Capítulo 15

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Dos semanas después
Dos días después de la boda.

Estoy ayudando a los hombres de la mudanza a bajar todas mis cosas. Es complicado como todo se ha desarrollado últimamente. Estoy confundida por el nudo de emociones que se están desarrollando dentro de mí, he estado tan nerviosa constantemente. Como si siempre tuviera que estar alerta ante cualquier posible ataque verbal de James. Pero para mi sorpresa y alegría, James se ha dedicado simplemente a ignorarme. De verdad que no entiendo todo lo que ha hecho para intentar vengarse de mí. ¿Por qué tanto odio? Lo poco que sé es que odiaba a su padre de manera profunda, entonces qué necesidad en llenarse la vida de odio teniéndome a su lado. No entiendo como puede hacerlo, es como si siempre estuviera cargado de ira, lo noto cada vez que me mira, cada vez que me tiene cerca todo en el se pone rígido y en alerta ¿Qué demonios piensa que haré? Si solo se hubiese tomado el tiempo de conocerme mejor, si tan solo me diera la oportunidad de mostrarle que yo ni siquiera soy la persona que el cree que soy. Pero está ciego, ni siquiera planea darme la oportunidad, así que yo haré lo mismo. Por mucho que mi corazón se agriete de manera dolorosa cuando estoy con el, no voy a ser la clase de mujer que deja que un amor no correspondido domine su vida.
Las pocas cajas que he podido bajar por no ser tan pesadas están acumuladas en la entrada de la casa. Mientras los hombres suben las otras a mi habitación. Al menos James no me ha hecho dormir en la misma habitación que el.
Todavía, pienso.
Lucky está corriendo como loco a mi alrededor, moviendo la cola y solo siendo de feliz de tener todo un nuevo lugar para olfatear.
Solo puedo pensar en lo que Amber dirá cuando lo vea, es una niña más parecida a un ángel que otra cosa y me he encariñado tan profundamente con ella que me duele tener que fingir que la detesto cuando estoy frente a James.
Me ha prohibido completamente que tenga cualquier contacto con su hija, y honestamente no sé como planea que eso suceda, ambas vivimos en la misma casa. Pero lo he aceptado y racionalizado que probablemente sea lo mejor, cuando menos sepa James sobre lo que me importa, menos oportunidad tiene de herirme.
James entra justo cuando estoy levantado un caja donde Lucky está plácidamente recostado.
Al instante me pongo en alerta. Como si estuviera lista para dar batalla.
Deja las llaves de su coche sobre una mesa en el recibidor pero en ningún momento aparta la vista de mí. Mas bien de Lucky.
- ¿Qué eso?- pregunta metiéndose ambas manos en el bolsillo.
Me encojo de hombros y sigo trabajando como si nada.
- ¿qué es qué?-pregunto
El suspira frustrado y noto el cambio en él. Como si estuviera cortando el delgado hilo de su paciencia.
- No jodas conmigo Rose, ese animal que sostienes ahí. ¿De dónde ha salido?
- Es mío- contesto llanamente- Se llama Lucky- agrego
El me mira levantando la cejas como si me dijera no me digas
- No lo quiero en la casa, será mejor que empieces a buscar un lugar donde tirarlo.
- ¿Qué?- grito furiosa. Bajo la caja, pero Lucky ni siquiera parece notarlo, se ha quedado profundamente dormido.- No voy a deshacerme de el, James. Es mío, es importante para mí.
Eso parece sellar el trato para el.
- Me importa una mierda si es un maldito Dios para ti. Esa cosa se va de mi casa HOY- dice la última palabra tan fuerte que me estremezco de pies a cabeza.
Pero no puedo rendirme. No con Lucky. Debí saber que trataría de arruinar cualquier cosa que fuera importante para mí. Pero no esto.
Así que decido ser más inteligente. Decido que la ira no va dominarme con a él.
- AMBER- grito. Me paro frente a las escaleras y vuelvo hacerlo- AMBER- digo aún más fuerte.
James frunce el ceño hacia mí y se acerca para tomarme el brazo.
- ¿Se puede saber qué estás haciendo?- sisea. Yo sonrío ampliamente, aunque sin ninguna emoción.
- AMBER- vuelvo a gritar y es cuando James se da cuenta de mis intenciones.
- Rose, no- dice apretando mi brazo. Yo estiro mi brazo hasta soltarme.
Amber baja las escaleras agarrándose de los barandales y sonriendo triunfal. Lleva un vestido con flores y el pelo suelto alrededor de la cara.
- Te tengo una sorpresa- digo cuando está a mitad del camino. Eso hace que baje aún más rápido y cuando está lo suficientemente cerca la tomo de la mano. Puedo sentir como James me apuñala con los ojos y me deleito en este pequeño triunfo.
- Mira- digo señalando a donde Lucky está recostado plácidamente.
Amber chilla de emoción y puedo ver una cadena de lágrimas saltar de sus ojos.
- Un cachorro- grita. Salta en un solo lugar como si no estuviera segura de qué hacer.
- Se llama Lucky- digo acercándome a ella de nuevo y tomando su mano para llevarlo hasta el- También va vivir aquí ahora.
- Ez tuyo- pregunta ella mirándome con los ojos grandes. Dios, juro que siento mi corazón hincharse de emoción.
- Ahora también es tuyo hermosa- digo sonriendo. Ella no se aguanta y salta a mis brazos poniendo sus pequeñas manos alrededor de mi cuello.
- Gacias, gacias- dice sin parar.
-¿Quieres pedirle permiso a papá para que pueda quedarse?- pregunto contra su cuello sin dejar de ver a James que me mira con furia bailando en sus ojos.
Se aparta de mí y levanta ambos brazos para indicarle a James que quiere ser cargada. El lo hace, por supuesto. Y Amber aplica la voz de niña de papá que estoy segura le ha hecho ganar un montón de batallas.
- pofis, pofis, pofis- dice juntando sus labios en un puchero. James suspira frustrado pero totalmente vencido.
- Bien. Pero tu te encargas de el, Rose. No quiero que ande alrededor y ensucie toda la casa. ¿Bien?
- Bien- digo sin poder contener la alegría de haber ganado. Sin pensar siquiera en lo que hago, tomo a Amber de los brazos de James. Es recién cuando veo la mirada en sus ojos que noto lo que he hecho. Mierda. Pero es tarde, acuno a la niña en mis brazos y la llevo hasta Lucky que está extasiado con toda la atención extra que está recibiendo. Amber chilla emocionada cada vez que le muestro las pocas piruetas que puede hacer. Ella me pregunta si también puede hacer que el haga esas cosas y le digo que puede probar. No me sorprende cuando Lucky obedece y enseguida presta atención a todo lo que Amber le dice.
Sin duda los animales pueden reconocer la pureza en el alma.

Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora