Narra Bradley.
Maravillosamente un joven de sólo veinte años no sabia como hacer un maldito depósito en un banco y ese joven era yo, así que decidí que mi mejor opción era hacer una transferencia online, ya que no quería molestar a nadie con problemas como estos lo mejor que podía hacer era descargar un aplicación de esas bancarias a mi teléfono, Nohemí estoy seguro no le diría nada de lo que había escuchado a mi tío si yo se lo pedía.Eso era lo mejor de la confianza entre primos, si alguno de los dos necesitaba que el otro le alcahueteara algo, lo haría sin duda y ese era mi caso.
Luego de haber echo la descarga completa me dispuse a hacer la transferencia a aquella cuenta que mi mamá nos había heredado, nunca supe realmente porque mi mamá había parado en la cárcel nadie me lo había querido decir aun ahora de grande y lo cierto es que había dejado de preguntar cuando decidí que yo mismo lo descubriría, aunque hasta ahora no estuviera haciendo nada para averiguarlo.
-Nohemí. -llame.
-No diré nada, no es de mi incumbencia primo, resuelvelo te deseo suerte. -dijo sin darme mas chance de hablar.
-Gracias Nohe, eres la mejor.
-Si si, lo que tu digas, buenas noches. -dijo y yo no hable mas, apague mi teléfono y me dispuse a dormir.
***********
Me despierto y oigo en el pasillo las voces de Nohemí y mi tío Bernard discutiendo, me acerco para escuchar mejor detrás de la puerta.
-Papá Bernard entiende que tengo que hacer esto, ese hombre no tiene a nadie más que a mi. -dice Nohemí.-No vas a ningún lado, hasme el favor y te devuelves ya mismo a la cama. -oigo decir a mi tío Bernard -tu no tienes ninguna obligación con ese hombre y además no tienes mi permiso para salir a estas horas de la casa.
-Escuchame bien papá, voy a ir a ese hospital ya mismo, no me importa que se moleste quien se moleste. -dice Nohemí, escucho unos pasos y luego un portazo que se debe haber oído en todo el barrio.
Corro hacia mi colchón y me coloco las sabanas haciendome el dormido por si a mi tío se le ocurre venir hasta el cuarto a checar los niños que duermen profundamente en su litera.
-Bradley.- escucho susurrar a mi tío. -Brad despierta. - habla mas fuerte esta vez y sacude mi hombro con su mano.
Me toca fingir despertar bostezando y estirando los brazos.-Mande tío -digo y bostezo para hacer mas creíble que estaba dormido.
-Usted es bien flojo ¿verdad? Ya su prima se paro hace rato y usted todavía dormido, parese vamos a hacer los oficios. -dice y me mira con el ceño fruncido.
-Buen día para ti también tío. -digo sonriente, mi tío no se caracterizaba por ser un hombre de paciencia, así que me pare de inmediato y me fui al baño a cepillarme para ponerme de una vez a ayudar con los oficios de la casa, si de algo había servido la ausencia de mamá en casa fue para que tanto como papá como yo nos volviéramos hombres funcionales que trabajaban en lo que saliera y eran amos de casa a la vez.
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Relatos De Un Venezolano.
RastgeleEsta es la historia de Marta, una muchacha Venezolana que todos los días tiene que enfrentarse a la inseguridad que hay en su país, se despierta cada miércoles a las cinco de la mañana, cuándo le toca a su número de cédula para ir al supermercado a...