Epílogo

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3 años después:

Hoy se cumple un año más de la muerte de Alexandria, motivo por el que vine a visitar su tumba. Era una tradición que, al menos mientras me fuera posible, planeaba seguir llevando a cabo. 

Antes de que Damon llegara a su primer mes de vida, vendí la casa y nos mudamos a Liverpool, Inglaterra, para empezar de cero. La familia de Alex, como era de esperarse, no se tomó nada bien lo sucedido ni apoyó mi decisión de irnos a otro país, pero tampoco intentaron detenernos. 

Nunca más supe de templarios o licántropos, y gracias a eso, pude dedicarme de lleno a la tarea de ser padre.


Dejé una rosa roja junto a la lápida, y las yemas de mis dedos recorrieron aquella piedra fría donde habían grabado su nombre. Tensé la mandíbula, y aparté la cara para que mi hijo no se diera cuenta de que estaba llorando.

—Desearía que pudieras ver a nuestro pequeño. Ha crecido, es muy inteligente, y se parece tanto a ti —murmuré—. Me haces muchísima falta.

Tragué saliva, me limpié las lágrimas con el dorso de la mano, y dejé escapar un suspiro.

—Te amo muchísimo, pelirroja.

—Papi, ¿con quién hablas? —sentí cómo Damon tiraba de mi camiseta.

—Hablo con tu mami —respondí, arrodillándome para estar a su altura.

—¿Con mami? ¿Dónde está? —sus grandes y expresivos ojitos azules se iluminaron—. ¡Quiero verla!

—Está aquí —puse mi dedo índice sobre su pecho—. Siempre te cuida, aunque no puedas verla.

—Quisiera abrazarla —bajó la mirada con tristeza.

—Podrás hacerlo si cierras los ojos —besé su frente y lo abracé—. Vamos a comer helado, ¿quieres?

—¡Sí! —exclamó contento.

—Entonces vamos —tomé su mano y empezamos a caminar.

Avancé unos pocos metros y no pude resistir la tentación de girarme hacia la tumba por última vez, entonces podría jurar que vi a Alexandria de pie junto a ella. Su largo cabello rojo le caía sobre los hombros, sus brillantes ojos azules me miraban fijamente y una sonrisa le adornaba el rostro. 

Le sonreí de vuelta, pero al parpadear noté que era solo un espejismo. Uno que deseaba que se hiciera realidad.


Wolfhunt | Shining Awards 2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora