Capítulo 10

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Narra Marta.

Todos clavamos la mirada en Nohemí apenas notamos su cambio de humor, aquí la única persona que se imaginaba porque se había puesto así, era yo.

Ella me había contado que hace poco había tenido noticias de su tío Martín, era un tío materno del que había sabido hace poco y lo poco que le quedaba de su mamá, quien había desaparecido hacía mucho tiempo, según la información que ella tenía su tío estaba en un hospital psiquiátrico y ella había dejado para que le informaran de todo lo que le sucediera, si avanzaba en su enfermedad o necesitaban dinero, tal vez ella no fuera nacida en una familia de ricos pero un corazón humilde no le faltaba a aquella familia y a Nohemí especialmente, no le faltaban las ganas de trabajar.

-Okey, mañana pasaré por allí a ver como está.- dijo y sonrío para tranquilizarnos a todos pero a mi no me engañaba y si no había sido sobre el tío, algo había pasado, algo muy grave. Colgó, nos miro y dijo: -ya... mmh.- hizo una pausa, iba a mentir. - mande a hacer un..., mmh, no les puedo decir, que vergüenza.- dijo y finalizo tapandose la cara, la abrace, se sentía mal y no quería decirnos. -No me abraces Marta, no ahora.- dijo con esa cara que solo me confirmaba que se sentía muy mal.

Me dolía cuando me rechazaba así, pero la entendía, ella se guardaba todo, solo necesitaba un momento y se recuperaría, así era ella, fuerte.

Se paro y camino hacia la puerta, cuando llego a la puerta solo abrió la boca para decir: -Estaré en la segunda planta, por favor, nadie me moleste.

-No puedes pedirnos que nos quedemos así... -me interrumpió con un movimiento de su mano.

-Por favor amor... -me dijo y me miro buscando que comprendiera, pero no podía dejarla así, quería abrazarla, que me contara que pasaba, pero ella quería estar sola y yo respetaba eso. -amor... -me miro. -mañana te cuento. -sonrió triste y se fue.

Mi primo Bernardo, también salió llevándose a Yamiliana que se había dormida en sus brazos. Dejándome a solas con Bradley, tenía que salir de allí ya.

-Bueno, después hablamos como te llames. -caminé hacia la puerta y sentí la fuerte mano de Bradley en mi brazo.- caramba, que mala manía la tuya de agarrarme por el brazo, ¿me sueltas?.- dije, deshaciéndome de su agarre bruscamente.

-Lo siento, de verdad, pero necesito decirte lo loco que estoy por besar esa sonrisa tuya.- cambié mi mirada hacia otro lado, porque no podía mirarlo a esos intensos ojos verdes que me miraban como si... como si... como si me quisiera coger, no podía hacerme ilusiones con alguien así. Así que una parte de mi cerebro me empujaba a pensar lo peor.

-Mira, a mi me vale una mierda lo que tu quieras bes.. - y me beso, tenía unos labios súper suaves, pero me aparte rápidamente para ver que me estaba viendo con los ojos desorbitados y parpadeé dos veces antes de voltearle la cara con mi mano.- Nunca en tu vida vuelvas a hacer eso. -y me volteé rápidamente y caminé hacia la puerta como si alguien me estuviera persiguiendo para robarme.


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