II

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Cuando llegó a las instalaciones de Yuuei ya vestido con su uniforme (limpio, nuevamente gracias a Tsubasa) Aizawa-sensei le exigió un explicación. Se la dio sin ninguna objeción, omitiendo haberle salvado la vida a Haru con el uso de su quirk sin tener aún la licencia de héroe provisional, por supuesto. Aizawa parecía haber estado realmente inquieto por su desaparición, cosa que le ocasiono un suave sentimiento de culpa... tenía derecho a sentirse así después de todos los inconvenientes y problemas con los villanos que habían tenido en esos pocos meses de año escolar.

-Que no se repita, o perderás puntos en tu comportamiento. -Aizawa relajo el ceño y dejo salir un suspiro irritado. -Puedes irte.

-Si.

Cuando entro a los dormitorios de la clase, todos estaban ahí con expresiones de preocupación marcadas en el rostro.

-¡Todoroki-kun, ¿Dónde rayos te habías metido?! -Midoriya parecía estar al borde de las lágrimas. Uraraka trato de consolarlo palmando su espalda mientras daba un suspiro.

-¡No seas tan irresponsable la próxima vez y envía un e-mail! -Añadió Iida  gesticulando muy abundante e innecesariamente con sus manos. 

-¡Todos estábamos preocupados por ti viejo! -Denki lo sacudió de los hombros fingiendo estar llorando.

-Hasta Bakugou estaba preocupado. -Comentó Tsuyu, con dedo bajo su mentón con aires de inocencia... cuando en sus palabras se podía saborear cierta picardía. El de cabellera rubia ceniza no muy atento a la conversación no tarde en soltar un alarido indignado.

-¡Eso no es cierto estúpido sapo!

-Ya, ya -Intervino Kirishima, robando la atención de todos. -, lo importante es que el esta aquí. ¿No creen?

-Lamento haberlos preocupado, -Todos guardaron silencio al verlo inclinarse, se sintió un poco tonto y avergonzado... pero le alegraba verlos a todos tan atentos con él. -y agradezco su interés.

-Oh~, ¡Ven aquí! -Sato fue el primero en abrazarlo, luego los demás lo imitaron. Bakugou como siempre renegó, pero gracias a Tokoyami y Dark shadow, la clase completa había quedado envuelta en un enorme y apretado abrazo.

• ▪ • ▪ •

-Tienes suerte de que Kirishima y Kaminari no se acabarán las hamburguesas, -Yaoyorozu se había ofrecido de voluntaria en ayudar a Todoroki con su muy atrasado almuerzo, por lo que ambos estaban en la cocina sin la compañía de nadie más. -se consiente de tu alimentación para la próxima.

-Si, lo siento. -Lo escucho decir a sus espaldas mientras metía el plato cargada de tres deliciosas y muy grandes hamburguesas al microondas. Se giro hacia él mientras el electrodoméstico hacia su trabajo, con una mirada nerviosa.

-O-oye... estaba pensando en ir a una nueva tienda de helados que abrieron por aquí cerca -Murmuro con el corazón acelerado mientras jugaba con sus dedos sin encarar al de cabello bicolor. -, y me preguntaba si t-tú... ya sabes... -Subió levemente la mirada con una tímida y muy incomoda sonrisa con un rubor en las mejillas. -podrías acompañarme mañana por la tarde.

El silencio que se formó en el ambiente fue muy incómodo y raro. Todoroki no parecía estar en si. Mantenía su vista fija en sus ojos (poniéndola mucho más nerviosa), tratando de buscar algo en su mirada, algo que sólo habían causado un par de orbes amatista, sin ser consiente de lo que sucedía en su entorno.

-¿T-Todoroki-kun...? -Nada paso. Movió su mano de un lado otro en un gesto por llamar su atención. Él parpadeo volviendo en si. -¿Estas bien? -Parecía perdido, muy fuera de si. La miró como si no terminará de entender del todo sus palabras y con un poco de vergüenza.

-Eh... si, lo siento. -Comunicó rascando su mejilla sin saber que decir exactamente.- Tan sólo estaba pensado. Momo parpadeo varias veces, no muy convencida por esa respuesta. Trato de ignorar aquel extraño momento y se armo de valor para volver a intentar su invitación.

-Esta bien, esta bien, n-no te preocupes... -No pudo pasar desapercibida su raro comportamiento, no cuando tenía una tan adorable y distraída... la preocupación no tardo en tomar forma en el pecho de Yaoyorozu. Tamborileo la mesa,  apenada. -Y... ¿Qué me dices?

Todoroki levanto una ceja.

-¿Sobre que?

Sentía como si un balde de agua fría le hubiera caído a la cabeza. Su sonrisa se congelo y deseaba con todas sus fuerzas que la tierra se la tragara.

-Sobre lo de acompañarme a esa nueva heladería... -Su tono disminuyo a medida que hablaba hasta que guardo completo silencio, esperando una respuesta de la que sentía que se deprimiría. Él llevo una mano a su nuca, sin saber que palabras usar para no herir a la amigable chica frente a sus ojos.

-Yo... -Comenzó diciendo lo más suave y cortéz que pudo. -lo lamento Yaoyorozu, pero ya tengo planes. Otro día podría ser.

La nombrada forzo una sonrisa,

-No hay problema. -El microondas había terminado su labor. Ella hizo lo mismo sirviéndole la comida a Todoroki.

-Gracias... -Musito él. Momo sonrió nuevamente y desapareció por el pasillo sin decir nada más.

Otro día... ¿Eh? -Pensó cabizbaja y decepcionada mientras avanzaba por el pasillo, en dirección a la sala junto con el resto de féminas de su salón.

• ▪ • ▪ •

Por alguna razón, el chico de cabello bicolor no podía adquirir el sueño. Se sentía ansioso por volver al hospital el día siguiente. Dio un giro sobre la cama para quedar boca arriba,  admirando el techo de su personalizada habitación. Tal vez era cierto que se había pasado con el rediseño al estilo japonés, pero era inevitable debido a sus costumbres.

Suspiro pesadamente.

Extendió una mano en dirección al techo. Era casi como si quisiera alcanzar algo invisible. Giro suavemente su mano dejando al descubierto su palma, recordó cuando está junto con la sobrante se encontraban manchadas con aquella carmesí y ajena esencia. Un escalofrío le lamió la piel.

-Idiota... -Se dijo a sí mismo en voz baja. -Duerme de una vez.

¿Dormir? Apenas y eran las seis. Aun habían leves rayos de sol por el él cielo, pero gracias a las cortinas, Todoroki tenía un oscuro ambiente nocturno. Lo más probable es que todos estuvieran en el comedor cenando, pero el no tenía ganas de hacer nada más que salir en dirección al hospital... por lo que pasó de comer por esa tarde. Volvió a dar un giro sobre la cama, quedando esta vez boca abajo. Cerró los ojos tratando de conseguir el sueño. No lo logro.

Seria una larga noche.

• ▪ • ▪ •

Eran exactamente las cuatro y media de la mañana. Shouto no había podido cerrar los ojos por mas de tres segundos durante toda la noche. y mantenerse tranquilo. Sentía ansiedad a flor de pie, una emoción que no había experimentado desde hace demasiado. Finalmente se rindió y decidió contemplar las escasas estrellas desde el balcón en su habitación. El aire era muy frío, pero pese a eso ignoró la idea de cubrirse con una manta. Era suficiente el calor que emanaba su cuerpo gracias a su quirk. Colocó sus brazos sobre la  baranda y encima de estos, descanso su mentón. Un deseo plasmado desde que puso un pie fuera del hospital, se deslizo con suavidad y resignación fuera de sus labios.

-Necesito verla...

Lovely girl | Finalizado [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora