No puedo dejar de sonreír mientras veo a James cuidar de Amber.
Cuando Amber estaba corriendo tras Lucky como otras tantas veces, accidentalmente tropezó y ahora tiene una rodilla raspada. Para evitar que las lágrimas sigan saliendo de los ojos de la niña, James está cantando una extraña versión de Estrellita dónde estás, y creo que mi corazón está al borde de derretirse.
Estas últimas semanas han sido... intensas. Mi relación con James ha evolucionado a un nuevo nivel, no tenía idea que dos seres humanos podrían compartir tanta... intimidad.
Y no solo estoy hablando del nivel sexual, aunque nos volvimos vaya que íntimos en ese aspecto, sino del nivel emocional. Todo lo que hemos vivido en los últimos meses ni siquiera se compara con las pasadas dos semanas, todo se siente más, mucho más y varias veces casi olvido mi enfoque principal. Pero es que se vuelve tan difícil, enfocarse se vuelve complicado cuando lo único en lo que pienso es en estar con él. Dios mío, lo juro he intentado una infinidad de veces odiar este hombre, pero en este punto me parece un trabajo titánico.
Algunas horas después estoy colocando a Amber en su cama para dormir mientras James continua trabajando en su oficina. Cuando salgo de la habitación de Amber veo a Ivonne recostada contra la pared observándome y esa es otra de las cosas que no han cambiado. Esta mujer sigue comportándose como si todo en este lugar le perteneciera y está molestándome mucho más que antes. Sigue pasando absolutamente por alto todo lo que le digo y tengo tantas ganas de contárselo a James que me pica el cuerpo, pero no voy hacerlo. Y la honesta verdad es que no voy hacerlo porque temo que James no crea una palabra de lo que le digo y no creo que mi corazón pueda soportar otra desconfianza por parte de él.
Cuando entro a su oficina está recostado contra el sillón con el teléfono pegado al oído y la computadora encendida frente a el. Me lanza una pequeña sonrisa cuando me ve entrar, dándome el coraje que necesito para acercarme hasta el. El se separa un poco del escritorio haciéndome lugar mientras escucha atentamente la llamada telefónica. Me siento en sus piernas y me quedo de frente a su computadora, sin entender una sola cosa de lo que ahí hay. La oficina de James no me trae muy buenos recuerdos, es un poco imposible olvidar que aquí fue donde descubrí verdades que prefiero olvidar, pero James se ha puesto como regla exorcizar la mayoría de esos malos recuerdos y ahora es tan normal para mi como respirar venir aquí y sentarme sobre sus piernas mientras el termina de trabajar. Yo pensaba que trabajaba una cantidad enorme de horas pero es que no conocía lo que James hace, incluso cuando no está en la oficina tiene que estar pendiente de sus negociosos y solo puedo imaginar lo agobiante que eso puede ser.
Unos buenos diez minutos después por fin la llamada termina y James me presta toda su atención a mi.
Colocando ambos brazos alrededor de mi cintura y su cabeza contra mi cuello suspira.
- Estoy tan cansando que puede que me desmaye- dice con la voz ronca.
Una pequeña sonrisa tira mis labios hacia arriba.
- Lo que pienso es que quieres ser consentido, Señor Walker- digo volteando mi cuerpo para enfrentarlo.
Tiene solo un ojo abierto cuando lo miro y hace que mi sonrisa se ensanche.
- Vamos- digo levantándome de su regazo.
Obedientemente y sin decir nada se levanta, dejándose arrastrar por mi mientras lo llevo a mi habitación y lo meto en el baño. Desde que decidimos hacer esto hemos estado en esta habitación y sus cosas también están aquí ahora aunque no todas. Mientras escucho la ducha correr me pongo una pijama y enciendo la televisión, todo esto se siente tan normal que brillo de felicidad, es lo que siempre quise. Alguien con quien compartir mi vida.
James sale del baño con una toalla envuelta alrededor de su cintura luciendo prácticamente comestible aunque sé que no es intencional. Noto que de verdad está cansando y tal vez un poco estresado, se coloca unos bóxers de color negro y sin retirar las mantas se acuesta junto a mi.
Colocando su cabeza a la altura de mi hombro funde sus manos alrededor de mi cintura.
- ¿Te sientes bien?- pregunto en voz baja.
- Solo estoy cansando- dice contra mi piel.
Yo asiento aunque sé que no puede verme y acaricio suavemente su cabello mientras veo la televisión en silencio. Pero James parece no conformarse con ese pequeño pedazo de atención y voltea todo mi cuerpo para que lo enfrente.
- ¿Qué estás haciendo?- pregunto.
El no contesta hasta que está con todo su cuerpo enredado con el mío, su calidez en todo mi cuerpo.
- Dentro de una semana tengo que viajar, me preguntaba si quisieras venir conmigo-
- ¿Dónde vas?- pregunto
- Chicago. Es solo por tres días- dice como si eso lo hiciera más deseable para mi.
- Sabes que ahora no puedo James- explico- A fin de mes tengo que definir muchas cosas y no es un buen momento. Tal vez en otra ocasión
- Solo quería comprobar- dice dándome un pequeño beso- Voy a extrañarte- dice cargado.
- Serán tres días-
- Podrían ser tres minutos y aún así te extrañaría- dice y sus palabras tienen un camino directo a mi alma.
- También voy a extrañarte- digo en voz baja. Pero creo que ya está dormido cuando lo digo.
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Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]
RomanceJames quiere venganza. ¿Y Samantha? Samantha solo quiere paz. Pero, ¿qué pasa cuando tienes que pagar pecados que no cometiste? ¿Qué pasa cuando juzgas demasiado rápido?