Narra Marta.
Estaba a punto de decirle a Bradley quien era la chica con la que recién acababa de discutir, él era de esas personas que te provocan confianza sin conocerlo demasiado.
Pero fui salvada por la campana, o dicho de una mejor manera por mi ex-novio psicópata, ¿quien se creía que era para venir y golpear a Bradley? Pero claro Bradley no se quedo sin hacer nada, en menos de lo que podía imaginar Bradley lo tenía bajo él y le había devuelto tres golpes con la mano zurda, Brayan se defendía bien y yo no sabia bien a quien apoyar. De repente empecé a escuchar a Nohemí gritando.
-METELEEEEE, MARICO ¿TE VAS A DEJAR PEGAR ASI? DALE MAMAWEBOOO, NAWEBONA E COÑAZOO- gritaba Nohemí emocionada por la pelea e inmediatamente le tapé la boca, si seguía gritando así haría que ese par de gafos se mataran ahí mismo y maldición ¡es un velorio! ¡el velorio de mi primo!
Me lance sobre ellos intentando separarlos, pero fue un intento fallido porque sin importar cuantas patadas y coñazos les metiera no se dejaban de lanzar coñazos entre ellos.
Hasta que por error me dieron un golpe en un ojo y yo caí a un lado noqueada, al siguiente segundo lo vi todo negro.
*************
-¡Marta! ¡Marta! -gritaba Nohemí- Oh Dios santísimo, no te hubiera perdonado que no te despertaras.
-Cinco minutitos mas -dije torpemente mientras acomodaba mi cara en la almohada.
-Coño e la pepa, si te dejo "cinco minutitos mas" -dijo mofándose de mi adormilada voz- luego me vas a matar -decía Nohemí.
-Pero ¿por que razón te mataría si me dejas dormir? -dije con cero ánimos de pararme de... ¿donde estaba?
Me fije en el lugar que era blanco con lindos toques de dorado en los muebles. Espera ¿no había sido un sueño?
Caí en cuenta de que mi primo estaba muerto, de todo lo que había pasado y prácticamente di un salto al darme cuenta de que estaba en lo que seguramente seria la cama del vigilante.
Sacudí mis ropas y grite.
-¡¿Por qué rayos me has dejado dormir tanto?! ¿que hora es? Dios, no me va a dar tiempo de bañarme -corría de un lado a otro buscando cosas mías para salir, Nohemí me tomo de los brazos y me miro fijo a los ojos.
-¡¡Calmate!! No hay nada tuyo aquí y todavía están velando a tu primo, podemos ir a la casa y te arreglas allí.
Pase mis manos por mi rostro arrepintiendome instantáneamente debido a la hinchazón de mi pómulo izquierdo, definitivamente iba a matar a los responsables de haberme noqueado.
Estúpidos Bradley y Brayan ¿por que coño se tenían que poner a pelear justo en estos momentos?
Gracias a Dios mi mamá iba saliendo con el tío de Nohemí en su camión a nuestro barrio y nos coleamos con ellos, Nohemí se quedo en su casa con su tío que haría lo mismo que nosotras, cambiarnos de ropa y darnos un rápido baño. Pero claro, iba a recibir su insulto por parte de su tío ya que para él ni para nadie nunca iba a estar bien lanzarle café recién colado a una embarazada, mucho menos en la barriga, pero por Dios se lo merecía, Abril es una perra y fuera sido yo le doy más que un simple derrame de café en la barriga.
Ya nos encontrábamos en mi casa y me daría un rápido baño para poder devolverme al velorio de mi primo en poco rato seria la misa y luego sería enterrado, no quería pensar mucho en eso, porque sabia perfecto que sin importar cuanto tratara de aguantar las lágrimas seria casi imposible.
Me vestí con una camisa negra manga tres cuartos, unos pantalones color marron y unas zandalias bajitas, lo mas acorde a la situación y me recogí mi largo cabello en una coleta alta.
Ya estábamos nuevamente en la funeraria Nohemí y yo habíamos ido y venido en tiempo récord. Ella iba completamente de negro a excepción del pantalón gris, el atuendo hacia resaltar su rubio cabello que al igual al mio era liso y largo.
Apenas llegamos Bradley y Brayan corrieron hacia mi ofreciendo disculpas por la noche anterior, yo solo los mire fulminante.
-No se acerquen a mi en todo lo que queda de ceremonia, los dos son unos completos falta de respeto ¿saben el dolor que estamos pasando por la muerte de un ser querido? -limpie una lágrima que había salido debido a la rabia incontrolable que me invadía- alejense totalmente de mi y si pueden larguense y no vuelvan a mi rango de visión.
-Marta, por favor, perdoname. -dijo Brayan a lo que yo reí irónicamente.
-¿Por que lo haría? Vienes y armas un show completamente innecesario, ¿por que golpeaste a la persona que estaba brindandome apoyo? -señale a Bradley- tuviste tantas oportunidades de brindarme apoyo y nunca lo hiciste, ENTERATE BRAYAN -dije resaltando esas palabras- ya no te necesito -dije sincerandome con él, me miro atónito y yo camine hacia otro lugar, creí que me seguiría y agradecí que no lo hiciera, si se acercaba a mi solo iba a lograr que lo insultara todavía peor y era capaz de terminar odiándolo.
Nohemí se quedo otros minutos reprochándole a su primo probablemente o diciendole que ya se me iba pasar, quien sabe, era mi mejor amiga pero aveces era de verdad impredecible.
Llevaba rato allí sentada con la cabeza entre las manos con ganas de hacerme un hueco y desaparecer, mi tía me había preguntado que porque motivo esos dos chicos guapos *según ella los veía* se habían caído a los golpes así de repente y ya hasta se había corrido el rumor de que yo fuera la causa, yo reí ante las ocurrencias de la gente Brayan le había pegado a Bradley porque era un estúpido inmaduro, yo ya no le gustaba eso era mas que obvio pero si yo no estaba con él detestaría a cualquier otro que se me acercara.
-Tía, creo que debí presentarte alguna vez a Brayan, pero para evitar presentaciones que ya no valen la pena, te resumiré quien es. -dije haciendo diferentes gestos al hablar a lo que mi tía reía en algunas ocasiones debido a mi graciosa y torpe forma de contar historias sobre personas que no se me hacían agradables los últimos días- y así fue como me di cuenta de que solo era un chico mas, uno como cualquier otro tía. -finalice y observe con media sonrisa a mi tía, quien me observaba como si se compadeciera de mi historia sin final feliz, porque así son siempre las historias en la vida real, no hay finales felices, al menos no había un final feliz para mi..
-Oh, mi niña -dijo mi tía abrazandome melosamente- te prometo que ya llegara el chico indicado, ese que te saque sonrisas donde ese otro patán dejo lágrimas -y como si lo hubiesen invocado Bradley apareció allí.
-Hmm -tosió llamando nuestra atención- disculpen, ¿podemos hablar Marta?
¿Acaso sería Bradley el chico al que mi tía se refería?
No, eso era del todo imposible.
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Relatos De Un Venezolano.
De TodoEsta es la historia de Marta, una muchacha Venezolana que todos los días tiene que enfrentarse a la inseguridad que hay en su país, se despierta cada miércoles a las cinco de la mañana, cuándo le toca a su número de cédula para ir al supermercado a...