Capítulo 23

397 42 2
                                    

Samantha
Prométeme que nos veremos más seguido- me pide Annie subiendo sus cosas al coche. Yo sonrío.
- Por supuesto, no es mi culpa que no lo hagamos.
- Por alguna razón creo que te escondes de mi, Jones- dice entrecerrando los ojos- Pero sabes que no es posible. Voy a visitarte la semana que viene. Lo prometo.
- Y yo te estaré esperando- digo. Con un último abrazo sube al coche. Carter se acerca para abrazarme una vez más y luego los veo alejarse. Todavía es temprano en la mañana y solo yo he conseguido despertar para despedir a nuestras familias, James sigue profundamente dormido y cuando he ido a revisar a Amber también lo estaba, con Lucky debajo de su cama.
Finalmente toda mi familia y amigos se han ido y a James y a mi nos queda un día.
Me siento en la isla de la cocina sin ganas de darle muchas vueltas al asunto.  Pero cuando más intento evitarlo más pienso en ello. Y solo me hace pensar en que no quiero que termine.
¿Puedo ser incluso más patética?
La respuesta es sí, ya que menos de dos minutos después estoy envolviéndome bajo las sábanas cerca de la calidez de James .

James

Me despierto mucho más tarde de lo habitual y me doy cuenta que toda mi familia se ha ido. No he dormido muy bien, he tenido un sueño irregular y los acontecimientos de anoche me dejan un peso casi asfixiante encima. Me siento como un ser despreciable, lleno de culpa por lo que hice y aun así lo primero que hago cuando salgo de la habitación es buscar a Rose.
Y en lo que resta del día solo me dedico a comportarme como un loco enamorado porque Dios, eso es precisamente lo que soy. Lleno de atenciones a Rose y a mi hija, incluso cuando luzco como un completo idiota. Y sé que Rose lo nota, sé que nota mi desesperación, pero no tengo forma de evitarlo porque, lo estoy. Estoy aterrado de miedo y con tanta culpa que no puedo conmigo mismo. Pero tuve este día, tuve a Rose tan pegada a mi que era el cielo, solo por este día tuve un familia que era maravillosa, tuve la oportunidad de un pequeño paraíso con mi hija y mi mujer y fue perfecto.
Pero todas las fantasias terminan.
Y ahora devuelta en nuestra antigua casa la fantasia de ayer está evaporada.
La actitud de Rose ha cambiando radicalmente y yo siento su rechazo en todo el cuerpo.
Mientras termino de bajar todo el equipaje de la parte de atrás del coche, Rose y mi hija ya han desaparecido en el interior de la casa.
Entro arrastrando las maletas con Lucky detrás de mi. Veo a mi hija acomodada en sillón con el control de la televisión en las manos, aunque por su cara sospecho que se quedará dormida en unos pocos minutos. Pero no veo a Rose por ningún lado así que voy arriba a buscarla. Está frente a su habitación con su bolso de mano.
- No me molesta compartir cuarto si ya no quieres el tuyo- digo acercándome. Ella se sobresalta y me mira con los ojos bien abiertos.
- No te escuché acercarte- dice mirando a todos lados menos a mi. No me gusta esto, no me gusta que las cosas sigan siendo como antes entre nosotros.

-Quiero hablarte de algo- digo. Pero ella ya está negando con la cabeza.

-James no- dice entrando a su habitación e intentando cerrar la puerta, pero no lo consigue porque soy más rápido que ella.

-Rose por favor- pido- Solo una oportunidad más. Sé que lo sabes, sé que sientes lo maginificos que podemos ser juntos, sé que lo sentiste todos estos días. Y te prometo que si me dices que lo intentaremos voy a pasar cada maldito segundo redimiendome por lo que hice, por lo que te hice. Solo... danos la oportunidad de intentarlo una vez más- Veo en su rostro que está luchando consigo misma por una respuesta y mi corazón salta a la expectaiva.

- No es tan fácil- dice indecisa- Hay mucho que tenemos que arreglar.

-Haré lo que quieras- digo casi al borde de la desesperación- Rose, lo que tu quieras, lo tienes. Es tuyo.

Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora