Cap. 15

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- Gracias Nash.- Iba a abrir la puerta pero me cogió de la mano. Mirando aún hacia el otro lado cerré los ojos para tranquilizarme y me di la vuelta, esperando una explicación para lo que acababa de hacer. Y tuve la respuesta, me acarició con la mano que tenía libre la mejilla y me besó. Fue un beso dulce, tímido. Sus labios y los míos iban al mismo ritmo, un ritmo lento, porque ninguno de los dos quería que acabase. Nos separamos y me sonrió, pero sus ojos miraban el suelo del coche.

- Lo siento, yo... Me dejé llevar.

- Hey vamos, no pasa nada.

- _____...

- ¿Sí?

- Fui un gilipollas al no decir yo primero que me iba de la agencia. Solo me quedé mirándote y cuando me quise dar cuenta ya estabas saliendo por la puerta.

- No pasa nada, de verdad. Me viene bien un cambio de aires. Gracias por traerme.- Le di un beso en la mejilla, levantó la mirada y sonreímos. Este tío me derrite, mira que ojos...

- De nada.- Me respondió y salí del coche. El resto del día lo pasé en casa, con música, recogiendo todas las cosas para meterlas en cajas y maletas. Para cenar pedí una pizza. Mientras que la pizza llegaba me puse una camiseta de mangas cortas de ACDC y unos shorts negros deportivos y me dejé el chongo que ya tenía puesto. Me desmaquillé y me quité los accesorios que llevaba puestos de esta mañana. Me senté como una india en el sofá con el móvil al lado y poco tiempo después sonó. Era Alex.

- ¡Hola _____!

- ¡Hola Alex! ¿Qué de tiempo no?- Reímos.

- Te he llamado para preguntarte como te vas a ir a Carolina del norte.

- Había pensado en irme en taxi.

- ¿Y todas tus cosas?

- En el maletero.

- ¿Cuándo te vas?

- Mañana...

- ¿!Mañana?!

- Sí... Quiero llegar allí y asentar un poco la cabeza. He pensado en trabajar allí.

- Voy a pedir dos días de vacaciones para llevarte.

- Alex, no tienes por qué hacerlo.

- Sí yo quiero, y además quiero ver en persona a tus padres.

- Está bien... Pero si te dicen que no, no insistas.

- ¡Ahora te llamo!

- Vale, hasta después.- Estuve viendo la tele y sonó el timbre. La pizza, por fin. Cogí el dinero y abrí la puerta. Una chica con una coleta rubia estaba detrás de la puerta con mi pizza en la mano.

- Hola, buenas noches. ¿Es aquí la pizza?

- Sí.- Le respondí con una sonrisa al igual que ella y me dio la caja.- Toma. Quédate el cambio.

- Gracias.

- De nada.- Cerré la puerta y volví al salón a comerme la pizza. Mientras que estaba comiendo volvió a sonar el timbre. Abrí y Alex estaba allí con una maleta y entró mientras que yo estaba allí, parada, asombrada.- ¿Qué haces aquí?

- Me han dado tres días libres, he cogido ropa y me he venido aquí para sacarte de fiesta en tu última noche en Nueva York.

- Alex, no tengo ganas de salir de fiesta. Tengo ganas de dormir y además la ropa está ya encajas y maletas.

- Vamos a salir y la ropa la saco yo si quieres. Pero vas a salir como que yo me llamo Alex.- Dejó la maleta en el salón y se unió a comer pizza. Terminamos, yo me lavé los dientes y me duché. Mientras Alex se estaba preparando. Menos mal que ya no tenía el período. Cuando salí de la ducha enrollada en la toalla vi a Alex con el pelo ondulado y sus puntas aún azules. Vestía unos vaqueros negros rotos, un top negro liso, una chaqueta de cuero y unos tenis con cuñas negros y dorado. Sus uñas se las había pintado también negro y sus dedos estaban decorados por cuatro anillos dorados. Sus labios eran negros y en los ojos solo tenía rímel, delineado y sombras marrones cafés.

- ¡Ala!- Dije mirándola de arriba abajo.- ¿Va a estar Taylor?- Agachó la cabeza y yo reí.- Sí que va.- Canté como una niña pequeña. Por mi cabeza pasó otro nombre, Nash.- Alex, ¿Nash no vendrá?

- No, bastante habrás tenido con lo del coche.- Rió y yo me sonrojé recordando el beso.

[FBI] || Nash Grier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora