartía con tres mocosos insoportables, Josue, Maria y su sobrinita de 4 años que tenía un nombre muy difícil Yamipana, Yailigana, Yamiliana, si, si Yamiliana era el nombre estúpido que nunca mencionaba bien, en fin de los tres mocosos ella era la mas insoportable, gritona, fastidiosa y sobre todo empalagosa, y a ella la amaba más que a la misma Nohemí. Siempre me hacia reír con sus travesuras y su sonrisa era super tierna ella había nacido cuando yo tenia solo 13 años y desde entonces tanto Nohemí como yo veíamos por los ojos de esa niña.

-Tiaaaaaaaa Martaaaaa.- grita Yamiliana emocionada, mientras corre a abrazarme y tirarse encima de mi mientras la levanto en mis brazos.- ¿Qué me trajiste? ¿sabías que ya se leer? me hiciste mucha falta.- dice mientras hace un puchero con sus labios y luego me llena de besos mi cara.

Veo a Brad el primo de Nohemí entrar al cuarto mientras pongo a la niña que ni me dejo hablar en el suelo, que sale corriendo a abrazarlo, pequeña mocosa traicionera.

-Hola castañita hermosa.- le dice Brad a Yamiliana, obviamente no sabe pronunciar su nombre.- ¿le diste un beso de mi parte a tu tía Marta?.- En ese momento entra Nohemí al cuarto en paño.

-Fuera de mi habitación, idiota.- Yamiliana la mira con su tierna cara de ofensa.- Tu no mi amorsito, le digo a el idiota de Brad.- lo señala con dedo acusador.

-Bueno coño e tu madre, lo puedes pedir amablemente.- dice Brad mientras sale del cuarto y me sonríe con su hermosos dientes blancos y perfectos.

-Hasta luego primito.- le digo sonriente a Brad. Miro a Nohemí interrogante.- Bueno mamaweba una hora para bañarte, ¿que tanto interés tenias de que viniera?

-Aquí con ganas de cojerte bien duro mamiiiii.- dice mientras busca su ropa y se la pone.

Me empiezo a reír y miro a Yamiliana que está distraída mirando algo en la tablet canaima de Nohemí.

-Coño nojoda que me digas pues.- digo con una sonrisa.

-No era nada, solo quería que vinieras pues. ¿Cual es el peo?.- Me mira altanera-mente y le lanzo una chola que encontré en el piso.

-A mi no me mires así piaso e puta, una webona que uno tiene que estar aquí 24/7. Yo tengo una vida.- Le grito y sonrío, antes que vaya a pensar que es enserio.

Recibo una llamada y miro mi teléfono, presiono ignorar y vuelvo a mirar a Nohemí, quien me pregunta: -¿quien era?

-Nadie importante.- le digo con una mirada triste buscando que comprenda y me devuelve la mirada con comprensión.

Aveces hay cosas de las que simplemente no provoca hablar. Sobretodo si son cosas tristes.

Relatos De Un Venezolano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora