Cap. 26

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Por el camino llamé a Alex, tendría descanso para almorzar.

- ¡Hey Alex!

- Qué cambio de ánimo desde la última vez, ¿no?

- Te tengo que contar algo...

- ¿Sí?

- Estoy saliendo con Nash.

- ¡Tía eso es bueno!

- No me dijiste que se había ido del trabajo.

- No lo sabía, hasta que Taylor me lo ha dicho esta mañana. Ah, y yo... Estoy saliendo en secreto con Tay.

- ¡Sabía que acabaríais haciendo eso!

- ______, tengo que volver al trabajo. ¡Adiós!

- ¡Hasta pronto!- Una llamada de Nick apareció en la pantalla nada más colgar.

- _____, vamos a ir a casa de las primas. Por si quieres venir.

- Vale, voy para allá.

- Te esperamos para comer.

- Nick, esta noche después de cenar me voy de fiesta.

- ¿Para qué me lo dices a mí?

- Para que se te haga el cuerpo y no me digas nada después.- Reí.

- Que mala eres conmigo.

- Si quieres venirte...

- No me hace falta, estoy muy mayor para eso.- Reímos.

- Díselo a mamá y papá de paso.

- Okey, hasta ahora.

- Adiós.

Fui a la casa y comimos. Miré mi móvil y vi que Nash había subido a su instagram la foto mía y de Skylynn, en la descripción ponía: Mis dos amores. @_______ y @lifeofskylynn. Yo le comenté: Bonito fotógrafo, que pena que no sale. @nashgrier. Estuvimos un rato todos juntos y yo me fui a las diez a casa, después de cenar, ellos se quedaron allí. Me volví a duchar, me lavé los dientes, me puse perfume y elegí la ropa. Un vestido negro ajustado y corto con una manga larga y la otra sin manga y rajas en la tela que dejaban ver parte de mi torso. Unos tacones de agujas rojos, cambié todos mis piercings a dorados y me coloqué anillos, un brazalete y un collar largo del mismo color. Cogí un bolso de mano rojo metí mis llaves y lo dejé en la cama. Me puse base y todas esas cosas que no me pongo todos los días. Me sombreé los ojos en dorado y tonos marrones, los delineé con forma de gato en negro y me apliqué bastante rímel. Los labios fueron de un color rojo mate permanente. Terminé de secar mi cabello con el secador y me comencé a recoger todo mi pelo en una trenza alrededor de mi cabeza.

 Terminé de secar mi cabello con el secador y me comencé a recoger todo mi pelo en una trenza alrededor de mi cabeza

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Sonó el timbre, mierda, es Nash seguramente. Bajé las escaleras con mucho cuidado y abrí la puerta con la cadera ya que no podía soltar el recogido.

- ¿Qué estás haciendo?- Se rió. Venía vestido igual que ayer, con unos vaqueros ajustados, unas Vans rojas y una camisa de mangas largas esta vez, también roja.

- Me estaba peinando, ayúdame.- Sonreí y le di un beso en la mejilla.

- No entiendo cómo os hacéis esos peinados si yo para hacerme esto. - Se señaló su cabello normal.- Tardo para que me guste como me queda.- Reímos. Mientras que subíamos las escaleras Malibú fue a saludar a Nash.- No me dijiste que tenías un Husky Siberiano.- Le rascaba las orejas.

- Se llama Malibú.

- Es muy bonito.- Se notaba cómo le encantaban los perros. Subimos arriba y me ayudó a esconder el tramo de pelo que sobresalía del recogido.

- ¡Ah!- Me quejé.

- Perdón, pero es que no puedo ponerte la horquilla.- Resopló y me reí. Quería ayudarme y no sabía si quiera.

- No pasa nada. Dame.- Me dio la horquilla y me la coloqué yo.- Listo.

- Ahora que no tienes nada en las manos...

- Que mal suena.- Reí.

- Mal pensada. ¿Me das ese besito que no me diste antes?- Puso sus labios como un patito y cerró sus ojos. Me acerqué a él y le fui a dar uno corto, pero él al instante, antes de que me pudiera quitar de su alcance me sujetó fuerte y me pegó lo más posible a él, de nuevo, tanto que notaba su bulto sobre mi vestido.- No te has podido escapar.- Me susurró sonriendo cuando acabó el beso.- ¿No están tus padres?

- No.- Reí.- Ni mi hermano.

- Menos mal. No quiero que me conozcan así.- Rió.

- ¿Así cómo?

- Pues llevándome a su hija de fiesta.- Reímos.- ¿Vamos?

- Sí.- Besé cortamente sus labios. Cogí mi bolso y nos dirigimos a la casa de Cameron andando. Llegamos y llamó a la puerta. Me agarró la mano entrelazando nuestros dedos. Una chica de cabello ondulado castaño y ojos marrones abrió. Llevaba un vestido negro también que le marcaban sus curvas.

- Hola, soy Sierra.

- Hola, yo _____.- Sonreímos.

- Pasar.- Entramos a la casa y Nash como si fuera la suya se tiró en el sofá.

- Nash, levántate.- Le ordené bajito para que no se enteraran.

- Llevo viniendo aquí desde pequeño, es mi segunda casa.- Reí. No tiene remedio.

- ¡SIERRA PONTE OTRO VESTIDO!- Una voz masculina se oyó gritar.

- ¡TE HE DICHO QUE NO CAMERON! ¡QUIERO LLEVAR ESTE, NO ME LO VAS A IMPEDIR! ¡SOY MAYOR QUE TÚ! ¡NO ME VAS HA DECIR QUE PONERME!

- Peleas de hermanos...- Dijo Nash levantándose del sofá. Reí flojito. Cameron bajó las escaleras enfadado y vino hacia nosotros relajando el rostro.

- ¡Hey Nash!- Hicieron su saludo.- Hola ____.- Me abrazó y se lo devolví.

- Deja que tu hermana se ponga ese vestido, le sienta bien.- Le dije.

- Sé que no se va a cambiar de vestido, pero es que yo soy así.

- Cameron, ¿tú llevas las llaves?- Preguntó Sierra bajando las escaleras.

- Sí, las tengo aquí. ¿Estás lista?- Asintió, salimos los cuatro de la casa y llegamos a la fiesta.

[FBI] || Nash Grier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora