Cap. 22

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- Sky sube al coche.- Le ordenó Nash. Ella asintió, antes de subir me abrazó y me despedí de ella esperando a que se fueran. Pero no, ella se quedó en su sillita jugando con el juguete que llevaba y Nash me llevó fuera de la vista de mis padres. Él sabía que se pondría a jugar, la conoce demasiado.

- ¿Qué quieres?- Le pregunté con una sonrisa. No sé si sonó borde, pero no era mi intención.

- Quiero que me perdones y que empecemos de cero, bueno de cero no. No quiero discutir más, pero sí llevarnos bien.

- Nash...

- Si no quieres perdonarme vale, no te molestaré más.- Se dio media vuelta para irse pero le cogí del brazo y se giró.

- Te perdono.- Una sonrisa se apoderó de su rostro, esa hermosa sonrisa que hace que me pierda. Sonreí también y él se acercó.

- Gracias.- Sonreí cuando dijo eso. Le pasé mis manos por su cuello. Él se acercó más, nuestras respiraciones se mezclaban y poco a poco... Nos besamos, despacio, como él sabía hacerlo, me dejé llevar. El beso se fue intensificando, sus manos paseaban libremente por mi espalda y nuestras lenguas mantenían una pequeña batalla, era eléctrico, antes de separarnos me mordió el labio inferior y sonreímos.- Te echaba de menos.

- Yo también.- Respondí. Sky seguía jugando dentro del coche. Deshicimos el abrazo, pero aún así estábamos cerca.

- ¿Esta noches haces algo?

- Creo que tengo que ir a la playa a morirme de frío.-Reí.- Es broma, no tengo nada que hacer.

- ¿Te apetece salir conmigo?

- Sí, ¿dónde vamos a ir?

- Sorpresa.- Dijo sonoramente.

- Pero al menos dime si puedo ir en vaqueros o me debo arreglar.

- Lo que quieras siempre estarás guapa para mí.- Sonrió.

- Prefiero a éste Nash y no al Nash borde y molesto.- Reí.

- Aquí me tienes.- Se señaló.- El más guapo de todos.- Reímos.

- Estás loco.

- ¡Nash! ¡Vamos! Quiero jugar en casa...

- Está bien ya voy.- Contestó riendo.- Nunca se cansa de jugar.

- Déjala así, ya verás, cuando sea mayor preferirás que quiera jugar todo el día.- Rió.

- Verdad... Hasta después... ¿a qué hora?

- ¿A las nueve?

- Perfecto.- Sonrió.- Yo te recojo.

- ¡Adiós!- Cuando Nash se montó en el coche cogió su móvil y comenzó a hablar con alguien. Me terminé de quitar el pintalabios para que no se viera que estaba mal de haberme besado. Volví con Nick y mis padres y pasamos una tarde familiar. Mis padres se iban a ir a cenar juntos y Nick y yo volvimos andando a casa. Íbamos andando por la calle hablando.

- _____, ¿por qué dejaste el trabajo?

- Larga historia...- Me abracé a él y fuimos caminando así, pasamos por delante de la casa de Nash y en el jardín él estaba cortando el césped sin camiseta, con una bandana roja en la cabeza para retirarle el pelo de la cara, unos vaqueros cortos y unas Vans rojas. Se quedó mirándome un poco extrañado y me di cuenta de que era porque no sabía quién era Nick. Le sonreí y me guiñó un ojo aunque notaba cómo estaba celoso. No sé qué hace cortando el césped a estas horas... Dejémosle. Llegamos a casa, subí a ducharme, me lavé los dientes y me sequé el pelo. Elegí una falda larga rajada hasta la rodilla de color negra, un top de tirantas de flores y unos tacones de aguja con el mismo estampado que el top. Até hacia atrás la parte de delante de mi cabello y le puse algunas florecitas. Elegí unos anillos de oro, un collar dorado y un bolso de mano negro. Cambié la funda por una dorada. Me maquillé los ojos con sombras rosas y negras, y los labios morados permanentes.

Cogí algo de dinero, el móvil y mis llaves

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Cogí algo de dinero, el móvil y mis llaves. Bajé las escaleras y miré el móvil, las nueve menos cinco.

- Ey, ey, ey. ¿Dónde vas?- Me preguntó Nick sentado en el sofá. Su lado sobreprotector salió.

- Voy a salir a cenar.

- ¿Con quién?- Se levantó.

- Con Nash, ¿a que no sabes quién es?- Reí. Él negó.- Pues es mi amigo.

- Pero... ¿sólo eso?

- Que sí pesado.- Reí y le abracé.- Tranquilo, no vas a tener ningún sobrino.- Abrió los ojos como platos y empecé a reírme a carcajadas por su reacción.

- Pues vas demasiado guapa hermanita.

-Pues es lo que tiene ser una Scott, porque tú tampoco te quedas atrás.- Sonrió.

- A las once aquí.

- ¿Hola? ¿A las once? ¡Ni que fueras papá!- Reí.- A la hora que yo quiera, ya tengo dieciocho casi diecinueve. No me van a violar por el camino, además Nash me acompañará a casa.

- Pero los cumples en noviembre.

- Ya falta muy poco.- Llamaron a la puerta y Nick se dirigió a ésta.- ¿Qué haces? Es Nash, voy a abrir yo.

- Quiero saber quién es.- Abrió la puerta y Nash un poco más bajo que Nick, con su habitual tupé, unos vaqueros negros ajustados y rotos junto con sus Vans negras y una camiseta roja saludó tranquilamente.

- Hola, soy Nash.

- Hola, yo soy Nick, el hermano mayor de _____.- Se estrecharon las manos.- Está ahí.- Se apartó para que me pudiera ver y me mordí el labio inferior al verle así vestido, mi manera favorita ya que se le veían sus ejercitados brazos y su marcado... Avancé hasta donde estaban ellos.

- Hola.- Sonreí y le guiñé un ojo sin que mi hermano se diera cuenta, él en respuesta me sonrió.

- Hola.

- Bueno Nick, nos vamos.

- Ten cuidado.

- Que sí pesado.- Le di un beso en la mejilla y cerré la puerta.- Es mejor salir de aquí rápido, seguro que está mirando por la ventana.- Reímos. Nash me abrió la puerta del coche y entré. Él se sentó en el asiento del conductor.

- No te lo he dicho porque tu hermano me daba miedo, pero estás preciosa. Me gusta cómo te queda el rubio.

- Y mi tatuaje, se lo enseñé orgullosa.

- Es muy chulo.- Sonrió.- ¿Por qué este cambio de look?

- La gente dice que un cambio de look significa un cambio en la vida.- Asintió. Condujo hasta llegar a un parque alejado de la ciudad, casi en el campo. Estaba vacío. Bajamos del coche y Nash fue al maletero de éste, le seguí.

[FBI] || Nash Grier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora