Capítulo 27

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Estoy estática en mi lugar, todavía incrédula por lo que acaba de suceder.
No tengo idea sobre lo que haré a continuación. Siento como si me hubieran drenado de golpe toda la energía del cuerpo y solo quiero sentarme en la oscuridad y llorar.
Me siento terrible por lo que acaba de suceder, aunque sé que no ha sido culpa mía. Pero todo lo que pasó con James se suponía que sería algo entre los dos, lo estábamos arreglando. Pero todo se ha derrumbado alrededor de nosotros en un instante.
No sé cuánto tiempo pasa hasta que levanto la vista de nuevo hacia James. Nunca había visto a un hombre tan devastado como lo está él ahora. Su rostro es pálido y parece hueco, su mirada está perdida hacia adelante.
No puedo soportar verlo así, el dolor se arrastra hasta mi corazón y lo bombea a todo mi cuerpo.
Esto está mal, toda la situación es una mierda, no se supone que termine así, no se supone que esto tenga un final, y mucho menos ahora que estamos empezando, menos ahora que tenemos más por lo que luchar.
Me acerco un paso y luego otro, hasta que estoy frente a él, pero aún así él no logra mirarme a la cara.
- No espero que te quedes aquí mucho tiempo más- dice despacio, ni siquiera parece su propia voz, pero sus palabras impactan directamente al centro de mi pecho- Eres libre ahora- termina. Esta vez levanta los ojos hacia mí y veo la absoluta devastación en su mirada, estoy segura que hace juego con la mía. Pero durante un largo segundo no contesto. Solo me quedo mirando su rostro, y las marcas que los golpes de Carter dejaron en él.
- ¿Quieres que me vaya?- pregunto y trato con todas mis fuerzas de lucir impasible.
- Es lo que dijiste- dice desesperado- Dijiste que cuando supiera toda la verdad te irías. Es tu momento de hacerlo, Rose. ¿Crees que puedo retenerte aquí después de todo lo que hice? Yo estoy sintiéndome como una mierda, solo puedo imaginar como te sientes tu- se toma la cabeza entre las manos y mira al suelo- No entiendo como no me odias, como puedes verme a la cara,  como después de todo sigue habiendo amor en tus ojos para mí.
Ira.
Pura y cruda hierve dentro de mí, mientras escucho, lo que yo creo, es la cosa más cobarde que James ha dicho. Lo desconozco, este no es él en absoluto.
- Lo siento- digo y el levanta la cabeza de golpe y frunce el ceño hacia mí, confundido- Siento no ser capaz de odiarte, siento también que a pesar de todo lo que sucedió entre nosotros no puedo pensar en un solo día en el que no te haya amado. Pero lo que más me lastima es que me dejes ir sin siquiera pensarlo dos veces.
Con mi corazón latiendo con fuerza en mí pecho y esperando que mis palabras den el resultado que espero, me doy vuelta y empiezo a caminar hacia las escaleras.
Subo el primer escalón cuando siento sus pisadas y luego su brazo alrededor de mi cintura, tomándome de ahí, voltea todo mi cuerpo hasta que estamos de frente. Sus ojos conectando directamente con los míos.
- ¿Quieres que luche por nosotros?- suelto una risa.
- No espero que luches por mí, James. Espero que luches por los dos. Yo sabía a lo que me enfrentaba, sabía que en algún momento ibas a saber todo. Y sí, esperaba que eso te lastimara como una vez me lastimó a mí. Pero pensé que habíamos dejado eso atrás. Cuando te dije que sí hace unas semanas, lo dije de verdad.
Luce tan sorprendido que casi es gracioso.
- ¿Lo dices en serio?- hago rodar mis ojos.
- Podemos hacer dos cosas, James- digo colocando mis brazos en jarras- Arruinar todo lo que tenemos por algo que yo ya he olvidado o empezar de nuevo, como quedamos antes. No me puedo pasar una vida recordando la estupidez que hiciste, porque estás consciente de que fue una estupidez ¿Cierto?
- La más grande que cometí en mi vida- dice el con intensidad.
- Ahora las cosas se han salido un poco de control. Nunca quise que nuestras familias lo supieran y de verdad siento lo de tú mamá- digo con tristeza.
- No te preocupes por eso- dice-¿Rose, estás segura de esto?
- Si vuelves a preguntarme voy a golpearte con algo- digo seria.
- Lo siento. Es que siento que estoy soñando ¿sabes? Nunca pasó por mi cabeza que lo que estaba haciendo era incorrecto, pero Rose, no tienes idea de lo que sentí cuando lo descubrí. Mi vida entera perdió el eje, cometí cientos de pecados en mi vida, pero ninguno se iguala siquiera un poco al que cometí contigo.
- James, basta de disculpas. Tienes toda una vida para mostrarme que no me he equivocado y será mejor que empieces ahora. Iré ahora a llamar a mis padres, no creo que sea el mejor momento para tenerlos aquí.
El asiente, y luce casi perdido, como si todo lo que estuviera pasando le resultara surrealista.
- Estamos bien, James- digo colocando mi mano alrededor de su cuello. El asiente una vez antes de besarme con suavidad, casi con timidez.
- Pero todavía necesitamos hablar- dice y yo asiento. Dios, tenemos tantas cosas de las cuales hablar.
No espero que lo piense mucho más y subo las escaleras hasta mí habitación y dentro de ella está Amber, sentada al borde de la cama.
- ¿Cariño, qué sucede?- pregunto. Ella levanta la vista hacia a mí, se pone de pie y toma la mochila que no había visto del suelo y la coloca sobre su hombro.
- Voy contigo- dice resuelta. Suelto una risita.
- ¿Vienes conmigo?- pregunto con una sonrisa- ¿Pero adónde?- pero ella no sonríe conmigo y suspira, como si hablar conmigo fuera tratar con una pequeña caprichosa.
- Mamá, escuché a mí papá. Sé que vas a irte y pienso ir contigo.
Ay mierda, pienso.
- No voy a ninguna parte- digo negando con la cabeza, lo que parece enojarla aún más.
- No soy pequeña, sé cuando me ocultan cosas. Y si te vas a ir, quiero ir contigo.
- Amber- digo intentando explicarle, pero ella explota.
- No- chilla. Y sus ojos rápidamente se llenan de lágrimas, rompiéndome el corazón- Vas a irte y dejarme aquí, y no quiero- dice llorando sin control.
- No, no- me arrodillo hasta quedar a su altura y envuelvo mis brazos a su alrededor. Amber llora si control y está hipando descontrolablemente.
- No es así- digo intentando calmarla. Pero tardo varios minutos en hacerlo. Al final, estoy sentada sobre la cama, con Amber en mi regazo.
- No voy a irme- digo secando lo último de sus lágrimas- No deberías escuchar conversaciones de los adultos, eres demasiado pequeña para entederlas.
- No soy pequeña- protesta.
- Tienes cinco años- digo y su ceño se frunce profundamente- Pero te prometo que no voy a irme a ningún lugar, cariño.
Ella me mira durante un segundo largo, sus ojos rojos e hinchados y sus labios temblando.
- ¿Lo prometes?- pregunta.
- Lo prometo- digo envolviendo mis brazos a su alrededor- Ahora voy a llamar a mis padres y después tu y yo vamos a acostarnos aquí y ver un montón de películas ¿Está bien?
Ella dice que sí con la cabeza, se quita los pequeños zapatos blancos y se acuesta en el centro de la cama, toma el control de la televisión y comienza a pasar los canales. Tomo mi teléfono y salgo de la habitación cuando este empieza a sonar.
- Sammy- dice mi mamá contestando.
- Hola mami- digo inyectando alegría a mi voz- Siento decirte esto pero, suspendimos la cena de hoy. James y sus mamá pelearon.
- Oh lo siento. ¿Ellos están bien?-pregunta.
- Espero que lo arreglen pronto- digo suspirando. Hablo con mi madre unos minutos más hasta que tiene que volver al trabajo. Me sorprendo por lo increíblemente relajada que me siento después de todo lo que ha sucedido. Después de todo, siempre pensé que la revelación de esa verdad sería un punto de quiebre para mí. Pero todo ha cambiado, James y yo lo hicimos. Y con toda la esperanza que una persona puede contener, espero hacer lo correcto.
Empiezo a buscar a James y lo encuentro en le baño de su oficina aplicándose antiséptico en los pequeños cortes que le dejó el enfrentamiento con Carter.
- ¿Estás bien?- pregunto recostándome contra el marco de la puerta. El levanta la vista hacia mí y uno de sus labios se eleva hacia arriba.
- Nada que me deje tan feo- dice. Coloca el algodón usado en la papelera y empieza con otro. Sonrío y me siento en el lavamanos.
- Hablé con mi mamá- digo sin mirarlo. El suspira y se recuesta junto a mí.
- Hice un desastre ¿cierto?- tomo su mano y asiento.
- Uno muy grande, cariño. Además, Amber nos escuchó. Se puso a llorar porque pensó que iba irme y hasta empacó una mochila.
James frunce el ceño hacia mí.
- ¿De verdad?- asiento dos veces.
- Me sorprendí bastante, fue casi imposible calmarla. Y ahora que lo pienso no creo que esté bien que se haya puesto así.
- Te quiere mucho- explica él.
- Y yo la adoro. Pero los problemas de apego no son algo bueno.
El me mira a lo ojos y aunque no dice ni una palabra, lo dice todo.
- No vas hacer esto incómodo entre nosotros ¿verdad?- pregunto.
- Lo siento- dice el con media sonrisa- Quiero olvidarme de que esto alguna vez sucedió y solo avanzar.
- Igual que yo- digo ferviente.
- Pero es difícil, Rose.
- James- digo suspirando.
- Sé lo que estás pensando, cariño. Pero esto no va ser sencillo. Estoy asustado como no tienes idea y tengo tanta culpa que me es difícil respirar. Pero lo voy a conseguir, lo prometo.
Digo que sí con la cabeza.
- Vamos- dice él terminando con el antiséptico.
Tomando mi mano damos un paso fuera del baño cuando vemos a Amber parada frente a nosotros.
- Tardaste- dice ella mirando hacia mí. Lo juro, ella no se da una idea de lo adorable que es.
- Estaba ayudándome a mí- dice James levantándola en brazos.
- ¿Que te pasó en la cara?- pregunta Amber mirando confundida a su papá.
- Tuve... un pequeño accidente.
¿Pero sabes qué me haría sentir mejor?- pregunta
- ¿Qué?- pregunta Amber impaciente.
- Comer lo que sea que preparó Amelia para la cena, ver películas de Disney y de postre... esa torta de triple chocolate que preparó tu mamá.
Amber sonríe como si hubiese recibido lo mejor de su vida. Pero en realidad fui yo. James no tiene idea de lo que acaba de regalarme al referirse a mí como la mamá de Amber. De pronto, siento como si mi corazón fuese demasiado grande como para caber en mi pecho.
- Yo elijo la película- dice Amber. James asiente y omitiendo completamente mi estado de shock, me da a Amber y empieza a caminar hacia la cocina.
Tiempo después, los tres estamos sentados sobre la colcha, conmigo en medio y la Sirenita se reproduciéndose en la pantalla. Amber tiene una mano sobre su estómago y recita las frases de la película en silencio.
James hace contacto visual conmigo y sus labios se tuercen hacia arriba.
- Te juro que la ha visto más de un centenar de veces- susurra hacia mí. 
- Incluso yo la he visto más de un centenar de veces.
- ¿Por qué?- pregunta confundido.
- Soy algo así como una loca fanática de Disney. Sé que le dije a Amber que llevaba a mis hermanos pequeños ahí, pero los usaba como una excusa. La verdad es que yo estoy loca por Disney. Lo juro, el día que me tomé una foto con Mickey Mouse es uno de los mejores días de mi vida.
- No me digas- dice él. Voltea su cuerpo hacia mí y recuesta su cabeza sobre su mano- Ya que estamos, creo que es hora de confesar algunos secretos ¿No te parece?
Cambio la vista hacia Amber que ahora dormía de lado a un costado. Su respiración suave y solo un poco ruidosa llenaban la estancia.
- ¿Qué te gustaría saber?- pregunto. James frunce los labios y me observa por lo que parecen un par de horas.
- Todo- dice finalmente.
- Está bien- digo tomando aire.- Mis padres eran mejores amigos, el nombre de mi mamá es Rose, creo que ya dedujiste eso. Así que ellos no tenían una relación ni nada por el estilo cuando me... concibieron. Cuando mi mamá se lo contó a mi papá, ella le dijo que planeaba hacerse un aborto y papá no pudo con ello, así que le dijo a mí mamá que me tuviera y el se haría cargo. Mi mamá siempre me decía que fue muy difícil estar embarazada, pero una vez que me vio, todo fue distinto. Siempre viví con mi papá, es muy gracioso cuando el cuenta todo lo que tuvo que hacer para aprender a cambiar un pañal o como aprendió a qué temperatura calentar leche. Pero lo arreglaron, mi mamá me veía todos los fines de semanas y todo estaba bien. Luego, cuando tenía tres años mi papá conoció a Lauren. Los dos estaban muy enamorados, esto me lo contó mi mamá, dice que le ponía de los nervios como ninguno de los dos era capaz de hacer algo al respecto. Así que lo hizo ella.
- ¿Qué fue lo que hizo?- pregunta James con los ojos abiertos.
- Algo que deberías saber sobre mi madre, es que era muy dramática. Montó toda una escena, se paró frente a ellos dos y gritó lo que ambos sentían. Papá siempre dice que iba a amar a mamá por siempre después de eso. Así que ella me levantó en brazos y dejamos a papá y Lauren solos.
- ¿Tu mamá nunca estuvo celosa de Lauren?
- Jamás. Mi mamá adoraba a Lauren como si fuera su hermana, de hecho, ella fue la que me enseñó a decirle mamá. Excepto una vez en la secundaria cuando activé la alarma de incendios sin querer.
- ¿Hiciste qué?-susurra James en voz alta.
- ¡Fue un accidente!- digo con un chillido- Pero el caso es, que es considerado como delito y los tres estuvieron presentes en la estación de policía y ambas negaron ser mis mamás.
- ¿ La extrañas? A tu mamá me refiero.
- Sí. Teníamos una gran familia, ella era encantadora y vivaz y todos a su alrededor la amaban. Pero de alguna manera ella no podía verlo y se involucró con malas personas hasta que terminó de la manera en que lo hizo.
- Lo siento mucho- dice él.
- Está bien. Prefiero pensar solo en lo bueno y no en todo lo que hizo mal. Es por eso que el restaurante está como está. Mis padres intentaron ayudarla pero fue demasiado tarde. Por cierto, ya tengo el dinero que me diste por el restaurante...
-¿Qué dinero?
- El que me diste...
- Quédatelo
- Pero ya conseguí otro inversionista y de verdad me gustaría devolverte el dinero.
- No lo quiero. Quédatelo o mejor, cómprate un coche con él.
- No voy a comprarme un coche con él, tengo a...
- Si me dices que tienes a Bobby juro que no respondo.
- Bobby es un buen coche.
- Bobby tendría que estar en un desarmadero.
- James. Basta, acepta el dinero y así podemos empezar de nuevo. ¿Quedamos en eso, cierto?
- Bien. Pero piensa lo del coche.
- Lo haré.
- Lo dijiste demasiado rápido, no estoy convencido. ¿Sabías que tu mamá y mi papá estaban juntos?
- Ni por asomo. Vi como tres veces a mi mamá el año que murió no tenía idea de su vida, sigo sin hacerlo.
- Las razones del accidente no son claras- dice él.
- Lo sé. Verónica me lo dijo. Dice que mi mamá la hizo bajar del avión a último momento, pero cuando llamé al hotel me dijeron que se había ido muchos días antes del vuelo.
- Mi padre no era un buen hombre.
- Era justo la clase de hombre por el que mi mamá siempre caía.
- Siento mucho lo que pasó. Lo que hice.
- James, basta.
- ¿Debería seguir llamándote, Rose? Todo el mundo te dice Sam, tu hasta me dijiste que era un apodo.
- Me gusta Rose. Al comienzo no pero ahora creo que sí.
- Te amo ¿Lo sabes, cierto?
- Lo siento-digo- Aunque seas un idiota la mayor parte del tiempo, siento que me amas, es difícil no hacerlo cuando tus ojos parecen estar gritando eso.
- ¿Mis ojos?- pregunta confundido.
- Sí. Tienes los ojos más expresivos que he visto alguna vez, antes de saber todo siempre me parecía que había dos de ti y estaba loca por los dos.
- Incluso desde entonces ya me estaba enamorando y lo odiaba.
Yo sonrío radiante y espesa, casi a punto de quedarme dormida.
- ¿Por qué sonríes?- pregunta
- Solo imaginando todo lo que tienes que compensarme.

James
Me siento en los escalones del porche, con el cigarrillo encendido en la punta de mis labios y matándome de frío.
Necesito hacer esto, necesito hacer esto porque no puedo perder a Rose, no ahora que la tengo de vuelta. Levanto el teléfono y lo apoyo contra mi oído.
- Trevor. Dime que tienes buenas noticias.
- James, la tengo.
- Bien. Pásame los datos y le enviaré los papeles del divorcio.
- ¿Estás seguro que puedes hacer que esto funcione?
- No puedo perder a Rose, haré lo que sea para impedir eso.

¿Me odian?
1 mes y 5 días después, volví 😨
Lo siento 😭

Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora