Capítulo 19

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Samantha

Por un requisito mío dejamos a Ivonne en el hotel. Su irritación por ello fue casi palpable, pero no la quería cerca de nosotros y menos hoy. Casi me restregó en la cara que ella fue las de las fotos y si fue capaz de hacer eso no puedo imaginar que más podrá hacer.
Le coloco a Amber un pequeño abrigo rojo.
- ¿No crees que vas muy abrigada?- pregunta James desde la puerta.
Niego.
- Han bajado algunos grados desde ayer- explico.
- Vamos- dice tendiéndome una mano, sin prestarle atención a su mano extendida camino pasándole. Suspira a mi lado y cierra la puerta detrás de nosotros.
Lo primero que hacemos es ir a la torre Eiffel. No estoy segura de si puedo contener mi emoción, pero estoy fascinada y es evidente que soy una turista. Incluso le pido a James que me tome una fotografía con la torre de fondo, Amber se acopla para la segunda foto, viene corriendo hacia mi y la cargo en brazos cuando el flash se dispara. Tomo mi teléfono de las manos de James y veo la foto, es perfecta, ambas sonreímos ampliamente en ella. La siguiente hora nos pasamos recorriendo calles parisinas hasta que es hora de comer. El restaurante es pequeño por fuera, pero cuando entramos se extiende enormemente. Me gustaría que mis padres estuvieran aquí para ver el lugar, tiene hermosas piezas de arte aunque pocas. La comida está muy buena pero la cocinera en mi critica algunas cosas.
- Me alegra ver que estés comiendo- dice James del otro lado de la mesa.
- Siempre lo hago. Trabajo en un restaurant- digo mirándolo con una ceja levantada.
- Mami, no quiero comer esta carne- dice Amber señalando con su tenedor y moviéndolo.
- Está bien cariño, solo déjalo ahí- digo. Ella asiente y continua comiendo hacia los lados.
Levanto la vista y veo a James mirándome intensamente del otro lado, sus ojos brillantes y mucho más claros que de costumbre.
Nos retiramos de la mesa y todavía caminando vamos a un mercadillo, está lleno de cosas extravagantes y extrañas. Compro un montón de pequeños regalos para mis padres y hermanos pequeños y algunos para Carter y Annie, incluso compro algo para Liz la madre de James. No puedo dejar de notar que la actitud de James ha cambiado monumentalmente de nuevo, si no está queriendo tomarme de la mano, de la cintura o incluso del brazo, sonríe de forma extraña cada vez que estoy cerca de Amber, pero por más que me agrade no dejo que influya en mi, he pasado por esto antes y la única que logra ser lastimada en todo el proceso siempre soy yo.
Entrada la tarde Amber está muy cansada para seguir paseando y regresamos al hotel. James la lleva hasta su cama y yo intento esconderme en algún lugar o por lo menos pasar de ser percibida, pero poco tiempo después regresa y me encuentra en la cocina. Sin hablarme y con una mirada decidida me lleva hasta la habitación y cierra con llave.
- Tenemos que hablar- dice intentando encontrar mi mirada.
- No voy acostarme contigo de nuevo- suelto y me volteo para abrir la puerta.
- No es de eso de lo que quiero hablar- dice golpeando la puerta y volviéndola a cerrar- Bueno, en parte lo es. Date vuelta Rose.
Lo hago y James me toma de la mano. Me lleva hasta el pequeño sillón blanco de la esquina y me sienta.
- ¿Qué clase de relación tenías con mi padre, Rose?- pregunta.
- Ya lo sabes- digo levantándome pero el vuelve a empujarme en el asiento de nuevo.
- No, no lo sé- dice presionando, intentado que lo mire- Desde ayer no sé nada. Dime, Rose. Explícame.
Me levanto intentando huir de nuevo, pero me atrapa a mitad de camino, me toma de la cintura con los brazos y ambos caemos al suelo.
- Dios, pudiste lastimarte- me regaña- Empieza hablar, Rose- dice mirándome. Está con la mitad de cuerpo sobre el mío y por más que intente no tengo escapatoria. Cierro los ojos con fuerza.
- ¿Alguna vez te acostaste con mi padre?- me pregunta. Con los ojos cerrados con fuerza digo que no con la cabeza.
- ¿Entonces porque me hiciste creer que lo hiciste?- dice más enojado. Abro los ojos.
- Fuiste tu quien gritó a los cuatro vientos que fui la amante de tu padre. Y aunque te lloré diciendo que no, jamás me creíste- explico
- Pero después...- dice mirándome fijamente
- Después solo te di lo que querías. Querías creer que fui su amante, así que eso fue lo que te dije- digo encogiéndome de hombros. Sus manos se aprietan en mis muñecas.
- ¿Solo me hiciste creerlo?- gruñe- ¿Estás loca? Todas las veces que te grité que eras una...
- No voltees esto contra mi James. Tu creíste lo que quisiste. Ahora déjame ir.- digo retorciéndome.
- No tan rápido, bonita- dice sujetándome con más fuerza- Esa noche- dice mirándome con más suavidad ahora, buscando en cada centímetro de mi rostro, dejándome desnuda con su escrutinio- La noche que te quedaste en mi casa por primera vez ¿Eras virgen?- pregunta susurrando.
Volteo la vista para no mirarlo.
- ¿Tu que piensas?- pregunto
- No lo sé. Recuerdo haber estado con unos tragos encima. Recuerdo haber estado cegado por ti, en mi habitación, extendida sobre mi cama en un hermoso paquete de pecado. No creí que fuera posible. Pero ayer, cuando hicimos el amor de nuevo lo sentí. Te sentí tensa como una virgen inexperta y me hizo cuestionarme todo. ¿Cómo no me di cuenta?
- Porque eres un bastardo cruel, idiota y que además solo piensa con lo que tiene colgado entre las piernas. Ahora déjame salir James o te juro que voy a empezar a gritar.
- ¿Qué más me ocultas, Rose? Hay algo más que no me estás diciendo, yo puedo sentirlo. Así que es mejor que empieces hablar ahora- dice.
- No. Si tan seguro estás es mejor que lo averigües solo. Déjame salir.
- Si no eras la amante de mi padre ¿Qué relación tenías con él?
- Es mejor que te enteres tu solo- digo
Achica los ojos hacia mí pero se levanta y me arrastra con el hacia la cama.
- Quiero salir- digo levantándome de nuevo.
- Mentirosa- dice estirando mi brazo para volver a caer sobre la cama- Te he visto bostezar varias veces. Ven aquí solo vamos a dormir. No es como si planee comerte- dice acurrucándome contra su pecho- Todavía.
- De verdad me asustan tus cambios de humor- digo intentando alejarme al otro lado de la cama.
- No quieres darme respuestas, lo que respeto aunque no me guste nada- dice detrás de mi, subiendo su mano por el dorso de mi brazo con una suavidad exquisita- Estoy confundido Rose. No sé cómo actuar contigo. Ni siquiera yo entiendo mi comportamiento. Me siento errático. Sé que me ocultas algo, ahora lo siento con más fuerza.
- Sabes lo que siento por ti- digo volteándome para quedar de frente a el- Te lo he dicho varias veces. Pero no puedo estar contigo James. Yo... no creo que pueda recuperarme de otro golpe. Pero voy a quedarme, por Amber, porque ella me importa demasiado y no la quiero con esa horrible mujer. Pero necesitas prometerme que cuando todo esté dicho, cuando sepas todo, me dejarás ir James. Necesito eso.
- Dímelo. Cuéntame todo lo que necesito saber, por favor. Necesito mi paz mental ¿Por qué no quieres decirme?
- Porque es algo que necesitas descubrir solo. Promete que me dejarás ir.
- Está bien- dice.
Nos miramos durante mucho tiempo, hasta que es imposible mantener mis ojos abiertos y sin darme cuenta me quedo dormida.

Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora