James
No tenía miedo de abrir los ojos, era algo más. En mi mente tenía la idea de que no fue real. Pero lo fue, siento su cuerpo tibio junto al mío como prueba.
¿Estoy loco?
Me enamoré de la mujer que juré odiar, tan rápido que apenas me estoy dando cuenta. Y lo peor es que no siento una pizca de arrepentimiento por ello. No, me siento vivo, feliz como hace mucho tiempo no lo hacía. Pero con todo esto, hay una ferocidad, latente y que crece con fuerza alrededor de mi corazón.
Posesividad.
Y el pensamiento me asusta tanto como sé que va asustarla a ella. Sé que no le gustan mis celos, sé que no le va gustar mi comportamiento de ahora en más. No pienso dejarla ir ahora, ni por un segundo. Voy hacer todo lo que tengo en mis manos para recuperar el amor que una vez vi en sus ojos, sé que no ha muerto por completo. No me importa el pasado, no me importa lo que tuvo con mi padre, es solo parte de algo que pienso dejar atrás. Y tengo que hacerle ver eso, y la conozco bien como para saber que no va gustarle mi decisión. Pero planeo mostrarle lo buenos que somos juntos. Lo increíble que puede ser si lo intentamos.
Pongo mi cabeza de lado, hasta que está a la altura de la de ella. Su respiración es suave y uniforme y su boca está ligeramente fruncida. Tengo ganas de despertarla a besos, pero aunque soy su esposo no tengo derecho para hacerlo.
¿por qué me fui a equivocar tanto? Pienso mientras recorro cada punto de su rostro.
- Me estás mirando- dice suavemente, su voz sonando un tanto ronca. Yo no contesto y sus ojos se abren con lentitud, parpadeando varias veces hasta que enfoca la vista en mi.
- No te tienes que despertar todavía- susurro. Pero ella no vuelve a cerrar los ojos. Su mirada parece casi asustada. Como si no supiera que esperar. No tengo la menor idea de cómo tranquilizarla, porque siento lo mismo. Tengo miedo.
- Hey- digo acercándome solo un centímetro más- Volvamos a dormir- digo no queriéndome separar de su lado.
Su mirada se vuelve vulnerable y tímida, pero para mi sorpresa se acerca otro centímetro y cierra los ojos. No puedo hacer otra cosa que suspirar complacido.Samantha
Ni siquiera pude resistirme. ¿Por qué no puedo arrancarme lo que siento por él?
Es mi mayor debilidad, mi talón de Aquiles.
Y solo basta que me de un poco de su atención para que caiga de nuevo con él. Me pidió estos días y sin pensar accedí, no tuve en cuenta que cuando todo termine será mucho peor para mi. Para todos.
Pero en este momento, cuando siento esta calidez en mi cuerpo, siento que todo está bien el mundo, al menos por ahora. Por estos días. Y me prometo a mi misma que aunque después no pueda recuperarme del dolor al menos tendré el recuerdo de esto, y eso me basta.
Subo las manos hasta dejarlas sobre el pulso de James en su cuello, late constante bajo mis dedos y poco después, me quedo dormida.James
Intento ser lo más silencioso que puedo mientras me levanto de la cama, de verdad que preferiría no hacerlo, prefiero pasar todo el día en la cama con Rose. Pero hay tanto ruido abajo que no entiendo lo que está pasando.
Cuando bajo las escaleras todos están en la cocina y parecen a punto de... salir.
- ¿Qué están haciendo?- pregunto.
- James-dice mi mamá acercándose a mi- ¿Rose y tu quieren venir con nosotros? Vamos de excursión al lago.
Miro a todos confundido, incluso mi hija tiene una pequeña mochila en su hombro.
- No sabía que iban a salir de excursión- digo
- Bueno, la idea surgió hace un rato- dice mi mamá- Y todos tenemos ganas de recorrer un poco ¿vienen?- pregunta expectante.
- No. Mejor los esperamos aquí, ademas Rose todavía está durmiendo.
Mi mamá asiente y todos se alejan, pero Amber se acerca a mi.
- Voy a ir un momento con ellos, papi- dice. Me pongo a su altura y le beso la frente.
- Y yo voy a esperarte aquí princesa.
Ella sonríe con los labios cerrados y se aleja tomando la mano de su abuela mientras salen.
Yo suspiro mientras los veo alejarse. Siento a Lucky mover la cola junto a mi y me agacho para tocarle la cabeza con suavidad, supongo que el necesita salir un momento hacer lo que un perro tiene que hacer así que dejo abierta la puerta que da a la entrada y después de unos minutos el regresa y me mira expectante.
