[FBI] || Nash Grier y tú

Cap. 7

- Buenos días.- Dijo con una sonrisa.

- Buenos días...

- ¿Qué te pasa _____?- Me preguntó agachándose a mi lado.

- Jace... Yo... Te tengo que decir una cosa. Te quiero, pero te veo más como un hermano mayor que otra cosa... Y no quiero estropear nuestra amistad ni tampoco vivir una mentira.- Solté de golpe. Jace me miraba en silencio.- Jace, por favor di algo...

- _____, a mi me gustas... Pero si yo a ti no, lo entiendo.- Se puso de pie.- Creo que me tengo que ir.- Se dio la vuelta y empezó a vestirse.

- Jace, pero quiero seguir siendo amigos.- Se giró y me sonrió.

- Claro, amigos.- Me levanté y le abracé. Él me respondió el abrazo. Se terminó de vestir y se fue. Me dirigí a la cocina y me hice el desayuno. Me lo comí y metí la ropa que había lavado ayer en la secadora. Limpié un poco la cocina y lavé los platos. Fui al cuarto de baño y me lavé los dientes y la cara. Me senté en el váter y por suerte me puse mala. La vida de una mujer es preciosa. Me lavé bien y me metí en la bañera. Cuando salí me enrollé en la toalla y salí a mi cuarto. Escogí una sudadera negra en la que ponía con letras blancas. "Me mama don't like you and she likes everyone." Unas mayas y unos tacones con suela de goma muy cómodos también negros. Hoy no me sentía con ánimos para vestir de colores así que elegí todo del mismo color. Me senté frente al tocador y maquillé mis ojos de negro y puse un poco de rímel. Mis labios también los pinté negros. Guardé el maquillaje y en mi gran joyero cogí un pendiente de plata en forma de dragón que ocupaba toda mi oreja y unos cuantos anillos también de plata. En mi armario, en la caja de fundas escogí una negra en la que se veía en blanco una pluma.

Miré en mi móvil la hora y eran las once y media. Alex vendría a recogerme a las doce. En el cuarto de baño me recogí la parte de arriba del cabello en dos trenzas que las uní atrás con horquillas. Cogí unas cuantas compresas y toallitas. Las metí en un neceser. Cogí una mochila negra y el cargador portátil y lo metí todo dentro. Cogí mi cartera, mi placa y mi pistola. Nunca salía de casa sin ellas. Miré de nuevo la hora, las doce menos cuarto. Me senté en el sofá con la mochila al lado y esperé viendo la tele. Cuando vi que eran las doce cogí las llaves y salí del piso. Cuando llegué abajo vi el coche de Alex y fui hasta allí. Vi a Alex sentada al volante saludándome y entré en el coche.

- ¿Dónde vamos a ir?- Le pregunté.

- ¡Al centro comercial!- Reímos.- ¿Sabes?- Dijo arrancando el coche.

- ¿Qué?

- Hoy hay una fiesta en el club de playa. Pero hay que ir con acompañante, ya sabes.- Dijo alzando las cejas rápidamente. Reí.

- Pues no tengo a nadie. ¿Y tú?

- Sí. ¿Sabes quién es el forense Taylor Caniff? Es el ayudante de Nash Grier.

- Sí. ¿Ese?- Dije alzando también las cejas.- Es muy mono.

- Lo sé.- Dijo girándose para verme.- Pero es mío.- Me fulminó con la mirada y reí.

- Vale, vale. Mira por donde conduces anda.- Llegamos cantando al centro comercial y aparcó. Nos bajamos del coche y entramos en el centro comercial. A mí en especial no me hacía mucha ilusión eso de ir tienda por tienda aunque no te compres nada, pero por pasar un día junto a mi amiga daría lo que fuera. Entramos en unas cuantas tiendas, Alex parecía disfrutar mucho y eso me hacía feliz.

- ¿Por qué no te miras nada para esta noche?

- Porque no tengo "acompañante" y no voy a ir.- Hice comillas con los dedos.

- Pero mírate algo mono por si acaso.

- Está bien...- Después de recorrernos el centro comercial entero me compré un top de encaje negro con tirantas, una falda skater rosa fucsia y unas botas negras con tacón de goma también negras.

- ¡Mira _____!- Me gritó Alex señalando una vitrina.- Te lo voy a comprar si no lo haces tú.- Estaba señalando un conjunto entero de unos cuantos anillos, pulseras, un collar y unos pendientes plateados y negros. En el reflejo del cristal vi una figura conocida. Me giré y Nash estaba con una niña pequeña de cabello rubio en un parque que había en medio del centro comercial. Él levantó la vista y me vio mirándole. Me acerqué a él, tenía que decirle lo de Jace.

- Hola Nash...

- Hola.- Dijo seco.

- ¿Puedo decirte algo?

- Espera.- Se dio la vuelta, se agachó junto a la niña y le dijo algo. Luego volvió hacia mí.- Vamos a sentarnos a esos bancos.- Fuimos y nos sentamos.

- Mira yo... Yo soy amiga de Jace y el día que me preguntaste, por la tarde después de haber ido a comer con él... me besó. Pero él no me pidió en ningún momento que fuera su novia, no sé que me pasó y le seguí el juego. Pero esta mañana le he dicho que solo quiero que seamos amigos y que le veo como un hermano mayor.

- Vale...

- ¿Y tú por qué estás tan encima de mí?

- No lo sé... Es la necesidad de ser hermano mayor supongo.- Me dijo algo nervioso.

- Nash...- Sabía que no era eso lo que me quería decir.

- Lo siento, tengo que irme.- Me dijo y se levantó. A lo lejos vi a Alex saliendo de la tienda y le dijo algo a Nash que no logré oír. Me levanté y caminé hacia ella.

- Ya tienes compañero para esta noche.- Me dijo sonriente.