Capítulo 28

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Puedo jurar con una mano en mi corazón que he intentado encontrar el momento de adecuado para hablarle a James sobre el bebé.
Pero la ultima semana y media ha sido increíble y no sé si estoy lista para dejarlo atrás. Constantemente me recrimino por ser una maldita cobarde y no poder solo dejarlo salir, al fin y al cabo.
¡Este bebé lo hicimos los dos!
Y francamente el miedo es injustificado, ya que veo como es con Amber y que claramente no le tiene miedo a la paternidad. Pero aun así, cuando estoy a solo un paso de decirle, no puedo evitar que el miedo me cierre la garganta y cambiar de tema.
Estoy actuando como una loca, lo sé.
Para colmo, James se ha portado los últimos días de forma tan encantadora e irresistible que no puedo dejar de sonreír, es adorable de una manera en la que nunca fue. Solo anoche estuvimos entrelazados de la forma más íntima en la que dos seres humanos pueden estar, fue intenso y caliente y la piel se me eriza solo de recordar.
- Tengo una sorpresa- dice el parándose frente a mí.
- ¿Ahora?- digo mirando a mi teléfono- Tengo que estar en el restaurante en diez minutos.
- Lo sé. Es por eso que elegí justo este momento.
- ¿De qué estás hablando?- pregunto tomando su mano. El no contesta pero no es necesario cuando veo que caminamos hacia el garaje.
- Oh, no- digo dándome la vuelta- No voy a ir ahí.
-Rose- dice él volviéndome a tomar de la mano- Ni siquiera sabes lo que voy a mostrarte.
- Estoy bastante segura de que lo sé- digo con mala cara.
- ¿Puedes mantener una mente abierta, por favor?- con una última mirada hacia él, llegamos hasta el garaje y hasta tengo miedo de mirar.
- Abre los ojos, Rose- suspira James.
- No quiero.
- Ahora estás siendo ridícula. Abre los ojos.
Abro uno y lo vuelvo a cerrar rápidamente.
- ¡Es rojo!- chillo.
- Rose, abre los ojos de una vez.
Un pequeño coche de color rojo está frente a mí, es el nuevo modelo de mi antiguo Bobby y es... perfecto.
Tan perfecto que estoy llorando.
-Pensé que si ibas a tener un coche podría ser un pequeño Bobby Junior ¿Te gusta?
-Es perfecto- digo con mis labios hacia abajo.
- Y por lo que pude descubrir, Bobby fue alguna vez rojo.
Asiento varias veces. James se toma su tiempo para ocultar su sonrisa en mi cuello y levantarme unos cuantos centímetros del suelo.

- Te dije que no quería un coche nuevo.
-Sé que me dijiste eso, pero ambos sabemos que necesitas este coche.
- ¿Qué hiciste con Bobby?

- Bobby, está resguardado en el garaje de la empresa. Francamente quiero mandarlo al desarmadero, pero estoy esperando que me digas que hacer con él, sé que tienes muchos recuerdos con esa cosa.

- No sé si estoy lista para enviarlo al desarmadero. Pregúntame dentro de un tiempo. Y en cuanto a este coche, es perfecto. Gracias.

Su sonrisa ensancha su cara hacia los lados y es magnífica, como ver salir el sol.

Llego en mi nuevo Bobby al restaurante y lo primero que hago es presumirle el coche a mi papá. Él, como siempre, tiene que darme todos los datos y estadísticas del vehículo, antes de decirme que es maravilloso y felicitarme por él.
A las diez de la mañana estoy tan metida en el trabajo que no escucho la puerta abrirse.

- Sammy- dice Carter metiendo la cabeza por el pequeño espacio. En seguida me pongo de pie, completamente sorprendida de verlo aquí. Desde el incidente de hace unos días no he vuelto a saber de él o de Annie, menos incluso de Liz, la madre de James.

- Carter- digo poniéndome de pie e invitándolo a entrar a mi pequeño espacio.

- ¿Tienes tiempo para hablar?- pregunta, y suena casi tímido cuando lo hace.

- Por supuesto- contesto y vuelvo a sentarme frente a él- ¿Cómo estás?- pregunto

-Creo que debo ser yo quien pregunte eso- dice contrito.

-Carter- digo y enseguida empiezo a negar.

-¿Por qué demonios no dijiste nada? Dios, Sammy. Te juro que no quiero gritar pero no es que no lo entiendo.

Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora