Cap. 14

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Cené un sándwich, no tenía mucha hambre, me quité la ropa y me puse un pijama. En pocos minutos de estar acostada me quedé dormida. Me desperté y miré la hora en mi móvil, las once de la mañana. Desayuné, hice mi cama, me duché, me aseé y me vestí. Elegí unos vaqueros negros rotos; una sudadera corta de la barriga con capucha color verde militar; cogí un collar, un brazalete y seis anillos todo dorado. Me cambié el piercing de la nariz a uno dorado también, al igual que todos los de la oreja. Me hice un chongo alto despeinado. Saqué mi estuche con el maquillaje y después de ponerme la base, los polvos... todo, me sombreé los ojos de un color verde oscuro, me los delineé, me puse rímel y los labios los pinté de granate. Esto de no tener que ir a trabajar temprano es un lujo. Me entretuve después de guardar todo en sentarme en la cama como los indios a elegir la funda para el móvil, al final escogí una color verde.

 ¿Qué voy hacer en todo el día? Después de pensarlo durante un tiempo decidí empaquetar lo que tenía de ropa y objetos personales que no necesitaría aquí más e ir a correos para mandarlo a mi casa en Carolina del Norte

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¿Qué voy hacer en todo el día? Después de pensarlo durante un tiempo decidí empaquetar lo que tenía de ropa y objetos personales que no necesitaría aquí más e ir a correos para mandarlo a mi casa en Carolina del Norte.

**Mamá, he mandado por correos unas seis cajas para que lleguen a casa. Me vuelvo a vivir allí.** 12:48

// Ok, te aviso si llegan antes que tú. Jajajaja// 12:49

** Okeeyy, jajaja. ** 12:49

En taxi, llegué a la comisaría y esperé en la puerta del garaje, Alex no tardaría en salir para almorzar. Esperé unos cinco minutos y Alex salió del ascensor con Nash y Taylor.

- ¡____!- Gritó al verme apoyada en el capó de su coche. Vino corriendo y me abrazó.- Ya me lo han contado todo, ayer te llamé y no me contestaste.

- Tenía el móvil en vibración y además me quedé dormida en el sofá.- Reímos.

- ¿Para qué has venido?- Preguntó Alex.

- Te tengo que decir algo.- Miré a Taylor que tosió falsamente.

- Nash, vamos a comer.- Le asentí levemente y me sonrió. No puedo ni mirar a Nash desde lo de ayer.

- Alex... Me voy a volver a Carolina del Norte...- Alex se asombró y me abrazó.

- ¿Por qué?

- Ya que aquí no tengo trabajo me voy allí y buscaré alguno... Y así estoy con mi hermano Nick que va a venir dentro de poco.

- Voy a ir a verte todas las veces que pueda, ¿sabes?

- Yo también vendré a verte.- Reímos.

- Enm... Yo me iba a comer con Taylor y Nash si quieres puedes venir.

- No, mejor me voy a mi casa.

- _____...- Dijo Alex suspirando.- No puedes seguir así, y además, ¿no le vas a decir nada?- Agaché mi cabeza. No iba a decirle nada a Nash, no quería hacerle daño.

- No le digas nada, ya se lo diré cuando sea el momento.- Mentí.

- Está bien.- Me volvió a abrazar.- ¡Hey chicos _____ viene con nosotros!

- ¿Qué? ¡No!- Añadí riendo.- Me voy a mi casa.

- ¿Y qué te vas a ir andando?- Me preguntó Nash. Tenía que hablarle, no podía dejarle de hablar.

- No, pido un taxi.- Hice un intento de sonrisa.- Venga iros ya, que no vais a tener tiempo de comer.

- ¡Pero si nos han dado el resto del día libre!- Dijo emocionado Taylor.

- Ah, pues entonces, ¿me llevas a mi casa Alex?- Alex me miró con una cara un poco pervertida. Que no haga de Cupido por favor.

- No, si quieres te vienes a comer y si no te vas andando.- Lo sabía.

- Yo te puedo llevar si quieres.- Me dijo Nash. Miré a Taylor e hizo un gesto con la cabeza señalando a Nash. Me tenía que rendir era imposible decirle que no a la carita emocionada de Nash.

- Está bien, iré contigo.- Me monté en el asiento del copiloto del coche de Nash. Íbamos en un silencio un poco tenso.

- _____... ¿Dónde vives?- Me preguntó.

- Subes toda la avenida, en la última calle giras a la izquierda y luego tienes que contar cinco calles más arriba. El edificio gris que está a lo último de la calle es el mío, ahí tienes que llegar.- Me miró y se rió.- ¿Por qué te ríes?- Me recordó al domingo que nos besamos. Dijimos exactamente lo mismo.

- Porque son muchas calles y no me voy a acordar. Sólo recuerdo que tengo que subir esta avenida y algo de un edificio gris.- Reímos. La verdad que no es un mal chico, pero echo de menos insultarle y llevarme mal con él. Porque ahora me rompe el corazón. El resto del camino le fui indicando hasta que llegamos al aparcamiento que había al lado del edificio.- Llegamos.- Se giró y me sonrió. Esa sonrisa tan perfecta que tiene, no creo que la vaya a ver mucho más. Le devolví la sonrisa.

[FBI] || Nash Grier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora