James, ahora.
Después de algunos meses de búsqueda, finalmente di con ella. La encontré.
No de la manera en la que esperaba. Pensé que estaría recorriendo el mundo con la pequeña fortuna que se llevó de mi familia. Pero está en un restaurante en el centro de la ciudad, es bonito,elegante y bastante artístico. Y aunque no está lleno, hay bastantes personas aquí.
Recorro con la vista el lugar, tratando de ubicarla, pero todavía no la veo. Tengo una foto de ella, la encontré gracias a mi investigador, y desde que tengo la fotografía en mi poder no he podido apartar la vista de ella, se ve bastante joven, pero por supuesto, mi padre era un idiota y estar con una joven 20 años menor es el menor de sus pecados, pero, ¿y ella? En la fotografía parece muy decente, pero lo peor es que es jodidamente hermosa, la clase de belleza que no encuentras en un anuncio, sino la clase de belleza delicada y no lo sé, dulce. Pero no debo guiarme por como se ve, sino por lo que hizo, lo que provocó.
Tratando de pasar sin ser percibido, recorro el restaurante con la vista, hasta que encuentro un conjunto de puertas, es extraño pero nadie me presta atención mientras me dirijo hasta ellas y abro cada una sin siquiera golpear. Dos de ellas eran los baños y solo queda una puerta en el centro del pasillo. Voy hasta ella y entro sin llamar.
Mi corazón late con fuerza dentro de mi pecho cuando tomo conciencia de que la encontré, finalmente está frente a mí.
La mujer de la foto está tecleando rápidamente en la computadora, y cuando levanta la vista parece sorprendida, pero el gesto dura solo un segundo ya que se recompone rápidamente, colocando una máscara cordial en el rostro.
El lugar es muy pequeño y el espacio es llenado casi por completo por una pequeña mesa que usa como escritorio, una silla y en la pared un estante con libros esparcidos.
- ¿Puedo ayudarlo señor?- vuelvo la vista hacia ella. Tiene el pelo desarreglado y ojeras pero es hermosa. Y el hecho de que lo sea hace que la ira hierva dentro de mí.
- ¿Es usted Rose?- pregunto tratando de controlar mi ira y otras sensaciones que me produce tenerla frente a mí.
Por supuesto yo ya sé la respuesta. Pero ella parece estar un poco confundida, luego de un segundo asiente.
- ¿En qué puedo ayudarlo?
Su voz, su presencia, hace que la ira corra por mis venas a raudales. Está siendo agradable, está mintiendo. No puedo dejar de mirarla y estoy seguro que mis emociones se reflejan en mi cara, parece estar asustada de mí, y me complace. Durante un rato, le sostengo la mirada, e increíblemente ella hace lo mismo, aunque nuestra interacción se ve interrumpida cuando de pronto el teléfono en su escritorio suena y nos sobresalta a ambos. Ella me pide disculpas con los ojos lo levanta y gira en la silla para quedar de espaldas a mí.
- ¿Hola? Hola Oliva, sí creo que tengo al inversionista enfrente- está susurrando al teléfono lo cual me parece una tontería ya que puedo leer hasta sus pensamientos en esta pequeña caja de zapatos.- No tengo idea, necesito el dinero. Ya sé, gracias por la ayuda Carol, todos lo apreciamos. Yo también, adiós.
Se voltea de nuevo hacia mí y suspira. Pero estoy lejos, pensando en todo lo que acabo de escuchar. Cree que soy un inversionista, tiene problemas económicos. No entiendo, se ha llevado muchísimo dinero, es mucho más codiciosa de lo que pensaba si ya se lo ha gastado todo en estos pocos meses. Pero al instante tengo una idea, y ni siquiera me pongo a pensar en la estupidez que estoy a punto de cometer, fingiré ser el inversionista. Voy a hacer que caiga, haré que pagué todo lo que nos quitó e incluso el estado de mi madre.
- Lo siento, no me he presentado- digo amablemente- soy James Walker. En el segundo que le toma extender su mano para darme un apretón estoy ideando un plan de como voy abordar este asunto. Debo ser inteligente, encandilarle y acercarme lo suficiente para poder lastimarla.
- Lo siento por llamada, era mi amiga preguntándome si usted ya había llegado, eso presumiendo que usted es un enviado de ella.- dice sonrojándose un poco.
- Ciertamente no lo soy, Rose- ella me mira extrañada- Pero desde hace mucho tiempo estoy interesado en el negocio de la gastronomía y ahora, conociéndola, me gustaría trabajar con usted- arrojo el pequeño comentario intentando complacerla, y cuando veo la pequeña sonrisa en su rostro me deleito con el triunfo.
- Señor Walker- dice levantándose, su postura correcta y estilizada, y por alguna razón hace que la boca se me llene de agua.
- ¿Le gustaría conocer el lugar?- pregunta haciendo que tenga que enfocarme en ella y por un segundo más de lo necesario, mi enfoque se concentra en su boca.
Recordando lo que me preguntó, asiento con la cabeza y le hago una seña para que pueda dirigir el camino, cuando salimos del reducido espacio ambos suspiramos y empezamos a caminar por el restaurante.
- Mi abuelo fundó el lugar hace bastante, pero en aquel entonces era pequeño- empieza a explicar mientras caminamos juntos por el pasillo hasta llegar al centro del restaurante- Cuando mi papá lo heredó, decidió transformarlo en lo que hoy es, y en honor a mi madre ha creado todo este ambiente artístico- dice parándose de nuevo frente a mí, su actitud profesional y casi tranquila.
- Es asombroso- digo. Y de verdad lo es, hay pinturas y esculturas por todo el lugar, todo perfectamente ordenado creando una vista increíble.
- Lo sé- dice sonriendo. Como si estuviera orgullosa de aquello- Pero no voy a mentirle señor Walker, estamos teniendo algunos problemas financieros y si no encontramos ayuda pronto, podemos perder el lugar- explica, yo asiento pero me abstengo de agregar nada más.
Recorremos las áreas más importantes del restaurante, y a medida que los hacemos, este se va llenando cada vez más, aunque todavía no es mediodía, el lugar sin duda tiene éxito y estoy casi seguro que la razón de que este lugar ya no pueda mantenerse es por el gasto desmedido de Rose. A medida que pasan los minutos y ella me explica paso por paso como funciona el restaurante noto las pequeñas señales, los gestos, las miradas. Sin duda me encuentra atractivo y es un punto a mi favor para lo que planeo hacer, si ella me mira de esa manera solo unos minutos después de habernos conocido esto será pan comido.
- ¿Podría enseñarme los libros de contabilidad?- Ella asiente y me atrevo a preguntar- ¿También puede aceptarme una invitación a cenar?
Ella me mira sorprendida durante un segundo. Baja la cabeza y veo exactamente lo que mi padre habrá visto en ella. Es encantadora, y parece demasiado inocente. Vuelve a levantar la cabeza y sonríe tímidamente.
- Me encantaría señor Walker- dice, luego se voltea y empieza a caminar de nuevo a esa pequeña oficina. Las comisuras de mis labios se levantan y me permito ese pequeño gesto de victoria.
Que comience el juego.
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Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]
RomansaJames quiere venganza. ¿Y Samantha? Samantha solo quiere paz. Pero, ¿qué pasa cuando tienes que pagar pecados que no cometiste? ¿Qué pasa cuando juzgas demasiado rápido?