Narra Bradley.
No podía creer lo que estaba pasando, Marta se estaba dejando besar, de verdad, por mi y era maravilloso, nuestras lenguas danzaban dulcemente y mis manos se encontraban acariciando cada lado de su cara. Y, se aparto, me miro, sonriente. No podia creer el brillo en su mirada, no parecia enfadada como de costumbre, parecia feliz y se veia hermosa, mas hermosa que cuando la conoci y me trato como a un insecto.
- ¿Sabes? -pregunte y respondi sin darle tiempo a que pensara. -cuando te conoci no crei que pudieras sonreir asi... mucho menos, por mi.
Fruncio el ceño, confusa.
-No es raro - respondio y se puso de pie, ofreciendome su mano para levantarme, la tome y la jale sentandola en mis piernas- ¿que haces?
-Nada- respondi apartandole el cabello de la cara y acercandome para volver a besarla, pero se aparto. Frunci el ceño, ahora el confuso era yo. -¿que pasa?
-No te confundas, fue un beso, nada mas - ¿que? ¿de que estaba hablando? ¿no habia sido especial para ella? ¿no habia significado nada?
- ¿A que te refieres? ¿acaso no sentiste nada? -pregunte, ella sonrio, sinicamente, espera ¿por que sonrio asi?
-Mira, yo no se que sentiste tu, pero sencillamente... -hizo una breve pero dramatica pausa- ese beso no se repetira -dijo sonriendo con un deje de ironia en su voz, y algo que no pude distinguir en su mirada ¿tristeza tal vez? no, ella se habia dejado besar a proposito.
-¿por que? -pregunte, ella miro hacia otro lado sopesando su respuesta- ¡¿POR QUE?! -Demande saber.
Ella se dio media vuelta y antes de que empezara a caminar la tome del brazo, ella no iba a huir de esta conversacion. La giré hacia mi y ella me miro, me miro como si viera a alguien que le habia hecho daño, fue entonces cuando lo entendi.
Ella habia sido dañada y no queria pasar otra vez por lo mismo, la abrace. La abrace queriendo unir todos sus pedazos rotos.
Ella enterro su rostro en mi pecho y le pregunte:
-¿Quien te hizo tanto daño, pequeña?
No respondio, se limito a suspirar y dejar su rostro hundido en mi pecho.
De repente, escuchamos que gritaban desde afuera, supimos por los gritos que era Nohemi, Marta se aparto y fuimos a abrir juntos. Cuando nos vio empezo a contarnos que en la plaza bolivar habian estado vendiendo el gas y que no habia casi gente que ella habia llamado a mi tio pero que mi tio andaba bebiendo en san juan de payara y el personaje que lo habia llevado tenia rato desaparecido, creia que como andaba con la mujer se habian quedado en alguna carretera echando un polvo, habia un carro pero todos estaban lo suficientemente borrachos para no atreverse a conducir. Y yo, tenia mi telefono en vibrador y lo habia dejado en mi cuarto, y como Marta no vive con nosotros no se le ocurrio llamarla a ella.
-¿Asi que? ¿que importa? que se acabe el gas y ya veremos como hacemos para cocinar, Bradley. -dijo Nohemi pasandonos por un lado a Marta y a mi.
Si, nos quedaba media bombona de gas y esa cantidad de gas a veces no llegaba a los quince dias, porque en esta casa sobraban caraotas y frijoles que ablandar y ni a mi tio ni a Nohemi se les daba eso de la leña como para hacerlo diariamente. De igual modo, Nohemi es paranoica con o sin gas.
-Nohemi, tranquilizate, si, de todos modos el gas llega esta semana al barrio todavia tenemos gas... -comencé a hablar.
-Bradley, cara de mono.- me interrumpio ella- si el gas yo misma te voy a despertar a las cuatro de la mañana para que me acompañes a comprar la bombona de gas y si no lo haces...
-Si no lo hace, yo misma le cortare las pelotas en pedacitos. -la interrumpio Marta sonriendo con diversion ante la idea.
-Yo iba a decir, que el mismo cortaria la leña, pero lo tuyo es mas divertido. -Ellas sonrieron complices y yo solo supe que debia tener cuidado ante estas dos, ellas serian capaces de formar una masacre solo para la diversion de la otra.
Hasta sus ganas de cortarme las bolas me llamaban la atención, era tan bella, que me daba miedo estarme enamorando.
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Relatos De Un Venezolano.
DiversosEsta es la historia de Marta, una muchacha Venezolana que todos los días tiene que enfrentarse a la inseguridad que hay en su país, se despierta cada miércoles a las cinco de la mañana, cuándo le toca a su número de cédula para ir al supermercado a...