- Bueno, ya que has hecho lo que tenías que hacer supongo que es tiempo de alimentarte- el parece entender cada palabra que digo y mueve la cola sin parar mientras busco su comida. La coloco en su plato y luego pongo este en el suelo, veo a Lucky acercarse y devorar su comida. Nunca antes había tenido un perro o una mascota para el caso, a mi padre no le gustaban y cuando fuimos con mi abuelo era mayor y ya no me interesaba tanto. Pero supongo que Lucky no está mal, es un perro inteligente y educado y aunque al comienzo no le prestaba atención ahora sé que me espera a la hora que llego del trabajo.
Un ruido hace que deje de mirar a Lucky y levanto la mirada para ver a Rose bajando las escaleras.
- ¿Dónde están todos?- pregunta mirando alrededor.
- Han salido de excursión hace un momento- explico. Me acerco a ella despacio con miedo de asustarla- Incluso Amber se ha ido con ellos- digo
- Oh- dice ella clavando la vista en un punto detrás de mi- O sea que estamos solos.
- Básicamente- digo tratando de deducir su humor- Tenemos a Lucky con nosotros.
- Ajá- dice ella.
Yo asiento y me acerco otro paso, quedando solo medio metro entre nosotros.
- ¿Estás bien?- pregunto despacio- Después de todo lo que ha pasado ayer.
- Después de anoche- específica. Y yo asiento- Estoy bien- dice suspirando y rodando los ojos- No hace falta que camines sobre algodones conmigo. Pregúntame lo quieras.
Las esquinas de mi boca se levantan.
- ¿Sinceridad absoluta?- pregunto levantando una ceja.
- Sí. No espero otra cosa.
- Bueno. Entonces debes saber que me muero por besarte. No he pensando en otra cosa desde que me desperté junto a ti esta mañana y estoy muerto de miedo que no me dejes y que todo vuelva a ser como antes- digo. Su boca se abre un poco ante mi confesión.
- ¿Quieres besarme?- pregunta con un hilo de voz.
- Si tienes que preguntar es que no te lo he demostrado lo necesario digo- recorre lo que falta entre nosotros y uno mi cuerpo contra la suavidad del suyo. Un suave suspiro es exhalado de su boca y me recorre la espina dorsal. Su rostro está a cortos centímetros del mío y tengo ganas de cerrar todo el trayecto. Pero me estoy conteniendo aquí, estoy intentando hacer solo que ella quiere.
Con lentitud y dándole tiempo de rechazarme subo mis manos hasta su cintura, envolviéndola. Veo su garganta tragar mientras observo sus movimientos, su reacción ante mi. Pero no hago ningún movimiento, después de un momento ella pregunta:
- ¿Vas a besarme?- su voz suena baja y casi tímida, como si no estuviera segura de lo que está pasando.
- Tu tienes todo el poder aquí, bonita. Voy a ir tan lejos como tu quieras.
Ella asiente. De pronto mucho más confiada que antes. Y casi cierra la poca distancia que queda.
- O sea que puedo alejarme ahora- dice en voz baja, mirando a mis labios- Y tu estarías bien con ello.
- No estaría bien con ello- digo casi temblando con anticipación- Pero si es lo que tu quieres...
Una de sus manos va hacia arriba y se coloca detrás de mi cuello. Casi demasiado lento como para poder soportarlo acerca su boca y me besa.
Chupa mi labio inferior y tengo ganas de gemir en voz alta. Es tan bueno.
Pero dejo que ella lo guíe, solo quiero llegar hasta donde ella me deje.
- Te estás conteniendo- dice contra mi boca, su aliento llenándome.
Yo asiento.
- No lo hagas- pide, casi implora.
- No quiero asustarte.
- No lo haces- dice y vuelve a rozar mi boca.
Cuando vuelve a rozarme los labios aprieto su cintura, haciendo que cada parte de nuestro cuerpo se una. E invado su boca. Con la posesión que siento, la misma que me consume con ferocidad.
Sus brazos se enganchan en mi cuello y siento que quiere pegarse a mi incluso más.
Separo nuestros labios y respiro agitadamente.
- Voy a prepararte algo para comer digo- respirando. Su perfume está por todo el lugar, está por volverme loco.
Ell asiente y con lentitud deja ir mi cuello.
Necesito calmarme, controlarme y no asustarla para que salga corriendo. Porque lo que estoy sintiendo juro que asustaría a cualquier persona normal.
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Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]
RomanceJames quiere venganza. ¿Y Samantha? Samantha solo quiere paz. Pero, ¿qué pasa cuando tienes que pagar pecados que no cometiste? ¿Qué pasa cuando juzgas demasiado rápido?