Lo primero que hago es tomar el primer taxi que encuentro y prácticamente lloro la dirección de Carter al conductor. El hombre se ve alarmado por mi situación y no deja de preguntarme si me encuentro bien. Siento como si me hubieran arrancando la piel, pero no puedo decirle eso. Nunca esperé esto, ni siquiera de James, es tan cruel que no tiene sentido. ¿Cuántos pecados necesito pagar?
¿Alguna vez has sentido como si alguien te hubiese clavado un cuchillo en el centro del pecho?
Eso es exactamente lo que estoy sintiendo ahora mismo, como si alguien estuviese retorciendo ese cuchillo de forma agresiva, como si me estuviera desangrando.
Llego a la casa de Carter y Annie y por un largo minuto no tengo el valor de tocar el timbre, siento vergüenza de todo lo que pasó, pero especialmente de lo idiota que he sido. Todo este tiempo James se estuvo riendo de mí.
Con una enorme respiración para darme el valor que necesito toco el timbre y espero. Menos de un minuto después la puerta y se abre y soy recibida por Annie sosteniendo a su hijo. Supongo que me veo tan mal como me siento, la cara de Annie es todo un poema cuando toma conciencia de mi estado.
- Sammy, por Dios- dice abriendo la puerta completamente para dejarme pasar- ¿qué te ha sucedido?
- Tu hermano está casado- suelto. Y toda una cadena de lagrimas le siguen a esa confesión.
-¿Sam, de qué demonios estás hablando? Mi hermano está casado contigo.
- No, no es así. Solo fingió hacerlo, en realidad está casado con la madre de Amber.
-¿De qué estás hablando? la madre de Amber está muerta, murió hace años en un accidente de coche.
-Conocí a la mujer hace menos de veinte minutos. Annie, tu hermano volvió a jugármela de la peor manera posible.
-Oh, Sammy- dice ella envolviendo sus brazos a mi alrededor- No puedo creer que ese idiota sea mi hermano.
-Yo tampoco.
Tardo mucho tiempo en calmarme, es como si no pudiera controlar las acciones de mi cuerpo. Me paso el resto de la tarde en la cama, tumbada e hipando como si fuera un pequeña niña. Aunque pensándolo bien, tal vez lo soy.
Me siento como una niña pequeña a quien le han despojado de todo. Escucho a Carter y Annie discutir fuera de la puerta de la habitación, ambos están tratándome como si fuera una desvalida y me siento tan débil que no puedo evitarlo. Necesito esto, necesito mi tiempo de duelo, necesito volver a nacer de entre las cenizas, como el ave Fénix, después de toda la mierda que ha sucedido a mi alrededor desde que ese hijo de puta apareció en mi vida.
Entrada la noche, Carter entra en la habitación con un vaso de leche, me mira cauteloso, como si fuese un objeto que está a punto de romperse.
- ¿Cómo te sientes?- pregunta sentándose al borde de la cama.
- Como si un camión de carga me hubiese pasado encima- digo intentando aligerar el ambiente entre nosotros.
- James se acaba de ir- suelta, y al instante todos los músculos de mi cuerpo se encojen- Con Annie convenimos que lo mejor sería fingir que nosotros no sabemos nada, que te tomes este tiempo para ti.
Asiento, pero no digo ni agrego nada. No entiendo como James tiene siquiera los cojones para salir a buscarme después de lo que hizo.
Después de unos cuantos minutos de dolorosa charla, Carter se aleja. Y tal como esperaba no puedo dormir, una serie de imágenes me cruzan detrás de los ojos, todas ellas de las últimas semanas, donde todo parecía tan idílicamente feliz que me negaba a creer que algo malo podía llegar a pasar, por Dios estaba tan ciega. No entiendo como puede haber sido tan ciega, tan inocente, James ha sido un hijo de puta desde día en que lo conocí, no entiendo como demonios se me ocurrió que el podía cambiar. Me muerdo el labio intentando no llorar de nuevo, he dejado todo lo que más amo en esa casa que me siento tan vacía como una caja de cartón, Amber, Lucky. Ellos siguen ahí, no sé como puedo recuperar a mi perro sin que James sepa donde me estoy escondiendo, y lo más importante no sé lo que haré si no vuelvo a ver a Amber, probablemente morirme de dolor. Esa pequeña es mi vida, es mi hija y no merece el bastardo cruel que le ha tocado como padre. Me toco el vientre, este pequeño tampoco merece el idiota que le ha tocado como padre.
De pronto, como si el pequeño estuviese sintiendo el rechazo que tengo hacia su progenitor, una dolorosa puntada me atraviesa.
Al instante, me siento en la cama, intentado que el dolor mengue, pero cuando la segunda puntada llega, sé que hay algo mal y grito.
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Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]
RomanceJames quiere venganza. ¿Y Samantha? Samantha solo quiere paz. Pero, ¿qué pasa cuando tienes que pagar pecados que no cometiste? ¿Qué pasa cuando juzgas demasiado rápido?